jueves, octubre 27, 2011

Tristeza Rosarina


Por las calles de Rosario los poetas caminaban sin cuidado, hasta que asaltaron al poeta mexicano, y hasta los libros le robaron.

Ladrón rosarino: ¿Escribió usted estos libros?
Poeta mexicano: Pues sí.
Ladrón rosarino: ¿Podría usted firmarme varios? Por favor, uno dedicalo a Romina, con amor sincero de parte de su Pablo.
Poeta mexicano: Pues sí, ¿puede usted no encañonarme mientras se los firmo?

Los rosarinos son felices, creen en la Esperanza. También creen en el Mañana. Uno le pregunta a cualquiera en cualquier lado que si puede conseguir algo y la respuesta siempre es la misma: "Claro che, mañana".

Porque en Rosario no encuentras droga
No es el verdadero motivo de tu melancolía
Bien sabes lo que dejaste en Buenos Aires.

Por eso, a pesar de que las rosarinas son hermosas
Piernas largas justificando un gentilicio de tallo
Sólo puedes verlas con ojos de tío.

Sí, ya eres un viejo
Qué tedioso desnudarte
Frente a alguien que no te importa.

viernes, octubre 21, 2011

En Rosario no se encuentra droga, pero en Buenos Aires sí (Part VI)



El viralata, perdón, el perro callejero de Rosario es un animal digno y en salud. En el diario recorrer su hábitat nunca ha sido amenazado o herido por los humanos. En su entendimiento de animal libre se le ha hecho bien claro que los humanos son sus benefactores que hasta un monumento erigieron en su honor en el Parque Independencia, que lo acarician suavemente, especialmente las muchachas en el Parque España, y que lo alimentan sin probabilidad de envenenamiento: embellece las entradas de los restaurantes frente al Paraná. Se acerca a ti acortando la distancia con postura de igualdad.

Perro Callejero Rosarino: Buenas noches, ¿cómo está usted? Nunca lo había olido antes en nuestra hermosa Rosario, ¿es usted extranjero? Sea bienvenido, caminemos juntos hacia su destino. Imagino que va al Jekyll and Hyde o al Iván Rosado. Sí, claro que puede pasarme la mano por la cabeza. No, no se preocupe, ya he sido alimentado.

El perro callejero, perdón, el viralata dominicano es un animal cobarde y en los huesos. Es constantemente amenazado y herido por los humanos en el diario recorrer su hábitat. En su entendimiento de animal libre se le ha hecho bien claro que los humanos son sus enemigos que lo odian a muerte sin razón, que lo apedrean duramente, especialmente los hombres hasta en el Parque Independencia, y que si lo alimentan existe una alta probabilidad de envenenamiento: afea las entradas de los edificios de apartamentos. Se acerca a ti manteniendo la distancia con postura de esclavo.

Viralata Dominicano: Saludo, ¿cómo tamo? Yo siempre lo veo por aquí y uté siempre se abaja a cogé una piedra pa tirámela o si me agarra durmiendo cerca de su Toyota me echa agua bien fría o me da una patá en el epinazo... ¿Puedo comeme esa basura que huele como a salami? ¿No? Ta bien ta bien ta bien ya me voy no tiene que auuuuuuuuuuuuu...

Of Humans and Animals


Nunca he entendido la fascinación de los humanos hacia los animales si no es por razones culinarias, verbigracia, el cerdo. Pienso que lo mejor para los animales es no toparse con los humanos. Puedo entender la compañía de los perros, personas que no pueden aguantar la soledad, y, most of times, nadie los puede aguantar a ellos. Gentes que trabajan diez horas al día y viven en un apartamentico que durante el día es habitado exclusivamente por Princess, o Snowball, o Bailey, el devoto amigo bruto de cuatro patas que no conoce la triste idea del Tiempo y muere de dolor cada segundo ante la infinita ausencia del amo. Larry David tiene un chiste muy bueno sobre perros, "I don't understand people with dogs, dogs are like bums, they stink, they don't pay rent, and they keep asking for food". También puedo entender los que prefieren a los gatos, de hecho, útiles con los ratones, total derecho a maullar desdeñosamente exigiendo alimento.

Sospecho muchísimo de la salud mental de aquellos individuos que dedican sus vidas, sacrificando el ser social, al cuidado de animales, domésticos y salvajes. Como el señor de Ohio que abrió las jaulas de su zoológico privado suicidándose después, en lo que las autoridades dicen fue "un último acto de rencor hacia sus vecinos". Y, of course, los policías de Ohio tuvieron un safari con trofeos extraordinarios entre los que estaban 18 tigres de bengala y 17 leones, para no mencionar osos, leopardos y lobos. Al final de la cacería sólo quedaba vivo un mono que, se cree, posee  la peculiaridad de tener herpes.

