sábado, septiembre 29, 2012

Varanasi



A. me gustó de una vez; no, me cayó bien de una vez. ¿Y por qué diablos la llamo A.? Me voy a llevar del consejo de Barnes y voy a decir su nombre completo, Amelia; además, no quiero irrespetar a Kafka. Coincidimos en el aeropuerto de Miami. Ella regresaba a Nueva York desde Santo Domingo con escala en la ciudad del sol chopo. Yo regresaba a Nueva York y por suerte American Airlines había sobrevendido la clase turística, me reubicaron en primera clase, a su lado, priority access yes. Frente a nosotros iba sentado, o parado, el Jerry, un merenguero dominicano vestido como un rapero gringo; un niño que pasaba con una mujer hacia el culo del avión le gritó, “Ludacris give me an autograph.”

“¿Ustede no saben quién soy yo?”, nos preguntó el Jerry, bajando un chin sus gafas Gucci o Pucci para que pudiéramos apreciar la nada en sus ojos.
“No”, dijo Amelia.
“No”, dije yo. 
“Yo soy el Jerry, la vos má ronca del merengue de calle.”
“Perdón, pero a mí sólo me gusta Fernandito y Juan Luis”, dijo Amelia.
“Sí, a mi me encanta el Mayimbe, y Juan Lui ante de que se metiera a evangélico”, dije.
“Mírenme ahí, que me tan demandando por darle golpe a una mujer y por no mantené a un hijo en Puerto Rico”, dijo el Jerry, enseñándonos su foto, otras gafas, en un periódico del año pasado. Uno de los azafatos se acercó, pidiéndole por décima vez que se sentara, que se pusiera el cinturón, que el avión iba a despegar.

Amelia venía de pasarse las navidades en Moca. “Allá me sentí una muchachita de nuevo, durmiendo más de ocho horas cada noche en la misma cama que me sintió crecer. Allá aguanté el trato de los hombres, unos burros, sugeridos como candidatos para un nuevo matrimonio por mis amigas de colegio preocupadas por mi soledad newyorkina. Allá disfruté del sazón de Viola. Allá visité la tumba de mamá, de papá, de mi querido Pablo.” 

Yo venía de pasarme una semana en Miami, preguntándome quién coño fue el urbanista responsable de diseñar esa ciudad de elevados, sin transporte público, donde parece que está prohibido pintar edificios y casas con colores que no tengan nombres como fucsia, aqua, beige, pastel, donde un concierto de Paulina Rubio una noche de martes lleva más gente que una exposición de Picasso, Dalí y Rembrandt durante 6 meses. En esa semana vi a la mujer motivo de mi visita transformarse en otra persona. “Por favor ven”, me dijo por teléfono. “I miss you so much.” Sin embargo, nunca tuvo tiempo para mí, y cuando lo tuvo fue para decirme que se había enamorado de un pintor cubano cuyos cuadros, regados por el apartamento, invariablemente tenían a Fidel Castro en el centro, los últimos con ropa deportiva Adidas, rodeado de camiones volteos usados como guaguas para transporte público en la Habana, o de hombres y mujeres haciendo filas para conseguir una libra de sebo de cerdo (así se llamaba el cuadro), o de edificios en ruinas, sin pintar desde el 1959, frente a un malecón oscuro, alumbrados sólo por la luz de una luna inmensa y roja, o de siluetas detrás de rejas con la leyenda “Cuba Presa”, en fin, Fidel rodeado por el fracaso de la revolución desde el punto de vista de un hombre que piensa que la mejor forma de tumbar la dictadura de los Castros es tirándole cáscaras de guineo y tomates podridos al entrañable Ibrahim Ferrer cuando Buena Vista Social Club fue nominado para un Grammy Latino, o hacerle un boicot a cualquier artista latino que se ponga un t-shirt del Che o que se atreva a tocar un concierto junto a Silvio Rodríguez.

“Se llama Yosvanny Manny”, me dijo esa maldita chopa, orgullosa, como si hubiese dicho Van Gogh.

Me sentía deprimido. Además del golpe a mi autoestima, ser sustituido por un hombre con un nombre como ese y sin el menor concepto de la luz, además de haber desperdiciado una semana de vacaciones caminando solo por calles anchas llenas de remanentes Art Deco y de turistas fans de Miami Sound Machine, viajar en avión me enferma. Desde que pongo los pies en un aeropuerto la cara me cambia. Es miedo sí, pero también es indignación hacia el peor servicio de todos los servicios posibles. Imagina tener que estar tres horas antes de que abra un supermercado, y cuando llegue tu turno te digan que ya se acabó la carne que buscabas, que no hay pescado. Imagina tener que esperar tres horas para que te atiendan en un restaurant, y cuando llegue tu turno te digan que regreses mañana. Imagina tener que hacer una fila de tres horas para entrar a un cine sin ser un fanático del Señor de los Anillos o de Star Trek. Imagina que cuando por fin llegas al counter una mujer muy blanca y muy vieja te dice, “Your flight was cancelled, the plane was having a malfunction, you must wait for the next flight, it is only 9 more hours, or better yet, come back tomorrow." Imagina que después de leer un libro entero de Umberto Eco, notas en latín y todo, doliéndote el culo por haberte pasado horas muertas sentado en cualquier piso o alfombra, para pasar al siguiente infierno, a esperar el anuncio de abordar,  tienes que quitarte los zapatos y la correa, take off your glasses, no puedes tener nada líquido contigo. No sir, you cannot, you may not, you are not allowed. Take off your hat, no puedes fumar coñazo. Sir, sir, lower your voice, do you want me to taser you? Imagina que si hay un accidente, y el piloto no se llama Sully Sullenberger, nadie se salva.

