sábado, noviembre 27, 2010

Forgetfulness by Billy Collins






















El nombre del autor es el primero en irse
seguido obedientemente por el título, la trama,
la conclusión rompe corazones, la novela entera
que se convierte repentinamente en una que nunca has leído
ni siquiera escuchado,

como si, una a una, las memorias en tu puerto
decidieron retirarse al hemisferio sureño del cerebro,
a un pequeño pueblo pescador donde no hay teléfonos.

Hace tiempo que besaste adiós a los nombres de las nueve Musas
y miraste la ecuación cuadrática empacar su maleta,
y aún ahora mientras memorizas el orden de los planetas,

algo más está deslizándose lejos, la flor de un estado tal vez,
la dirección de un tío, la capital de Paraguay.

Lo que sea que luchas por tratar de recordar
no está en la punta de tu lengua,
ni siquiera acechando en alguna esquina oscura de tu bazo.

Ha flotado lejos en un oscuro río mitológico
cuyo nombre empieza con una L hasta donde puedes recordar,
bien en tu propio camino hacia el olvido donde te unirás con esos
que hasta han olvidado cómo nadar y cómo montar bicicleta.

Con razón te levantas en el medio de la noche
para buscar la fecha de una famosa batalla en un libro sobre guerra.
Con razón la luna en la ventana parece haber salido
del poema de amor que conocías de corazón.


Image by Gabriel Orozco.

domingo, noviembre 21, 2010

Two Bodegas


Cerca de mi casa tengo dos bodegas. En ambas me fían.

La "Coquí Mini Market" es administrada y atendida por dos hermanos boricuas, asistidos por un utility mexicano. De más está decir que el mexicano está ilegal, whatever that means, y que las condiciones de trabajo son muy parecidas a las de un carga piedras en la construcción de cualquiera de las pirámides, en cualquier hemisferio. Creo que no tiene días libres, entra a las 11 de la mañana hasta el cierre, yes, around midnight dear Thelonious. Aquí hay un buen uso de la palabra utility, como un Bugs Bunny tercermundista juega todas las bases. Carga cajas, limpia pisos y ventanas, atiende la caja cuando el hermano de turno se come su ajó con habichuelas, busca fundas de hielo, tumba con una vara plástica papeles higiénicos muy altos, vigila que los palomos no roben, saca crackheads sin dinero, hace sandwichs con productos Boar, en fin, indispensable. No me gusta mucho ir a esta bodega. Siempre me toca el turno del hermano lento. Siempre hay una fila en la caja. Siempre se hace un lío con el cambio. Siempre cobra de más. Siempre está en el limbo.

-Bueno mister son 12 con 25.
-No, no puede ser.
-Bueno mister let me sumar de nuevo.

Los que esperan para comprar un dutch y enrolar y continuar jugando Modern Warfare para Xbox 360, suspiran cambiando el peso del cuerpo de pie a pie.

-Bueno mister son 7 con 45.
-No, todavía e mucho.
-Bueno mister let me sumar de nuevo. Hey mister, no me abra la yuca que then you have to buy it nene.

Todos en la fila se prometen no volver a esta bodega, la vida corre por Morris Park, y este señor no puede, con la ayuda de una calculadora, sumar correctamente una cocacola, un funny fingers y una tarjeta de llamada de dos dólares. Pero es que uno sale del tren, recuerda que se está muy cómodo acostado frente a la televisión con una membresía de Netflix, y entra esperando un milagro.

-Bueno mister son 5 con 60.
-Close enough.

La "Van Van Grocery Store" debe su explosivo nombre a la conjunción de dos calles en honor a dos hombres con Van al principio de sus apellidos. Atendida por una familia dominicana, papá bodeguero, hijo mayor bodeguero, hijo menor bodeguero, hija bodeguera, primos bodegueros. Esta bodega tiene el segmento femenino del barrio. Es mi favorita. La fila se mueve rápido y casi siempre tienen un tema dominicano saltando alegremente como pelota de playa. Papá bodeguero es un filósofo. Sus aforismos tocan cualquier vaina.

-Comer habichuelas con dulces en Semana Santa es una costumbre de países pobres.
-Nochebuena, y yo trabajando, el bodeguero no es gente.
-Vladimir Guerrero y David Ortiz son de Nizao, parece que de ese pueblo nada más salen negros.

