domingo, julio 05, 2015

Matrimonio Interespecie


Yo creo quel que ta en contra del Amor Gay no ha leío a los griegos, no los que tienen el rebú financiero ahora, sino los antiguos escritores y guerreros; si lo ha hecho no le gustaron ni un chin. No es un secreto que Alejandro Magno y Hefestión se adoraban; que Aquiles y Patroclo estaban emperraos. Y esos sí eran machos probaos, amable lector. Esos griegos mataban cíclopes en la mañana para que le diera hambre. Hombres inteligentes, duros como dientes de dragón y valientes como el mismo dragón al que ellos mismos le quitaron esos dientes, que se embarcaban en algo que llamaban trirremes, especie de yola con tres remos, para ir a guerrear lejísimo por muchos anos, digo, años, contra cualquier aparición que apareciera, ya sea humana, atmosférica o monstruosa.

De todos es sabido que cuando Héctor mató a Patroclo a Aquiles le dio un yeyo, estaba inconsolable, daba pena verlo. Tuvieron que ir Ajax, Ulises, Menelao, Nestor, 3 Philoctetes, 20 mirmidones y 2,000 minions y agarrarlo entre todos para evitar que bebiera cicuta. He aquí un inédito trocito de verso a prosa donde Homero narra el show de dolor:

'Aquile, ¿te va a meté a pendejo ahora?', decía el rudo Ajax.
'Aquile, aquí hay muchísimo jóvene griego en salú a uté hata lo camello le hacen ojo bonito', decía Philoctete El Promiskuo.
'Aquile, yo ni na te vua decil', decía el otro Philoctete al que llamaban El Parko.
'Aquiles, deja de vertir tus lágrimas en mi pañuelo', decía el otro Philoctete de apellido Galván.

A ver, amable lector, ¿en qué le puede molestar a un ciudadano que otro ciudadano sea gay y quiera casarse con su pareja suya de él? En nada. La única razón que me llega a la cabeza para estar en contra de esa boda es el interés romántico hacia uno de los novios, lo ama y no quiere que se case con nadie; pero usualmente las razones que dan los homofóbicos son religiosas, divinas, abstractas, nada que ver con este mundo físico de derechos, leyes, impuestos, bien común y sentimientos. 

La principal razón es que Dios está en contra del Amor Gay, alegan. No me voy a detener en, como dijo Douglas Adams, '¿Quién es esta persona Dios anyway?', aceptemos esa filosofía cuadrada: Dios existe, es bueno, es todopoderoso, nos ama. Ahora bien, a estas alturas de la civilización tecnológica, me parece que debemos apelar esa sentencia divina contra el Amor Gay, o por lo menos exigir una prueba de que Dios en verdad dijo eso, especialmente cuando hace tanto tiempo desde la última vez que un cristiano supo algo de Él. 

'La Biblia es la prueba ahí está clarito', dicen los homofóbicos, específicamente mencionan un nombre feo y superficial, Levítico, al que de cariño llamaban el Leve:

"Y cualquiera que tuviere ayuntamiento 
Con varón como con mujer,
abominación hicieron:
Entreambos han de ser muertos;
Sobre ellos será su sangre".

Dios existe y escribió la Biblia, es decir, no con sus propias manos, con las manos santas de hombres santos a los que les gustaba mucho usar batolas color caqui; es un libro sagrado, que lo es a nivel literario; lo dictó entre sueños y pesadillas, es sagrado, sí, pero ha sido demasiado manoseado a través de los años por hombres horrorosos en eras oscuras cuyos homólogos de ahora son los nuncios manoseadores de niños y los cardenales manoseadores de dinero. Por favor, amable lector que sí lee antes de comentar, que sí piensa antes de repetir como un loro que se llenó de odio, debemos dejar espacio para la mutilación de un evangelio, para la usurpación de adjetivos en cantares salomónicos y de verbos arameos en la traducción del Génesis. Para de una vez decir palabras fatales como dijo Reyes, esos viejos religiosos de porra se juntaban en cónclave o concidiáblolo un invierno largo con nieve y sin infernet en una edificación sin empañetar llamada abadía en una montaña altísima a cenar pesado con mucha carne roja y pocos vegetales, a beber licores fuertemente fermentados y a, entre eructos, velas y peos, traducir caprichosamente, editar medalaganariamente, escoger tiñosamente, agregar malsanamente y retrasar evidentemente el desarrollo de la Ciencia y de la Felicidad Humana. Esa terrible sentencia en Arameo Literal es afortunada: no era ayuntamiento, es Coito; no era abominación, es Gozo; no era muertos, es Felices; no era sangre, es Semen. Para no ir más lejos, ahora mismo salió una edición del Huckelberry Finn donde unos carajos gringos se atrevieron a editar a Mark Twain cambiando el nombre de Nword (no voy a escribir esa palabra) Jim por Esclavo Jim, y si eso fue en esta era informativa instantànea con Infernet, no digo yo todas las modificaciones que sufrió la Biblia en esa era sin electricidad ni siquiera. A Levítico El Leve hay que interrogarlo de nuevo, que diga si la traducción es correcta, que si correcta nos diga cómo y cuándo Dios le dijo eso, ver si gaguea y tose y se ahoga, si mira a uno a los ojos cuando floja esa vergüenza puesta en la boca de cualquier dios que se respete. Sea decente, no le haga perder el tiempo a la Humanidad, necesitamos un video youtube de Dios diciendo esa atrocidad. Es más, como a Él no le gusta mucho que lo vean (una burka resolvería ese dilema) que por lo menos nos deje grabar el rayo divino mientras lentamente escribe en un peñón:

"No Te Casarás Con Humanos, Y Bestias, Del Mismo Sexo".

La inclusión de Bestias en este nuevo mandamiento no es gratuita. Otra razón que alegan los homofóbicos y homofobestias es que después de aceptar el Matrimonio Gay querrán también el Matrimonio Interespecie. No sé usted, querido lector que no comenta insultos sin leer, pero cuando alguien vomita: "¿Y qué impediría que no se casen con un perro, con un caballo, con un camello?", mi primer pensamiento es que me extraña sospechosamente que no mencionara Chiva u Oveja en esa fantasía erótica que parece tener, y simplemente veo a un cuadrúpedo gruñendo, con perdón de los centauros, un pueblo cuadrúpedo y sabio, especialmente de Quirón que le enseño medicina a Esculapio; mi primera respuesta siempre es: 'Mire, caballerete, yo con usted no hablo más, que la vida es muy corta y muy maravillosa y usted es muy bruto y muy innecesario para estar insultando con el bestialismo a hombres y mujeres que usualmente son ciudadadanos más civilizados y más útil a la Sociedad que usted'; pero, ay del destino del hombre, si no me puedo ir y evitar esa intolerable compañía porque no aparecen taxis, porque ta bien de madrugà y el barrio es peligroso, porque ta pasando un ciclón y estoy en un refugio, después de persignarme y pedirle a Dios que mengüe su ira y que por favor pare la lluvia aunque sea, le diría al caballerete bestial que tampoco me opongo al Matrimonio Interespecie, eso sí, debe ser, como todo entre adultos, de mutuo acuerdo. Esa bestia elegida debe consentir sin lugar a dudas amarlo hasta que la muerte o el carnicero los separe. Verbigracia:

Si un hombre adulto va caminando por el monte y en el mismo medio de una parcela sembrada de piñas y girasoles atisba a una Chiva color chocolate de colita traviesa y blanca, de ojos bizcos y almendrados, y Cupido silba preparándose, y la linda Chiva mira fijamente al Hombre acercándose cada vez más a la empalizâ, y el Hombre salta cayendo al lao de la Chiva, y Cupido lanza su flecha y Oh, los besos caprichosos, y Oh, el placer cabruno, y Oh, el amor chivirico; y el Hombre pisando nubes regresa al pueblo, dirige sus pasos presurosos hacia el Juzgado de Paz donde le explica su honorable intención de honrar a esa adorable Chiva al Juez estupefacto... Si el Juez es un hombre justo e inteligente solo le exigirá al Hombre que la Chiva sea mayor de edad y que esté de acuerdo, es decir, si esa Chiva chula puede expresar coherentemente que Sí (no es que diga BEEEEEE cada vez que oiga la palabra matrimonio, que eso se entrena), que quiere casarse con ese Hombre, y ponga aunque sea una X (puede usar pezuña o mandíbula para agarrar lapicero) en la línea donde dice Esposa en el Acta de Matrimonio, pues, felicidades, que Hombre y Chiva vivan felices comiendo perdices y yerba tierna.

No es el matrimonio como institución que es sagrado, sagrado es ese Matrimonio particular donde los cónyuges se aman con respeto y lujuria y consideración, ese vivir recíproco con el propósito de hacer que su pareja y usted sean felices, se pasen la vida gozando, sin estar de metiches. Lo grande es que los mismos homofóbicos del matrimonio sagrado aceptan muy tranquilamente y sin amenazas infernales a cualquiera que se case para conseguir dinero o greencard, o hasta ellos mismos lo hacen, que no son ni uno ni dos. Soy heterosexual; si por mí fuera todos los hombres fueran gay, y se casaran, y yo viviera como un bacano.

Tengan todos un feliz fin de semana. A los homofóbicos les dedico con mucho cariño varonil los versos iniciales del poema Remordimiento, de Borges. 