“Estábamos en Varanasi, mi esposo había visto un documental sobre el Ganges”, me dijo Amelia, triste, mirando las nubes debajo de nosotros. “¿Tú has ido a la India? Es muy espiritual, hermosa, el Taj Majal, y toda esa increíble arquitectura, pero hay mucha pobreza, muchos olores sospechosos, muchas vacas en el medio y muchos niños con brazos amputados para tener más éxito como mendigos. En las tardes no se podía respirar sin inhalar el humo de los cuerpos que diariamente quemaban en las orillas del famoso, sagrado y sucio río. ¿Tú sabías que tiran las cenizas en el río y que la gente se baña ahí y bebe de esa agua parda? Con razón hay tanta lepra. Entonces despierto pensando que estoy en Nueva York, el abanico de rattan en el techo me hizo volver a la India, al tercer mundo. Pablo, Pablo, Pablo. Estaba muerto. “E stroUke”, dijo un doctor con turbante y bindi. ¿Tú sabes los trámites que hay que hacer para transportar un muerto desde Varanasi a Santo Domingo, a Moca?, y yo sola. Por suerte Pablo era ciudadano americano, y yo también.”
"¿Y cuánto hace que se murió?"
"Hará cosa de 5 años. A veces, pero eso le pasa a todo el mundo, creo que lo voy a ver cuando abro la puerta del apartamento. Imagínate, lo conocí de muchachita. Cada invierno, con la primera nevada, Pablo hacía una bola de nieve, del tamaño de su puño, y la metía en el freezer de la nevera, la conservábamos hasta el próximo invierno; todavía tengo la última."

Yo estaba imaginando la añeja bola de nieve en la nevera, la trama de “The Sisterhood of the Traveling Pants” era demasiado laberíntica para seguirla sin escuchar los diálogos, cuando empezó la turbulencia. Nos agarramos las manos entre gritos, el hombre detrás de nosotros se desmayó y la hijita lloraba “Daddy, Daddy, Daddy.” Mi ateísmo fue puesto a prueba, y uní mi voz, con fe genuina, al coro de los arrepentidos pecadores en un Padre Nuestro bilingüe. Antes de morir sentí ganas de sincerarme con el mundo, quería decirle a Amelia que por mi mente había pasado tener sexo con ella gracias a que acababa de leer el maravilloso libro de Taichi Yamada, quería pedirle perdón a mi mamá, a mis hermanos, a la mujer que acababa de dejarme y decirle que los cuadros de Yosmanny Manny me parecieron excelentes, quería decirle al Jerry que sí había escuchado su música y que me gustaba mucho el merengue que habla de la morena que tiene el barrio en ayunas, pasando hambre por tu amor mami, pero, por suerte, no tuve tiempo, después de un bajón de montaña rusa el piloto hizo su trabajo estabilizando el avión. El piloto habló, los azafatos recogieron los platos rotos, un pasajero doctor revivió al cobarde detrás de nosotros y Amelia y yo seguimos abrazados hasta el JFK.

No me gusta describir a la gente, de hecho, carezco de esa cualidad, es mejor que tú, perdón, lo estoy tuteando sin conocerlo, es que los dominicanos somos unos frescos, es mejor que usted imagine, además para mí el físico no tiene importancia, sólo le voy a decir que Amelia lucía mayor de 40 años, digamos 50 y pico. Otra cosa, los ojos, no eran marrones ni negros, tampoco azules ni amarillos, eran verdes. No la imagine gorda ni alta. Sólo diré que de joven debió ser muy hermosa. Y culta, es profesora de geografía en una escuela para ricos en Manhattan; vive cómoda, viajecitos a Moca, a Europa, y hasta envía de vez en cuando una remesa a su primo Lorenzo que se lo está llevando el mismo diablo viviendo en Santo Domingo con 4 hijos y trabajando para el ayuntamiento.

Let us land you and I. Sin decir palabras asumimos que íbamos a tomar el mismo taxi. Si el destino era su apartamento en uptown o mi sótano en el Bronx estaba por verse. Yo salí corriendo a fumar mientras Amelia esperaba por sus maletas. Me felicité por haber llevado el coat a Miami, el frío era un rinoceronte blanco. Afuera un taxista de Bangladesh me dijo que me llevaba por 45 dólares a Manhattan, y si era al Bronx por 60, lo que me pareció un buen trato, además, el tipo me cayó bien, era más chiquito que yo. Entramos, Amelia hablaba con otro taxista, dominicano, pedía 70 dólares.
"No", le digo, "ya yo conseguí uno."
"¿De dónde tú ere, boricua?", me preguntó.
"No, dominicano", dije, alzando la voz con orgullo patrio.
"Mi tierra, dale comida a tu gente entonce, vete conmigo."
"Amigo, eto e un negocio, él me lleva má barato", le dije. El taxista dominicano cerró los ojos y ante nosotros se transformó en un kraken terrestre, miró al taxista de Bangladesh, empujándolo, gritándole, "Motherfucher, fucking jabibi, fuck you." 

Nunca había visto un rebú llegar a ese nivel de violencia en tan pocos segundos, y en un aeropuerto, hay que ser bruto. El taxista dominicano empujaba y maldecía al taxista de Bangladesh. Un policía apareció y, abracadabra, la ira del semidios caribeño amainó con la visión del uniforme azul.

"Sorry officer, but he take my customer", dijo el tipo. 
"That is not true", dije yo. 
"Yes is true, is true, is true, is true..."
"Simmer down now", le dijo el policía.

En este episodio, al final, para mitigar un poco mi vergüenza dominicana, hubo justicia poética, triunfó la razón del hombre sensato. Otros pasajeros que presenciaron el incidente provocado por el demente del volante decidieron no irse con él tampoco. "He must be on something", escuché a alguien murmurar. Amigo taxista, si tienes que ir al aeropuerto a recoger pasajeros, y te pones violento cuando hueles perico, por favor, no huelas perico, o por lo menos cambia de pusher, dile que te den un material más groovy, más mellow yellow.