La hija bodeguera aparece de noche, de martes a viernes. En verano uno puede notar que sufre de vitiligo, descoloraciones en los codos y en el antebrazo izquierdo. En otoño sus cabellos se vuelven más negros. Te mira, no te mira. Abre brevemente la boca, te saca la lengua. Suma al vuelo 20 artículos. No se parece a ninguna musa de Godard, nunca se ha preguntado si colocar el adjetivo delante o detrás le cambia el significado a la palabra, pero sí comparte el deseo femenino de tener un hijo. Une femme est une femme.

sábado, noviembre 13, 2010

To my irish girlfriend traveling through third world countries

Ay linda amiga irlandesa, quieres morir de Dengue, Cólera, u otra enfermedad terrible y tercermundista. Tomaste seis meses de vacaciones, a break, de tu trabajo en la BBC, y los pasarás viajando por centro y suramérica. El itinerario incluye Bolivia, Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Paraguay.

Quieres tratar en otro hemisferio. Ya has sobrevivido varias veces a la India. Una tarde, mirando los cuervos volar sobre Madrás, sentiste que era tu tierra, y trataste de ser adoptada por una familia de apellido Chowdhury. Deseaste ser una niña de grandes ojos marrones con las manos tatuadas, engalanada con un sari amarillo en una boda donde por fin verías la cara asombrada de un esposo niño ya viudo.

La razón de esta odisea es aprender español, me dijiste. Ay estos suicidas latentes, inventando excusas para no tener que hacer el trabajo ellos mismos.

Mami, traveling by boat keep your feet out of the water.
Do not trust any politician, right, center or left.
Do not trust any man of religion, evangelical, catholic or mayan.
Do not eat strange dishes, remember Wilde: "Strange dishes produce the strangest diseases."
When awaking in the middle of the night with a snake in your bed, do not panic. Just jump and pray.
Always check your boots for spiders and scorpions.
Always keep venom antidotes at hand.
Always wear a straw hat.
Look at the lonely moon, it is your mirror, according to a blind old man.
Try to not fall in love with the natives. Soon you would become one. Soon you would find out that exotic words sometimes have nothing but ugly meanings.
Walk looking ahead, back, and sideways, avoid dark streets and always carry an umbrella.
Have in your pockets loose pesos, or soles, or whatever the name of the currency is. Remember that bribing the police is not a crime in a third world country.
Whenever possible, avoid mudslides, accidents on rivers, and get attention in time for simple illnesses.
Boil the drinking water at least for half an hour.
Be filthy, do not bathe everyday. A dirty woman makes a very unattractive rape victim.
Sleeping on a beach, remember Li Po: "...with the sand for a pillow, and a blanket made of heaven."
Enjoy the stars.
In a funeral for the last victims of a volcano, hurricane or earthquake, do not think that the sad way mourners shrug their shoulders is in any way dignified.
Stop for a while in San Pedro La Laguna, enjoy that beautiful spot filled with avocado and papaya trees, coffee bushes and yellow flowers.
Read Roald Dahl.
Befriend a llama.
Ride a donkey.
Do not kiss a turtle.
Dance with a monkey.
Learn to say "I love you" in guaraní.
And please, please, please come back to me.

    miércoles, noviembre 10, 2010

    Dominican Stage Fright

    Desde que me compré par de sombreros y me enganché a esto de escritor he leído en público como 4 veces. A mis amigos les doy pela con mis disparates, especialmente si hay bebida de por medio, pero siento un verdadero terror a hacerle lo mismo a desconocidos, y de manera colectiva, y con luces y cámaras. En fin, Miedo Escénico.

    La primera vez que leí fue en una Feria del Libro en mi isla, cayendo la tarde, y por poco y vomito del susto.

    Otra vez leí en una reunión de escritores de la diáspora aquí en Nueva York, y me emborraché tanto que desperté en un sótano en Patterson, en el terrible New Jersey. Esta actividad cultural tomó lugar en el apartamento de una doña que le gustaba escribir versos con rimas y se armó tremendo rebú cuando uno de los poetas le dijo a otro que eso que él había leído, titulado "Soneto Sin Título", era la mierda más grande que había escuchado en sus 49 años. Mire mamañema, fue la respuesta en verso; tirarle una botella media vacía, ¿o media llena?, de cerveza Presidente, fue la respuesta en prosa.

    Antes de continuar debo referirme a una palabra del párrafo anterior: Diáspora. Es muy posible que esta sea una de las palabras más feas en la historia de las lenguas vivas y muertas. Suena a enfermedad, igual que Blogósfera. Doctor, me ha salío una blogósfera en la diáspora, o viceversa. ¿Es maligna?

    Otra cosa, ahora los poetas leen acompañados de buenos músicos tocando buena música. Hablo del Spoken Word. Ahora cuando uno se para a leer la gente empieza a decepcionarse al notar que no existen visuales ni mucho menos instrumentos. By the way, no sé quién se inventó eso de Spoken Word, pero deberían revisarlo. Suena aburrido, redundante, lame. Creo que deberían llamarlo Stand Up Poetry, más dinámico, además que muchos de los poemas son bien chistosos. Esto es al margen.

