miércoles, marzo 22, 2006

About Sadness


Cuando la gente se siente triste camina mirando para abajo, arrastrando los pies, por eso es que según las estadísticas son las personas tristes que más se encuentran dinero y joyas en la calle. Y claro, a muchos se les va la tristeza, no porque se encontraron veinte pesos, no, es sólo por el hecho de tener la suerte de conseguir algo por nada.


Hay muchos motivos para estar triste, pero desde los filósofos griegos hasta David Byrne con su "Into the blue again after the money is gone" muchos están de acuerdo, y son avalados por estudios hechos por Master & Johnson con hombres mayores de 30 años que viven en el sótano o en una habitación con cama de niña en la casa de sus padres, que no tener dinero, andar sin un chele, estar en olla, es la principal causa de suicidios entre los hombres; empate sólo con ser dejado por la mujer que ama por un enano con el tatuaje del logo de Guns and Roses en el pecho, pero dizque en lugar de pistolas cuchillos.

Usted se siente triste, sale de su casa y cena una buena cena en un restaurant invitando a una amiga con un repertorio de temas que van desde su perrito chihuahua llamado Chikito hasta la diferencia sólo para sus ojos de la primavera y el verano en Santo Domingo. Además es bonita, y cuando se ríe dos hoyitos en las mejillas. La carne sabrosa, el vino vino, la sonrisa de una mujer bonita y adiós tristeza. Si no tiene dinero ni cable y lo que le queda es quedarse en su casa mirando Freddy y Punto o hay un apagón nada más que se jodió.

¿De dónde viene la palabra tristeza? Del latín tristitia, que significa estar triste pero en latín. Muchas veces la tristeza es un efecto puramente endógeno, whatever that means, que se produce en el interior del individuo por una falla en el balance químico del sistema nervioso. El primer caso de tristeza aguda fue registrado en Adán cuando le quitaron la beca y lo botaron como un perro del Edén. Moisés no le habló a nadie por dos años cuando se dio cuenta, a los 38 años de vueltas y vueltas por el desierto, que estaba perdido. El médico griego Hipócrates la diagnosticó en el siglo IV antes de Cristo, llamándola "melancolía", a un hombre que no le permitieron casarse con su chiva, llamada Melankholía porque ella siempre estaba de mal humor; y para todos es conocida la tristeza inmensa que invadió a Cristo cuando se enteró de los planes que tenía Dios para su cuerpo.

En fin, no tener dinero o ser crucificado pueden causar tristeza, pero ojo, a veces la tristeza no es más que una resaca, una forma tiránica del cuerpo pedirle otra equis, otro pase, otro trago, otra fiesta.





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