El taxista de Bangladesh tenía GPS, no tendríamos que ir indicándole el camino. Adentro del carro pensé algo. Apenas horas de conocernos, y ya teníamos historias juntos, anécdotas para contar entre dos. Nos burlamos de un artista popular, creíamos que íbamos a morir, tomamos parte en un incidente casi violento con policía y todo, en fin, cero aburrimiento, lo más terrible que puede existir entre dos personas. Miré la nieve cayendo, las calles mojadas, la isla de rascacielos cada vez más cerca y me sentí feliz de haber regresado a Nueva York.

"Tengo que decirte algo", dijo Amelia, íbamos cruzando el Battery Tunnel. "Después que se murió Pablo, no he estado con otro hombre."

El Upper West Side comprende una zona grandísima entre la 59 y dale para arriba, Central Park, ballet, museos, opera, gente rica. El taxi se detuvo frente a un edificio con portero, uniforme, quepi, abrigo negro, botones dorados. 

"Bienvenida Doña Amelia", dijo el portero, cargando las maletas.
"Buenas noches Wilkins", contestó ella sin mirarlo, cortando la conversación con un gesto. Conozco este tipo de gesto, he tratado de hacerlo pero hay que nacer con esa habilidad. Siempre útil con los porteros de los edificios, los porteros que son unos imprudentes. Una vez empecé a salir con una muchacha y el portero de su edificio me reveló su activa vida sexual con un "Ponte condone varón."

El sexo es como montar bicicleta. Me dejó en el sofá y se fue a bañar. Aproveché para ver la bola de nieve en la nevera, ahí estaba, más pequeña de lo que imaginé; sentí ganas de llorar, y al mismo tiempo me sentí feliz. Muchos retratos en una mesita me enseñaron el rostro del difunto Pablo, distinguido, con entradas y lentes. Me detuve frente al ventanal de la sala que era un pedazo del Central Park, opacado por la nieve que seguía cayendo. Hay que pasar un invierno con temperaturas bajo 0 para comprender el comfort, el bienestar que se siente estando dentro de un lugar seco, tibio, disfrutando de la compañía de una persona querida mientras afuera el viento, aullando, y la nieve, en silencio, hieren a los transeúntes en cuerpo y alma. Sin poder abrir la ventana, no queriendo molestar, bajé a fumarme un cigarrillo. Afuera me sentía en armonía con el universo, primo hermano de las estrellas que no veía, parte esencial de una vastedad elemental. Dios, el cambio de ánimo que produce el buen sexo en los seres humanos. Amaba a todomundo, hasta al portero que se acercó y me pidió un cigarrillo.

"¿Tú ere familia de Don Pablo?, te parece mucho a él", me dijo. Practiqué el gesto que exigía discreción, sin éxito.
"¿Y cuándo viene Don Pablo? Que él me ofreció traeme un Brugal y par de Presidente jumbo de Santo Domingo, tal ve la mandó con Doña Amelia", dijo, humo y vaho uno.

No pude esperar el ascensor, volé hacia el apartamento de Amelia. Entré, ella estaba sentada en el sofá, húmeda.

"Podías haber fumado aquí, sólo tenías que abrir esa ventana", me dijo llamándome con las manos. Estaba hermosa, con una bata parecida a un kimono. El milagro de la fantástica Matsuko se había hecho realidad en Amelia, había regresado a sus 30 años.
"¿Y por qué el portero me preguntó por tu esposo, como si tuviera vivo?", le pregunté con una ametralladora en la boca. 
"Tenías que arruinarlo, tenías que hablar con ese imbécil, Vete, VEte, VETe, VETE..." empezó a gritar, vena en la frente, histeria. "VETE, VETE, GET OUT."

Salí del ascensor sin escuchar las últimas preguntas o confesiones del portero. La calle estaba desierta, cada segundo más blanca con los copos que en el aire, con la luz de los faroles, parecían una plaga de insectos. Caminé lentamente, arrastrando mi bulto, pensando en sus palabras, tratando de encontrar un vestigio de verdad al que aferrarme, o por lo menos un taxi, o por lo menos a alguien que dirigiera mis pasos hacia la estación del Subway más cercana.

jueves, septiembre 27, 2012

A WomaN WitH a ProbleM and TwO SiblingS


Una mujer tiene un problema y dos hermanos:

Uno está estrenando un ateísmo sospechoso, en su caso fue una especie de trueque: Dios, Jesús y el Espíritu Santo por Optimismo, Buenas Vibraciones y Energía Positiva. Cuando se entera del problema le envía un mensaje por FB que incluye: "todo se renueva para lo mejor", "Carpe Diem", "las mejores vibraciones", "aquel que sabe levantarse", y la foto de una cabra en una geografía que tal vez es el Tíbet.