Si yo conozco una persona, y durante la conversación exploratoria me entero de que vive con algún animal salvaje, nunca domesticado plenamente, of course, ahí mismo la coloco en el círculo de gente a la que no se visita ni se le da dirección. Pero claro, algunas veces no dicen. Yo conocí a un par de gringos, también estaba Parmattie, en un bar del East Village. De ahí nos fuimos para el apartamento de la gringa, so close your eyes and enjoy the ride... La gringa desde que llegamos empezó a buscar a Susana, Susy, que, asumí, era una gata. Me senté en el sofá y en cuestión de segundos tenía una culebra blancamarilla enredada en mi brazo y en cuestión de segundos yo me estaba abrazando a mi mismo con Susana abrazándome también, con esa fuerza bruta que tienen los seres inocentes.

-911 where's your emergency?
-Yes please come inmediately (man screaming)
-Where's your emergency? (man screaming)
-The East Village (man screaming)
-We need the address (man screaming)
-3452 11st (man screaming)
-What's the problem there? (man screaming)
-Send someone please hurry (man screaming)... Susy's strangling the dominican in my apartment (man screaming)... I think she's not playing this time (man screaming)... Susana... Susy... Susana... bad girl... no no no... bad girl (man screaming)

El terapeuta me dice que este pito que me sale de los pulmones, especialmente cuando las palabras contienen erres, eles y eses, puede ser, si no curado totalmente, por lo menos reducido en su duración y volumen. Parmattie me dijo que la gringa le dijo que la ciudad le pegó una multa y que se llevaron a Susana para el Bronx Zoo, donde, she hopes, tal vez será más feliz entre otros reptiles.

miércoles, octubre 19, 2011

Swift and Black


Anoche fui a bisitar una querida mia amíga; mientras esperaba que se arreglara, no se para que, sí, mi amiga es dominicna, vi con su hija a Jack Black orinando de verdad sobre Suift y su marabillosa historia de Gullyvers y sus viages en HBO... Desde anoche trato de recordar el nombre de la capital de Islandia, boy a tene que guglialo.

lunes, octubre 10, 2011

V Feria del Libro Dominicano at Boricua College

  

Domingo 11am. Como no estaba resacado, y había dormido mucho, y quería comerme alguna sorpresa, y el día estaba precioso, y varios amigos estaban allá, y el vecino boricua empezó a construir una casita para su labrador, y mi hermano no estaba cocinando paella, y no tenía internet, decidí arrancar para la Feria del Libro Dominicano en el Boricua College por Broadway y 157.

Todo aquel que ha ido a cualquier actividad, puede ser de literatura, de medicina, de agricultura, de mueblería, patrocinada por el gobierno dominicano, sabe muy bien que va a tener que soportar un proselitismo nauseabundo e irrespetuoso. Y claro, esta feria no me decepcionó. 

Lo primero que uno se pregunta entrando a la feria es, ¿quién diseña el afiche? Lo segundo es que deberían cambiarle el nombre. Pueden dejarle Feria (concurrencia de gente para comprar animales, géneros o cosas); pueden dejarle el gentilicio, los organizadores y el público en su mayoría somos dominicanos, no como la literatura de la diáspora; pero quítenle Del LIbro, porque es del libro como cosa física, pero no por contenido. La Literatura Dominicana, Poesía, Narrativa, de eso no hay mucho. He aquí algunos libros, es decir, hojas unidas y numeradas y encuadernadas juntas, que vi:
Especiales y descuentos
Parecía un dia de juicio
En el centro comercial
Que anunciaba un especial 
Y otras ofertas al inicio...

Otra cosa te ataca, ahora le toca al oído, la música a todo volumen. Y no importa si es Serrat, o Pepe Pepe Pepe, o Vakeró, o Danny Rivera, no entiendo por qué coñazo tiene que haber música de fondo. En las Ferias del Libro de otras naciones la gente tiene paz para hojear un libro de poemas y comentar alguno con su pareja o amigos. Interesarse en ese cuento de ese escritor que no conocía. Pero en esta Feria uno toma un libro de todos los escritos de Bosch para ver si aparece un joya desconocida, y tiene que dejarlo sin entender una palabra porque el cuerpo se está moviendo solo, y el cerebro lo único que ordena es que uno abra la boca, y cante a viva voz, qué mujer tan chula, esa que yo tengo, que siempre me paga, lo que yo me bebo... Así es que bailando me acerco al origen de la alegría, y me zambullo sin vergüenza en la clase de folklore y baile que imparte Xiomarita Brinca, una señora adorable como de 100 años y mucho conocimiento, sobre el merengue, la bachata, el son. Aquí me gané un amuleto del folklore por bailar bien merengue pri pri y contestar correctamente la pregunta, ¿cuándo es que se debe dar vueltas bailando merengue?: Cuando dejan de cantá.