He cometido el peor de los pecados 
que un hombre puede cometer. 
No he sido feliz. 
Que los glaciares del olvido 
me arrastren y me pierdan, 
despiadados. 

viernes, julio 03, 2015

Macotoro of New York


Yo me fui de RD hace como 9 años. Yo vivía en la capital y estaba siempre quillao con las cagabunderías patétricas de leonel y sus comesolos, con crisis de apagones y BANG, me llegó la Greencard gracias a que mi salvadora madre me había pedío hacía como una década. Tuve la suerte de que me llegó justo cuando pusieron la Ley Seca de no beber después de la medianoche. De hecho, la gota que derramó el vaso de pipí fue que salí un miércoles a un cumpleaños de un pana, y cuando raudo regresaba para mi Ensanche Quisqueya (juyendo desde que dieron las 12 cual barbuíta cenicienta gambada temiendo que el carro de mi hermana de repente se convirtiera en una auyama) me pararon en la 27 con Gómez tres policías con ametralladoras.

—Va preso que ta bebiendo.
—Yo no toy bebiendo na.
—¿Tiene romo en ei carro?
—No tengo romo en ei carro, tengo perico, yeiba, LSD, y 3 mejorai para niños, pero romo no tengo.
—Vamo pai cuaitei dei plan piloto pa revisai ei carro.
—Toma.

Seguí mi camino rumiando la abusadora disminución de mis fondos cuando en la 27 con Lincoln me pararon tres policías con ametralladoras, y como un dejà vu infernal el mismo diálogo se repitió, pero esta vez el acento del delincuente uniformado en lugar de cibæño era sureño, "Par cuarter", dijo ese fatal. Vuelvo y arranco maldiciendo el segundo atraco consecutivo cuando en la 27 con Churchill me pararon, otra vez, tres policías con el mismo traque, pero, como a la realidad le encanta la asimetría simétrica, el acento del delincuente uniformado era capitaleño, "Pal Cualtel", dijo ese otro fatal. "Vamo a ve si crean un código, 666, pa que el ciudadano se lo diga cuando ya fue atracao por uno de utede esa mima noche", le aconsejé al muy bestia mientras le entregaba mis últimos 100 pesos. Cuando apocao, abrumao por la indignación, por fin llegué a mi casa, había un apagón y la planta estaba apagada porque ya había cogío mucho fuete esa semana y ni siquiera era viernes.

Otra cosa era comprar ropa allá, era difícil encontrar pantalones que me quedaran bien. Soy 31 de cintura y 30 de piernitas, aunque prefiero 32-30, y allá en RD nada más aparecían 32-34 o 32-40, y después de comprar no muy contento el modelo que me quedara Meh tenía que ir a bregar con Pichicho, un sastre frustrado, que quedaba por mi casa, que alteraba ropa mientras apostaba dinero a cualquier deporte, quien parece que había aprendío a hacer ruedos con el papá de Groucho Marx, siempre quedaba una pierna como más larga que la otra, aunque el juraba y perjuraba que taban igualita. También con los sombreros, desde niño me han gustao mucho los sombreros, no solo pa tapá mi calvita, como dice un primo mío devoto del dar cuerda y del pedir dinero prestado, también para ocultar mi rostro (si por mí fuera aquí andara con una burka, pero fácilmente me explotan pensando que es una burla fashion a Mahoma), además, me dicen que me quedan muy bien, y son muy buen rompehielo, a los 5 minutos de llegar a un antro alguien quiere ponérselo, en fin, que aquí en NY aparecen sombreros como uno los quiera, italiano hecho a mano a precio razonable. Allá nunca encontraba del tamaño de mi caco, los que me quedaban bien usualmente eran de rústico guano y uno una vez me peló la frente que tuvieron que ponerme mentiolé, y pico muchísimo. 

Otra cosa era comprar libros allá. Aquí en NY aparece el libro que uno quiera, y en inglés si el autor lo escribió en ingles (y así no tengo que bregar con una traducción española que ponga Escualo por Shark y por Blossom ponga Pimpollo), de hecho, ahí en Strand compré uno por 1 dólar con todos los poemas de TS Elliot. Allá en RD cada vez que iba a comprar libros me topaba con otra edición de lujo de La Casa de los Espíritus, que ya había leío obligao cuando estudiaba en UNIBE. A propósito, en la clase de mi BFF también lo pusieron y sucedió lo siguente:

—Jáquez...
—Presente profesora.
—¿Está leyendo el libro?
—Claro profesora, ya yo voy como por la mitá.
—A ver, ¿por qué vía llegó Barrabás?
—No profesora, yo todavía no voy por ahí.
—Avance Jáquez, avance...