La otra es agnóstica, la llama por teléfono y dura par de minutos dándole un boche que incluye: "ta bueno que te pase", "sigue de locavieja", "y gallinaloca", "no te vaya a meté a pendeja ahora", "to e una mierda"; al final de la diatriba le pide su número de cuenta bancaria para depositarle el dinero de la renta.

miércoles, septiembre 26, 2012

Exit Ghost, Philip Roth


¿Qué me sorprendió más los primeros días caminando en la ciudad? La cosa más obvia—los teléfonos celulares. No teníamos recepción todavía en mi montaña, y abajo en Athena, donde sí la tienen, raramente había visto gentes paseando las calles hablándoles sin inhibiciones a sus teléfonos. Yo recordaba un Nueva York cuando las únicas gentes caminando Broadway aparentemente hablando con ellos mismos estaban locos. ¿Qué pasó en estos diez años para que haya repentinamente tanto que decir—tanto tan urgente que no podía esperar ser dicho? Dondequiera que caminaba alguien estaba acercándose a mí hablándole a un teléfono y alguien estaba detrás de mí hablándole a un teléfono. Adentro de los carros, los choferes estaban en el teléfono. Cuando tomaba un taxi, el taxista estaba en el teléfono. Para uno que frecuentemente iba sin hablarle a nadie por días, tenía que preguntarme si eso que los había previamente contenido había colapsado en las gentes para hacer el hablarle incesantemente a un teléfono preferible a caminar bajo la vigilancia de nadie, momentáneamente solitario, asimilando las calles a través de los sentidos animales de uno y pensando la miríada de pensamientos que las actividades de una ciudad inspiran. Para mí, hacía que las calles parecieran cómicas y la gente ridícula. Y sin embargo parecía una real tragedia también. Erradicar la experiencia de la separación debe inevitablemente tener un efecto dramático. ¿Cuál será la consecuencia?

martes, septiembre 25, 2012

Business As Usual Santo Domingo


La mujer vivía sola, bueno, casi sola. Al lado de su cama podía verse una cuna cubierta con encajes, y debajo, se supone, un niño de meses. Su hombre desapareció. Un día salió de la casa y no volvió. Ella espera que vuelva.

Hablemos ahora del lugar donde vive la mujer. Empecemos por el interior: una habitación pequeña, un baño, una sala-cocina. Eso es todo, y las dimensiones son para que viva incómodo un enano. Hay dos ventanas, una en la habitación de la mujer, la otra en la parte sala. No hemos dicho que el edificio está al lado del elevado que empieza en la Leopoldo Navarro, y al lado significa que podemos extender la mano desde adentro y saludar a alguien en el elevado. Y aunque es cierto que esta cercanía, especialmente cuando los carros tocan bocina, puede resultar incómoda, la verdad es que la mujer encuentra alivio mirando los carros que pasan rápido, como si temieran llegar tarde a una cita importante. Sí, a la mujer le gusta pegarse de la ventana y ver el ajetreo de la ciudad, las caras de la gente en los carros públicos, las yipetas remolcando botes hacia la playa, una camioneta cargada de maletas hacia el aeropuerto, en fin, trailers de otras vidas que por unos momentos le hacen olvidar su aburrida soledad.

La mujer necesita dinero. El niño necesita todo lo que necesita un niño. La mujer ha pensado en traer a su mamá del campo y buscar trabajo como sirvienta en una casa de ricos o como operadora de lo que sea en una zona franca antes de que se le acaben los ahorros que tiene escondidos, en una media del hombre, en alguna parte del apartamento. Un día, mirando el elevado, un chofer de carro público le dio una idea.

—Oye muchacha, dame un chin de agua, tú debería vendé jugo y cervesa con eta ventana ahí mimo...

La mujer ha visto que si algo progresa en República Dominicana es la venta de armas y la venta de cervezas. Cualquier chinchorro que vende cervezas se convierte en un establecimiento próspero a los pocos meses, y si esto se acompaña con algo para picar el éxito es inmediato. Pueden ser empanadas, quipes, sandwichs y hasta picaderas de queso amarillo y salami.

Esa noche la mujer no durmió. Al otro día llamó a su mamá para que viniera a cuidarle al niño en lo que ella hacía unas diligencias. Fue a una compraventa y consiguió un freezer barato y funcionando; fue donde un amigo para que le hiciera un letrero; fue a un almacén y consiguió cinco cajas de cerveza; fue al supermercado y compró harina, queso y carne molida.

Y así, un día, la gente que pasó por el elevado podía ver un letrero en una ventana:

CERBESA
ENPANADA
PATELITO

Y así, otro día, la gente que pasó por el elevado pudo ver carros estacionados y una mano de mujer pasando cervezas y platos foam, y claro, un negocio prosperando. A los dominicanos nos gusta beber y que nos vean bebiendo, nos gusta estar en el medio. Además, la vista de edificios, la vista de una parte de la ciudad siempre es interesante, y la vista desde arriba hace que los seres humanos se sientan bien con ellos mismos.

Un día pasó lo que tenía que pasar. Tres carros consumiendo. Calle 13 cece cece haciendo que dos mujeres que andaban con un hombre golpebarriga hasta abajo, hasta abajo, hasta abajo. El hombre tenía cara de no estar gozando mucho. En otro carro estaban dos hombres y una mujer. Uno de los hombres no disimulaba.

—OYE UNA COSA 
—MIRE COÑAZO 
—YA TE LO DIJE
—ANDANDO CON CUERO

El hombre ofendido fue a buscar algo a la guantera de su carro; el hombre que ofendió fue a buscar algo a la guantera de su carro.

El primer tiro hizo que un hombre que estaba en otro carro pusiera la riversa guayando goma. El segundo tiro rompió un vidrio. El tercer tiro hirió a una reguetonera en un muslo. El cuarto tiro atravesó la N intrusa del letrero. El quinto tiro hirió a otra reguetonera en la barriga. El sexto tiro mató a uno de los hombres.

Dejemos por un momento la tragedia de afuera. Vayamos por un momento a la tragedia de adentro. La mujer se escudó con la pared. Cuando se acabaron los tiros, el grito de la mamá en la habitación le dijo de forma definitiva que a partir de ese momento ella se volvería loca de remate.

