sábado, enero 13, 2007

Happy New Year to you

Y se fue siempre para Las Terrenas. Llamó el sábado desde la carretera, iban por Nagua. Le dije par de coños, maldita gárgola, y colgué. Si les molesta la envidia y el despecho dejen de leer.

Pasé la tarde con Rita, Cuki y El Chepe. Bordeamos el malecón, Cuki quería ver el mar, cruzamos el puente flotante, vimos el Paco Rabanne anclado por miles de guirnaldas verdes, paramos en la Plaza del Puerto. Me enamoré de los tres. Rita tan larga, Cuki tan mami, El Chepe tan universo particular.

Los botes y veleros son nuevos. La brisa de gasoil agita banderas de Canadá, España, Francia, Miami. Es curioso, no puedo recordar ni un nombre. Ni siquiera el del bote de Pedro Martínez que parece un juguete high tech gigante, los tenis Nike de un ogro.
Cierra los ojos por un minuto.
—¿Tú ve?, uno pue gozá con el dinero de lo sotro, ahora mimo tamo en San Tropé —dice El Chepe.
Todavía en ensueño conversó doscientos pesos con unos pescadores de mar adentro para una vuelta hasta debajo del puente Duarte.

Rita, Cuki, El Chepe sobre una yola blanca,
atravesando el camino de basura
que acompaña a tortugas y careyes a la isla Beata.
Todos los peces han muerto,
las algas son plásticas,
ahogado veo a un perro
los corales son desechos.
Sólo las lilas sobreviven la inmundicia,
las lilas son cucarachas del río Ozama.

El teniente de seguridad de la plaza siente nostalgia.
—Con esa luna e que e bueno navegá. Yo etuve nueve año en el detacamento de Cayo Levantao, comiendo cangrejo en lugar de pollo. ¿Uté cree que yo con un dinerito pasaría el año nuevo aquí, o en Nueva Yor? No señor, arrancaría pa la playa ahora mimito. Qué luna.

Llega Loly, sus padres nos invitan a cenar comida italiana hecha aquí, después del Acuario.
Llega la yola, los tres saltaron al mismo tiempo. Se acercan y saludan a Loly, hieden a pescado.

Desde la casa de los papás de Loly seguimos viendo el mar.
Papas salteadas, salchichas de verdad, frijoles, pie de manzana, arroz con leche de Mike Mercedes, un ratoncito camina lentamente frente a todos. El Chepe sube los pies:
—Yo soy rato fóbico, no me pidan que lo mate.
—E venenno, casi morto—dice Don Vito, el papá. La mamá tiene la cara roja de la vergüenza, no vuelve a hablar en toda la noche.
Alessa, la hermana, huele a vino tinto.

Rita y Cuki se fueron para Las Terrenas el domingo, en la mañana.

Un amigo mío llama desde Las Terrenas el domingo, en la tarde.
—Loco, viejo, man, vi a tu mujer en una playita casi virgen, ¿porqué tú no taquí?, tengo una cama sola pa uté, arranque pacá y no se preocupe por na, loco, man, viejo, bueno.
Sonaba borracho, apenas las 5:15. Aquí el vecino me obsequiaba una versión unplugged de Hotel California, Hell Freezes Over, me dijo. Le pedí prestado el sobre de cianuro que viene incluido en el cd.

Salí al colmado. Sentados un ruso, dos mujeres, varias botellas. Detrás del mostrador, Leonte:
—Claro que voá abrí en año nuevo. ¿Y qué voá hacé? A mí no me gutan la película, lo que hacen en ella lo podría hacé yo. Sí, dede que vine de Puerto Plata en el 63 me paso lo saño nuevo trabajando. Sí, dede que tumbán a Juan Bo.

Mi amigo deja otro mensaje en el celular.
—Loco, viejo, man, la vi, con un tipo con cana, una yipeta dorada, una playita solitaria, casi de noche, no hacían na pero taba como raro, loco, viejo, man, bueno.
Sólo había pasado un día. Un hombre, una playita virgen, atardecer de domingo. Esperarán la luna ahí mismo, la de Lorca, mi luna. Imaginé un manual donde estar encerrado en un búnker conmigo y cigarrillos era una clase de diversión. No salíamos a parte. Nunca una playa, nunca unas vacaciones. No sé cómo aguantó casi un año. Debe ser por su sangre turca, en CNN dijeron que ellos aman y seducen con el sufrimiento.

Salí a comprar cigarrillos en la madrugada. En la Sarasota una prostituta:
—Yo voy a pasai año nuevo aquí mimo donde tú me ve. Siempre hay un borracho botao. Mucho dinero y poca lucha.

El lunes fui a trabajar sin dormir. Edgar tiene canas y es turco también:
—Tú sabe que ese amigo tuyo e un chimoso de alante, el hermano de ella tiene cana. Pero bueno, la única forma de comprobalo e que coja pallá ahora mimo. Lleva un bate por si acaso. Si te queda pue vení con Mónica y yo a la casa de lo suegro, bien familiar.

El Chepe, Loly y Alessa se fueron el lunes 31 al mediodía para Las Terrenas.

Dormí en el sofá una siesta de diez horas.
A las 12 desperté con fuegos artificiales.
Abrí la puerta, Happy New Year.
El estruendo era digno de las luces de los chinos.
En cinco minutos llamará mamá.
Cuatro horas manejando es distancia lejana para el desprecio.
Ahora mismo alguien le da lengua.
Nunca más volveré a mirarla a los ojos.
La luna está justo encima de mí, si cae me rompe el cráneo.
Respiro vidrios.
Soy un poema de William Carlos Williams.
Soy una lila del río Ozama.



Pictures by Jaime Guerra.





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