Parece que la Literatura Dominicana no es para nada popular, es demasiado débil para llenar los espacios abiertos y las aulas de una universidad pequeña, necesita refuerzos, contrapartes de otras ramas de la cultura dominicana, a saber, la música y la magia. Otra de las actividades de la feria era la presentación, par de veces, del mago dominicano Tommy Show. Si por lo menos el Sr Tommy Show hubiese pedido de voluntario a uno de los escritores u organizadores presentes, zerruchándolo por la mitad, y que, como en una película de Roy Andersson, la magia no funcionara, y el Sr Tommy Show hiciera caso omiso de los gritos del voluntario, entonces entenderíamos esta manía de traer artistas que nada tienen que ver con la Literatura a estos eventos literarios. Nunca he visto a un poeta leer un poema en medio de un maratón de reggaetón (por suerte para los poetas, que nunca tienen seguro médico).

Al final de la tarde entré a la conferencia sobre la literatura de la diáspora porque era organizada por la querida Farah Paredes, y los queridos Arturo Victoriano y Miguel De Mena eran panelistas, o como sea le digan al que hable en esas cosas, aunque sea vía Skype. Entre las preguntas estaban:

sábado, octubre 08, 2011

En Rosario no se encuentra droga, pero en Buenos Aires sí (Part V)


En el lobby del Hotel República me topé con el poeta español Carlos Pardo, con el que había comido pizza la noche anterior en el Cuartico en Buenos Aires, pero todavía ignorando que había encontrado a un hermano separado antes de nacer por un ser poderoso y terrible llamado Cónsul. El amor fue instantáneo.

-Vamos a comer.
-Vamo.

Y entramos al tiempo de provincia. Sin bultos, pasaportes, caminamos por la Sarmiento hacia el Paraná. Después de haber estado en Nueva York, en Madrid, en Buenos Aires, Rosario era una sopa de patas de tortugas, con su sabor a lentitud, como diría Brodsky. Llegamos al Parque de España, floreciendo de juventud. Nos mezclamos con la risa teenager y vimos el río.

El Paraná es la aorta de Rosario. Según leí en Cardon.com, en estas mismas aguas, en la localidad del Tigre, fueron esparcidas las cenizas de Arlt, tan grande que no cabía en un ataúd. I do not know about that, sospecho muchísimo de todas las historias ocurridas antes de la era de Youtube, lo que sí sé es que el Paraná, como la mayoría de los ríos del planeta, es una fea y turbia masa de agua que cambia de cauce donde nadan peces feos que se alimentan de porquería donde a veces pasan barcos feos que se llaman Atahualpa y al atardecer, en sus orillas, alegres rosarinos y rosarinas tratan de pescar una vieja del agua de largos bigotes.

-Entonce, poeta Pardo, conocite a Walcott.
-Sí, lo invitamos a Cosmopoética en Madrid. Le pregunté por Williams; dijo que William Carlos Williams había terminado con la música, que era una poesía de blanquitos, sin ritmo, que odiaba el blues y el calipso, que había terminado con la música en poesía, que era el típico intelectual blanco. Yo le dije que quizá Williams había inventado un nuevo tipo de música, que espaciaba los puntos de apoyo, que "diluía el tiempo", como Mahler o Feldman, y él me contestó que esa era la típica pregunta de alguien joven. Yo le dije: nosotros no somos jóvenes, somos posmodernos. A nosotros nos gusta usted.
-Qué cojone lo de Walcott. Un típico inteletual blanco, virgen de la altagracia. Hablá mal de William Carlo William, un señor que ademá era dotor, e decí, que en la mañana curaba a una muchachita de meningiti, en la tarde sanaba con placebo a una vieja judía, y llegaba a su casa y ecribía Spring and all, y seguro que ademá besaba a su mujer de buena noche, y ademá defendió a Pound en el fucking juicio ese. Qué cojone Derek Walcott, le dije sintiendo un verdadero dolor. Me encanta la poesía de Walcott, traduje The Star-Apple Kingdom después de leer en la traducción de un poeta español la palabra escualo por shark. Recordé algo que me pasó en Nueva York.