(marzo 2006/sept 2012)

It Chooses You, Miranda July


Pero cuando regresé a mi carro supe que no lo vería otra vez, jamás. Repentinamente me pareció obvio que el mundo entero, y específicamente Los Angeles, estaba diseñado para protegerme de estas personas que estaba conociendo. No había ley contra conocerlos, pero no pasaría. LA no es una ciudad que camina, o una ciudad subway, así que si alguien no está en mi casa o en mi carro nunca estaremos juntos, ni siquiera por un momento. Y para estar absolutamente seguros de eso, cuando dejo mi carro mi iPhone me escorta, dejándole saber a todos en la oficina del correo que no estoy realmente con ellos, estoy con mi propia gente, quienes son tan hilarantes que no puedo evitar sonreír mientras les texteo para atrás...

Ellos mayormente no usaban computadora, y aunque tenían mucho que decir sobre otras cosas, no tenían mucho que decir sobre esto, esta ausencia. Empecé a sentir que preguntaba la pregunta sólo para recordarme a mí misma que yo estaba en un lugar donde las computadoras realmente no importaban. Como si temiera que el alcance de lo que podía sentir e imaginar estaba siendo tranquilamente limitado por el mundo dentro del mundo, el internet. Las cosas fuera de la red estaban más lejos de mí, y todo dentro parecía penetrantemente relevante. Los blogs de extraños tenían que ser leídos diariamente, y las gentes cercanas que no tenían presencia en la red estaban volviéndose casi como dibujos animados, como si les estuviera faltando una dimensión.

viernes, septiembre 21, 2012

La Última Yola, Thomas López (Ñingo)


Thomas López (Ñingo), (Miches, RD, ?-2008) fue un artista, artesano, campesino, que la gente del Centro Cultural Cayuco, es decir, Cayuco mismo, allá en Miches, lo descubrió "en el patio de su casucha, con paredes pintadas con sus dibujos como un indio contando su historia, rodeado de 14 muchachos, todo el tiempo tallando sus obras con un machete, en madera recuperada, roble, caoba, pino, algarroba, cabilma, álamo, uva de playa."

Ñingo dio clases en el Centro Cultural Cayuco, allá en Miches: Robert Guerrero, ganador de varios premios en la Feria Nacional de Artesanía, fue su alumno.

miércoles, septiembre 19, 2012

Wish I Was Schiller


A mi edad
Schiller bien sabía la diferencia
Entre un experimento y una idea
Ya descubierto eslabón perdido 
Entre cuerpo-y-espíritu
Agradable 
Manso 
Hermoso
Sublime
No perdía su tiempo
Con los pros y los contras
De mentes enfermas
Que ven el mundo agonizando
Sin empatía
Sin arrepentimientos
Vergüenza ajena
Luna llena de nieve
En una flor siberiana
Encontró escondida
La palabra Freiheit.


martes, septiembre 18, 2012

Goethe, Schiller and a kid.


Los niños no son culpables de nada, excepto preguntar muchísimo y pedir que les inventen un nuevo cuento para dormir, precisamente cuando el adulto extorsionado emocionalmente, va a leer la respuesta que le dio Goethe a Schiller, cuando este le hizo su ya famoso comentario 3U, de que el viejo erudito del borrador de su Faust, "era demasiado Unwissend (Ignorante) Und (Y) Ungeschliffen (Bruto)".

Entonces, la pequeña Teketekita encontró un huevo de dinosaurio...

lunes, septiembre 17, 2012

seretereo















Bonito
Ser
Etéreo
A
D
O
R
A
B
L
E
kittikittikittikittkitticatt.

Links for Pussy Riot
Is that the picture of a :(l)?
We looooooooooove PETA. 
¿Tu País #1 en Corrupción Pública?
0 link.

The Zeus Situation


¿Y cuál era el desorden que tenía Zeus con las mujeres en la antigua Grecia? Tarde o temprano algún griególoco deberá emitir un juicio científico sobre este secreto a voces, acorde a esta era virtual y tecnológica. Me ofrezco de voluntario.

Caso 1. Danae. Según los datos de la concepción del mozalbete conocido por la posteridad como Perseo, el rey Acrisio, de Argos, fue donde un oráculo, no se sabe a buscar el qué, pues ya era rey (¿qué más quería este viejo libidinoso?), y esa luminaria de Delfos, o de Dodona, le predijo que si su hija Danae tenía un hijo, este lo mataría. Así que la encerró en una torre de bronce que no fue obstáculo para que Zeus entrara convertido en una jarinita o llovizna de oro, y la preñara. 

Teoría Fiscales Expertos Protección Del Más Débil:

Un señor, o señora, que tal vez practicaba la brujería*, se enteró que el rey Acrisio violaba a su hija Danae, y le dijo que si la preñaba y el niño después se enteraba, este lo iba a matar como el perro que era. Así que el rey Acrisio encerró a Danae en una torre de bronce, para que así nadie pueda ver cuando él hacía lo que había hecho su papá y el papá de su papá...


Caso 2. Europa. Hay muchas versiones, pero parece que Europa estaba en el campo recogiendo flores, actividad que puede ser agradable si no hay avispas, y Zeus se convirtió en un toro blanco**, y ella se monto en él, y llegaron volando o nadando a Creta, donde tuvieron varios hijos concebidos debajo de una mata de plátano, y vivieron felices hasta que Zeus se la regaló al rey Asterión, quien se casó con ella. 

Teoría Fiscales Expertos Protección Del Más Débil:

Bueno, este caso es un poco más complicado que el de la infeliz Danae, ya que aparecen muchas interrogantes. Sólo se sabe que en algún momento hubo un toro blanco envuelto en el caso. Podría ser que Europa fue cambiada por un toro blanco, a alguien rico que iba para Creta; o que Europa se escapó con un esclavo que cuidaba un toro blanco; o que fue secuestrada por alguien que además tenía un toro blanco... La cosa parece ser que Europa pasó un tiempo en Creta, y allí tuvo varios hijos, y después Asterión se casó con ella, que muy bien pudo haber sido el padre. Sería bueno investigar a Asterión, verificar si en sus documentos de identificación había rastro de su paso por el pueblo donde vivía Europa, antes o durante del episodio con el toro blanco.