Yo, gracias a la Fuerza, no soy un perro creado por Isabel Allende, no llegué a NY por vía marítima, llegué en un avión y empecé a coger lucha de una vez, frío, trabajitos de mierda, el axioma de los comienzos son difíciles para el que no es rico, eso se sabe, que el rico solo se va de su país por estudios, porque la mujer lo botó o atrás de un hombre, por huir de la Justicia, o porque quiere despertar frente al Everest; pero el tiempo fue pasando, el vacío en el estómago que llaman Nostalgia empezó a sentirse solo en Semana Santa (porque estos gringos de porra trabajan hasta el sagrado Viernes Santo santísimo, son unos abusadores carajo), perdón por el exabrupto (pero coñazo es una injusticia muy injusta que la Semana Santa solo se celebre en países subdesarrollados, es decir, católicos); pero bueno, chin a chin ese vacío fue molestando menos, especialmente cuando cenaba Salmón Gratinado en un restaurant italiano que queda por Fordham; el cerebro adulto fue comprendiendo que en este hábitat el clima solo era malo algunos meses, que era muy chulo ver la nieve caer, abrazao y sin tener que salir, que después del invierno llegaba la primavera con el bonito revoltiao, que con cada estación yo me sentía diferente, mi alma se multiplicaba ante la variedad, que el Brooklyn Bridge, como dijo Marquis, es una canción de piedra y acero, que a pesar de todo yo vivía como un arcipreste glotón con las necesidades básicas cubiertas (esas cuyo valor minimiza aquel que siempre las ha tenido cubiertas): comida, techo, aire acondicionado, calefacción, agua caliente, ropa (algo banal que, no lo dijo Wilde, pero alivia problemas banales y elementales), una friza bien gorda que me hacía dormir cómodamente por 6 horas mínimo, sin apagones ni temor de que par de ladrones se vayan a meter a mi casa a robarme y a matarme mientras duermo (que en Bonao tengo familiares que se turnan para pasar la noche en vela en una mecedora y pegan un brinco taquicardioso hasta cuando una brisita tumba un coco). Y así, el otro día que NY amaneció a 75, con la Naturaleza parida de Cherry Blossoms, fui donde Tío Mingo quien tenía puesto un canal de RD, y sufrí las noticias por una hora, y sufrí una sesión de la cámara de diputados, y sufrí par de horas De Extremo a Extremo, inmediatamente como un personaje de Flann O'Brien, que no es mártir ni masoquista, caí de rodillas, y di gracias a los cielos de estar lejos de todo eso.

Una cosa antes de irme. No se equivoque con nosotros los diasporeros mandadores de remesas que nos adaptamos a vivir fuera, a uno le duele intensamente su Quisqueya, uno pierde el apetito frente a un locrio de costillitas ahumadas porque se enteró de algún desastre en el terruño, ya sea un ciclón mandao por la Naturaleza o el pacto de danilo con miguelvarga.

La vaina es que si uno es adulto uno vive donde siente que uno está mejor, que nadie le tiene una pistola en la cabeza a uno para que se quede aquí, a pesar del eterno macaneo infantil de "Yo vivía en RD como una princesa y mírame aquí estudiando este libro en inglés", o, "Ahora mimo tuviera yo en una enramá bajando jumbo y no aburrío con to eta nieve"; uno sopesa lo bueno con lo malo, y decide vivir esa vida elegida. Es como la fábula inédita de Esopo sobre el Macotoro que vivía en un lugar medio árido, con muchos predadores y pocos insectos, con una novia escorpiona y panas saltacocotes con los que jugaba dominó, y un día una tortuga viajera le dijo que un poco más parallá, hacia el Norte, había un oasis con insectos y charquito, y en el último párrafo dejamos a ese Macotoro zambullío hasta los ojos saltones en ese charquito, sacando la cabeza solo para engullir una mosca o libélula que se puso a distancia de su larga lengua. La nostalgia del pobre es una penita necesaria, entre una ciudad donde vive mejor y unos humanos donde vive peor se elegirá la ciudad. 

Y ya sí es verdad que me tengo que ir, que voy para Brooklyn y hoy es la Parada Boricua o Dominicana aquí en NY, esos trenes se pondrán bien demanding cuando al atardecer se acabe el desfile en downtown, van a estar full de mulatas mamis culúas con atuendos veraniegos acompañadas de mulatos papis celosos con barbitas dibujadas, tal vez alguno porte un cuchillito con filo. A propósito, déjeme preguntarle algo yo a usted, ¿se imagina que en RD hagan una Parada Haitiana, cerrando la 27, la Gómez, la Lincoln y la Churchill, con los haitianos bailando gagá en esas calles de Dios?

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