    Pero bueno, un pana me invitó a participar en Cielo Naranja en Nueva York, donde el entrañable Miguel De Mena iba a poner en circulación un libro de Luis Días, lo mejor que ha salido de Bonao después del Típico y los hongos. Aunque no hago malabares con candela, no tengo una culebra que adivina los números de la Loto, ni mucho menos trago espadas, no pensé en ese momento que me estaba invitando a leer frente al público más exigente del mundo, los artistas dominicanos. Pero bueno, la actividad iba a ser en el estudio del pintor Rider Ureña, adorador de ciguapas y excelente anfitrión, además de vivir justo arriba de una discoteca donde en los carteles se anuncia a Peña Suazo y La Banda Gorda, en vivo, es decir, señores, cuando los intelectuales empiecen a discutir, recitando poemas para reforzar teorías, sobre los poetas de los 80s justo después del segundo gobierno del PRD, uno muy bien puede bajar y bailar quemando con una mamota dominicana que trae fuego, pa la cintura, que trae fuego, pa las caderas.

    Llego antes de las 8 y la cosa pinta bien. Varios artistas visuales decoran el lugar. Una mesa con líneas de sillas al frente. Un tanque lleno de hielo y cervezas varias marcas bien frías. Un pintor boricua se encargó del catering, picaderas saludables donde el apio tenía un papel preponderante. Al carnívoro le daban ganas de bajar a comprar uno de esos hot-dogs del chinchorro sabiamente ubicado frente a la discoteca, pocas cosas dan más hambre que el baile sin perico en la madrugada. De hecho, el chinchorro está en la lista de Zagat como el 12vo mejor hot-dog entre la 201 y Dyckman. A los pocos minutos empieza a llegar gente. La alegría puede sentirse. Hombres y mujeres sonríen anticipando el placer de ser quienes verdaderamente son aunque sea por una noche, artistas; olvidar por unas horas esa parte práctica tan necesaria para pagar las cuentas a fin de mes. Abrazo a Miguel, entra Junot Díaz. El ganador del Pulitzer entra sin bulto, sencillo, agradable. Se mezcla entre otros artistas de menos éxito, tal vez menos talento, y las fotos no se hacen esperar. Yo lo saludo y contengo las ganas de abrazarlo, y alabarle "Fiesta, 1980", o "How to Date a Brown Girl (Black Girl, White Girl, or Halfie)", decirle que cuando Newsweek lo eligió entre los 10 mejores nuevos escritores del 1996 yo sentí una sensación muy parecida a la que sentí cuando Pedro Martínez ganó un Cy Young.

    Miguel me presenta con halagos nunca merecidos, y mi primer impulso fue mandarme a correr por los laberintos del estudio de Rider. Si la puerta a la calle hubiese estado más accesible de seguro lo hubiera hecho, pero tragué en seco y empecé a leer. Luego leyó Josefina Báez, Claudio Mir, y Miguel dijo unas palabras sobre la obra de Luis Días, leyendo el mejor poema de la noche. Entre el público había un señor, creo que pintor, que estaba loco porque llegara la sesión de preguntas y respuestas, interactuar con los escritores, como dijo. Junot Díaz le pidió que por favor respetara y no interrumpiera a Miguel.

    "Mire carajo, eso que leyeron ahí no e poesía, y tú Junot no ere dominicano na, que tú ecribe en inglé y si cree que porque te ganate el Púliser va sa vení a echá vaina..."

    En cuestión de segundos todomundo olvidó a Luis Días y empezó la empujadera. Al final sacaron al indignado designado para defender la poesía y el idioma español, no sin antes tirarse varias trompadas al aire.

    ¿Por qué los seres humanos somos así? Iba a decir dominicanos pero imagino que en todos los países aparecen esos demonios frustrados que no soportan el éxito de un paisano. Recuerdo que una vez fui a una lectura de Junot en Barnes & Noble, por Union Square; el lugar estaba lleno, gente afuera. Allí la mayoría eran gringos, o como les llaman los latinos aquí, blanquitos. Y todos demostraban su admiración y cariño por Junot cuando le preguntaban algo. Pero Junot va a apoyar una actividad cultural menor, y sus paisanos quieren negarle hasta la dominicanidad. Un tipo que de seguro podía haber estado esa noche de viernes en una exclusiva fiesta en el loft de Jim Jarmush o Lady Gaga, como dijo mi amiga alemana que se cree dominicana. Un tipo que, si obviamos el mangú del Bohío Dominicano en Westchester Square, es lo mejor que ha salido de mi isla en los últimos años, incluyendo a Aventura y a Juan Luis Guerra.

    La velada terminó con la misma alegría con la que empezó. Ivory tocó palos y todomundo bebió y bailó y coreó "Singó Mamá Tingó."


    Picture by Alex Guerrero

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