Caso 3. Alcmena. Esta señora, hija de Electrión, casada con Anfitrión, dicen que fenicia, se encontraba de visita en Tebas o algo por el estilo. No había consumado su matrimonio con Anfitrión, esperando que este terminara de guerrear por los lares de Tafos. Pero Zeus, eureka, se le presentó convertido en Anfitrión (una especie de Misión Imposible antigua) y la cosa fue tan buena, que prolongó la noche como tres veces, que para eso era divino. Al otro día llegó el verdadero Anfitrión, y las malas lenguas dicen que Alcmena lo recibió con asombro y frialdad, contestándole a todo, "Ya me dijiste eso anoche", pero Anfitrión no le hizo mucho caso porque ella era así, especial, a menudo decía cosas sin sentido, y le gustaba hablar sola Y así otra vez como tantas veces, Alcmena salió preñada de Zeus, porque no habían pastillas ni condones en esa época (dicen que hacían unos con tripas de ovejas, pero no eran desechables, y no era verdad que ningún dios se iba a poner eso). Y la barriga salió premiada con Héracles, o Hércules, o El Atronao De Tebas***. Anfitrión después de calcular mucho, fue donde el vidente/adivino Tiresias, quien le confirmó lo ya informado por Alcmena, eso es, el traque con Zeus. La confusión creada por este caso enredó hasta a los mismos griegos antiguos, que celebraban el nacimiento del semiloco, perdón, semidios, el día cuatro de cada mes. Para saber más leer a Ovidio.

Teoría Fiscales Expertos Protección Del Más Débil:

Obviando el dato de que Héracles, o Hércules, o La Plaga Dizque Divina, era nieto de Perseo por línea materna, dirigiendo nuestra primera sospecha hacia el incesto, el cual parecía estaba a la orden del día en esa noble casa, generación tras generación; y después de comprobar que Alcmena ya estaba casada con Anfitrión, y aunque no descartamos a Electrión, padre de la damnificada, investigaríamos también al brujo de marras, Tiresias, quien nos da la impresión de que sabía mucho más de lo que confesó. En un caso como este también sería beneficioso buscar la opinión experta y desinteresada de un psiquiatra que examine a la posible víctima.

Yo mismo he revisado miles de documentos antiguos que tal vez eran griegos. Como no tenía lapicero y se me había descargado la pila de mi laptop, no pude apuntarlos todos. Les tiré fotos pero parece que en todas metí un dedo en el lente, y no ha habido zoom que valga. Sólo pude descifrar este, el cual traduje del griego antiguo con ayuda de Google Translate.

Sófoque: Buenas tardes vecino, ¿cómo le va?
Estentoreó: Saludos vecino, aquí con la buena nueva de que mi hija Disfemia está preñada, y el padre no es otro que el gran Zeus... 
Sófoque: Qué buena noticia... ¿Y Disfemia sólo ha mencionado a Zeus como posible padre?
Estentoreó: Claro, ¿y a quién más usted cree que mi Disfemia pudiera mencionar?
Sófoque: ¿Eh? No, si yo, si usted, si todos, claro que Zeus... No me cabe ninguna duda. 
Estentoreó: Sí, porque Zeus y sólo Zeus puede entrar por una ventana convertido en un
Sófoque: Lince
Estentoreó: Exacto, ¿y cómo supo usted que fue precisamente un lince vecino?
Sófoque: ¿Eh? No, si yo, si usted, si todos, me parece haber visto uno merodeando... 

Habría que ser omnipotente para decir con exactitud cuántos hijos tuvo Zeus en la antigua Grecia. Y así como Zeus, también Poseidón (con ese nombre), y Febo Apolo, y tantos otros dioses menores se volvieron locos preñando mujeres en toda esa geografía. Algo sí me quedó claro en todo este rebú: el ciudadano griego antiguo que quería consultar el Oráculo de Delfos, o de Dodona, tenía que empezar a fuñir con esa reservación varios meses antes, con esa larga fila diaria de individuos que también en la noche podían ser encontrados haciendo otra fila larga, la del estreno de una obra de Sófocles, o tal vez un Stand Up Fable de Esopo.


*Traté de explicarles a los fiscales amigos que la palabra "Brujería" podría parecer anacrónica en un texto griego, que tal vez mejor usaran "Hechicería". Les envié un link sobre De Quincey y su protesta por el uso de la palabra "Pecado" en las traducciones de Homero. No me dieron reply.

**Es bueno señalar que la elección del animal en esta metamorfosis de Zeus no es gratuita: Europa descendía de Ion, a la que Zeus en algún momento pasado había convertido en vaquilla, dejando la interrogante de qué sería realmente lo que le habrá pasado a esa señora. Por otro lado, conociendo esta historia, y otras parecidas, muchos cristianos recuerdan el evento de María con una paloma, también blanca.

***El epíteto de loco hacia Héracles lo encontramos varias veces en historias poco conocidas. Y no es para menos: Dondequiera que llegaba mataba todo lo que respirara; para no ir más lejos, siendo niño mató a un viejo profesor porque lo corrigió sumando dos más dos (él había dicho siete y pico), y ya siendo adulto, en un atrone de esos, mató a todos los hijos que tuvo con su primera esposa, una bella damnificada con el nombre de Megara.

domingo, septiembre 16, 2012

That Chewbacca keychain





















Yo hice algo malo
Tú hiciste algo malo
Yo hice algo peor
Hubo mucha nieve.

¿Recuerdas?
Yo sí, a menudo.
No somos gente violenta
Tú y yo
Pero mi crimen estaba en el pasado
Como tu delito está en ese pasado ahora
Y la invasión de la privacidad era tan importante
Para ese hombre pequeño que no había sido feliz
Con sus ojos de macotoro
Sin pestañear ni una vez
Ayudados por su voz
La profunda
La fea
La verdadera.
"Está nevando", dijiste suavemente,
Como una diosa menor extrañando su isla.

¿Me dejas decir un chiste privado?
Todavía tengo ese llavero de Chewbacca.

Ese llavero de Chewbacca















I did something bad
You did something bad
I did something worse
There was a lot of snow.

Do you remember?
I do, very often.
Things got out of hand
We are not violent people
You and I
But my felony was in the past
Like your misdemeanor is in that past now
And invasion of privacy was so important
For that little man who'd not been happy,
With his bullfrog's eyes
Not blinking once
Helped by his voice
The deeper one
The ugly one
The real one.
"It is snowing", you said very softly,
Like some lesser goddess missing her island.

Would you let me tell a private joke?
I still have that Chewbacca keychain.

Skinny or Fat, that is not the question

Para ser amigo cercano, amante, concubino o esposo de una mujer, los hombres deberíamos fijarnos más en el apetito mismo de la damnificada, y no en si es gorda o flaca. 

Es decir, una mujer que coma mucho puede ser un problema muy grande. El mundo da muchas vueltas y cuando viene a ver uno puede encontrarse con ella en una isla desierta después del naufragio de un crucero por las Antillas Menores.

Y tener a tu lado una criatura que pique más que el sol de las doce, jodiendo por comida cada media hora, puede hacer la estadía mucho más desagradable. Para no mencionar que uno muy bien puede despertarse el segundo día, y descubrir que le falta un brazo, mientras la ve a ella aplastada chupando unos huesos extrañamente familiares, con sus ojos fijos en el mar, seguramente pensando en la cena.



a very little rainbow

We will meet again, 
Someday,
Perhaps,
I Hope so.
You will be taking a stroll by anywhere,
I will follow you without even saying Hi.
There will be no flowers in our way,
And very possibly will be raining also.
But,
Who will care?
We have to realise at some point:
Rain is not fire falling from the sky just yet;
And Our Time's Rainbow has a new meaning,
A pretty much more human one.

viernes, septiembre 14, 2012

Larry David









¿Es eso un granero?
¿Es eso un granero?
Yo creo que era muy pequeño para un granero
Parecía más un establo
Pero había una vaca ahí
Eso significa... ¿Qué?
No hay vacas en graneros
Las vacas están en granjas
¿Hay siempre graneros en granjas?
Hay establos en granjas... ¿Verdad?
No necesariamente graneros
Yo creo que eso era un granero.

Yesnomaybe

Sí sí sí, 
yo entiendo que llega el día, 
o la noche, 
o la tarde,
cuando uno despierta y piensa, 
cuánto he dormido, 
o, 
no he dormido casi nada, 
pero respira, 
y escucha a un vecino boricua exclamar,
puñeta qué frío, 
y uno cierra los ojos de nuevo,
y dice casi gritando, 
fuck it, 
que se vaya a la mierda toelmundo carajo.

No no no, 
ya le dije que no, 
una cosa es una cosa, 
y otra cosa es otra cosa, 
pero no es posible que en este tiempo en que vivimos, 
donde dos más dos pueden ser tres y algo, 
dependiendo de la consistencia de los elementos, 
alguien pretenda desconocer el derecho que tiene la mayoría, 
que no haya perdido ese brazo, 
de empezar una nueva vida donde después de un aguacero, 
todos los seres vivos podamos salir a ver las ruinas de las telarañas.

Tal vez nos encontremos un día,
tú estarás dando un paseo por el parque,
en tu camino no habrá flores,
y posiblemente estará lloviendo, 
pero qué importa,
en algún momento tenemos que darnos cuenta
que la lluvia todavía no es veneno cayendo del Cielo,
y que el arcoiris de esta era tiene un nuevo significado,
uno mucho más humano.

jueves, septiembre 13, 2012

Joyce, Fitzgerald and Edgar Lee Masters

Su alma se desvanecía lentamente mientras él escuchaba la nieve cayendo ligeramente a través del universo y ligeramente cayendo, como el descenso de sus últimos finales, sobre todos los vivos y los muertos.








Gatsby creía en la luz verde, el futuro orgiástico que año por año retrocede ante nosotros. Nos eludió entonces, pero eso no importa, mañana correremos más rápido, extenderemos más lejos nuestros brazos... Y una fina mañana... Así nosotros seguimos, botes contra la corriente, empujados incesantemente hacia el pasado.

























Theodore, el poeta

De muchacho, Theodore, te sentabas largas horas
En la orilla del turbio Spoon
Con hundido ojo fijo en la puerta de la madriguera del cangrejo,
Esperándolo que aparezca, empujando adelante,
Primero sus antenas ondeantes, como pajillas de heno,
Y pronto su cuerpo, coloreado como jabón-piedra,
Enjoyado con ojos de chorro.
Y tú te preguntabas en un trance de pensamiento
Qué sabía, qué deseaba, y por qué vivía en absoluto.
Pero más tarde tu visión observó hombres y mujeres
Escondiéndose en madrigueras de destino entre grandes ciudades,
Esperando que salgan las almas de ellos,
Para que así pudieras ver
Cómo vivían, y para qué,
Y por qué se mantenían arrastrándose tan ocupadamente
A lo largo del camino de arena donde el agua falta
Mientras el verano mengua.

The Hero as a Priest, Thomas Carlyle


Nuestro presente discurso será del Gran Hombre como Sacerdote. Nos hemos esforzado repetidamente para explicar que todas las clases de Héroes son intrinsicamente del mismo material; que dado una gran alma, abierta al Divino Significado de la Vida, entonces es dado un hombre apto para hablar de esto, cantar de esto, luchar y trabajar por esto, en una gran, victoriosa y duradera manera; es dado un Héroe, cuya forma exterior dependerá del tiempo y del entorno en el que se encuentre. El Sacerdote, también, es un tipo de Profeta; en él también es requerido que sea una luz de inspiración, como debemos nombrarlo. Él preside sobre la adoración de la gente; es el Unificador de ellos con lo Santo invisible. Él es el Capitán espiritual de la gente; como el Profeta es su Rey espiritual con muchos capitanes: él los guía hacia el cielo, por dirección sabia a través de esta Tierra y su trabajo. El ideal de él es, que él también sea lo que podemos llamar una voz del Cielo invisible; interpretando, como lo hizo el Profeta, y en una manera más familiar desplegando lo mismo a los hombres. El Cielo invisible, el "Secreto Abierto del Universo", ¡para el cual tan pocos tienen ojo! Él es el Profeta esquilado de su más terrible esplendor; quemando con leve y estable resplandor, como el iluminador de la vida diaria. Esto, digo, es el ideal del Sacerdote. Así en los tiempos antiguos; así en estos, y en todos los tiempos. Uno sabe muy bien que, reduciendo ideales a la práctica, gran latitud de tolerancia es necesaria; muy grande. Pero un Sacerdote que no es esto en absoluto, que ya no apunta o trata ser esto, es un individuo del cual mejor no hablar en este lugar.

tercermundo / Zoofilia

















En la primera imagen podemos ver a un señor, tal vez dominicano, seguro aguilucho, que la necesidad lo hace transportar una chiva tiguerona hacia quién sabe dónde.

En la segunda imagen podemos ver a un doctor en cuyos ojos de borrego a medio morir adivinamos sus lujuriosas intenciones hacia esa linda ovejita que berrea al nombre de Daisy.

martes, septiembre 11, 2012

Ancient Greeks through one's lifetime


Una clara señal de la evolución interna, producida por los años, de honor a quien honor merece es la actitud tomada cuando se lee sobre los antiguos griegos. En mi primera juventud envidiaba la valentía de Aquiles; admiraba la astucia de Ulises; me indignaba ante la desgracia de Héctor, y me solidarizaba con el amor entre Helena y París. Ahora en mi primera vejez pienso que Aquiles no era más que un asesino sin escrúpulos; Ulises un mentiroso sin ninguna integridad; Héctor sigue muriendo por culpa de otros y no por culpa de crímenes propios, y París un palomo galloloco que mientras se quemaba y veía a su gente quemarse también veía a Menelao besando a Helena, mujer griega que ya a los nueve años había sido secuestrada por Teseo y dejada con su mamá para que le echara maíz hasta su regreso, según dicen muchos, entre estos E.M. Berens en su "Myths and Legends of Ancient Greece and Rome":

"Teseo fue persuadido por su amigo Pirítoo, quien también había perdido su joven esposa, Hipodamia, a unírsele en un viaje a través de Grecia, con el objeto de llevarse por la fuerza a las más hermosas doncellas que ellos tengan el chance de encontrar... Llegados a Esparta contemplaron, en el templo de Artemisa, a Helena, la hija de Zeus y Leda, quien estaba ocupada en ejecutar los bailes sagrados en honor de la diosa. Aunque la doncella tenía solamente nueve años de edad la fama de su belleza, la cual estaba destinada a jugar una parte tan importante en la historia de Grecia, se había ya expandido a lo largo y a lo ancho. Teseo y Pirítoo a la fuerza la secuestraron, y entonces  habiéndola echado a la suerte, ella cayó sobre Teseo, quien la puso bajo cargo de su madre Etra."

Y es que cuando se lee imaginando como reales la crueldad y el dolor de estupros, saqueos y carnicería humana que emanan de las páginas épicas griegas, uno comprende que el aporte perpetuo de los antiguos griegos a la civilización no está en sus héroes guerreros, sino en sus estadistas serios, artistas, filósofos y en este caso escritores escribiendo buenas ficciones basadas subjetivamente en hechos históricos. También uno entiende el rumor que desdeña cronologías de que Homero era hijo de Telémaco, y nieto de Ulises, y por eso alabó tanto a este hombre tal vez buen general en una  guerra justificada por motivos nimios (se dice que Helena les dio excusas para invadir Troya), pero también un roedor humano en el que no podían confiar ni los de su mismo bando. Citando a Berens:

"Odiseo, famoso por su sabiduría y gran astucia, estaba en este tiempo viviendo en Ítaca con su joven y hermosa esposa Penélope y su pequeño hijo Telémaco, y estaba poco dispuesto a dejar su feliz hogar por una peligrosa y extranjera expedición de duración incierta. Por lo tanto, cuando sus servicios fueron solicitados fingió locura; pero el perspicaz Palamedes, un distinguido héroe del séquito de Menelao, detectó y expuso el ardid, y así Odiseo fue forzado a unirse a la guerra. Pero él nunca olvidó la interferencia de Palamedes y... En orden de efectuar la ruina de Palamedes, Odiseo escondió en su tienda una vasta suma de dinero. Él luego escribió una carta pretendiendo que era del rey Príamo a Palamedes, en la cual el primero agradecía al héroe griego efusivamente por la valiosa información recibida de él, refiriéndose al mismo tiempo a una larga suma de dinero como recompensa. Esta carta, la cual fue encontrada en la persona de un prisionero frigio, fue leída en un consejo de los príncipes griegos. Palamedes fue instruido de cargos ante los jefes del ejército y acusado de traicionar su país al enemigo, después buscaron en su tienda, y una larga suma de dinero encontrada, fue sentenciado a ser apedreado hasta la muerte."

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