WCW's Power

Spring and all
es un libro muy bueno
bien chiquito también
cabe en el bolsillo de atrás
por eso olvidé la cartera
descubriéndolo en el Subway
cuando iba a comprar una metrocard.

Pero, en lugar de regresar a casa
tomé el libro
y le leí un poema a la operadora
"GIVE HIM A 7 DAYS UNLIMITED"
le ordenó el supervisor
un hombre como de sesenta
que trataba de esconder su ternura
bajo unas cejas muy tupidas
y una voz muy desagradable.

jueves, octubre 06, 2011

En Rosario no se encuentra droga, pero en Buenos Aires sí (Part IV)


Aquel que va a Buenos Aires procedente de un país donde In Money We Trust, donde, como dijo Chris Rock, los bancos son iglesias que abren a las 8:30am (bueno, la verdad es que abren a las 8 y 20 porque todo está ready y ya hay gente esperando afuera en ese frío desde las 7, who knows why) debe cambiar muchos dólares en la primera oportunidad que aparezca, verbigracia, el aeropuerto. Yo quería llegar temprano a Rosario, además, los fucking check-outs son a las 10 de la mañana, la misma hora que abren los bancos, así es que a las 9 y media estaba yo arrastrando mi bulto, excelente bulto, by the way, por toda la Callao con la esperanza de ser el primer cliente de un banco cercano. Not a chance, había una fila grandísima en la acera, perdón, en la vereda, y tomé el primer remise cuando el vendedor manco de vainas para mate me aseguró que en la terminal de Retiro aceptaban tarjetas de crédito.

-El AUH no es más que la Asignación Universal por Hijo, un programa que beneficia a trabajadores informales, desocupados y servicio doméstico que tengan hijos menores de 18 años, y embarazadas.

Thus speaks Esteban, mi compañero de viaje en la guagua, perdón, en el colectivo hacia Rosario. De vez en cuando me da a beber un líquido ámbar contenido en una botella de plástico. Sabe un chin a chinola, otro chin a fernet. Esteban es coordinador del AUH en Mendoza, va a Rosario a visitar a su padre, enfermo de cáncer.

-Que el AUH ha reducido significativamente los índices de pobreza che, que para recibirlo, el tutor tiene que enseñar los certificados de alumno regular, de vacunación, y lo único que le critican es que, según ellos, le está creando seguidores a la Cristina, me dijo.
-Súbditos que venerarán por siempre sus Manolo Blahnik, me dijo un chico punk en la Catedral del Tango, le dije, y, poniendo a Mutations, miré por la ventana. Ahí estaba ella. La pampa, tan lejana, tan ajena. Antes de dormirme pensé en Borges, luego de tomar un veneno.

Aquel que va a Buenos Aires, o a Rosario, procedente de un país donde In Money We Trust, donde, como dijo Chris Rock, los bancos son iglesias que cierran a las 6:00pm, debe cambiar muchos dólares en la primera oportunidad que aparezca, verbigracia, el aeropuerto. Yo arrastraba mi bulto, excelente bulto, I must say, por toda la terminal de Rosario hasta llegar al banco que había cerrado a las 3.

-¿Vos sos gallego?, me preguntó el taxista, tan gordo que no cabía en el remise, doblando en la San Lorenzo hacia el Hotel República.
-Dominicano, pero vivo en Nueva Yor.
-Estaban dos gallegos y uno le dice al otro, sabés, mi mujer me pone los cuernos con otra mujer, ah es lesbiana la mina, no, ella es de Madrid, pero ha resultado ser tremenda tortillera jajajajjajaja.
-Oye pero qué bonita son la rosarina (me encanta el gentilicio).
-Y vos tenés suerte, llegaste el primer día de la primavera, allá están todas en mallas en el Parque España, hoy pierden el invicto jajajajjajajaja. Ya sabés, mi nombre es Rubén, pero me dicen el Chino... Comé boga y surubí y bienvenido a Rosario jajajajjajaja.

http://hermanocerdo.com/2011/10/un-poema-de-amor-a-buenos-aires/

miércoles, octubre 05, 2011

A Jobs' quote


"If you do not like algorithms, you won't probably invent shit".-
Steve Jobs to a mexican midget at a bar in Sausalito, Cal.

lunes, octubre 03, 2011

En Rosario no se encuentra droga, pero en Buenos Aires sí (Part III)


Ella estaba ahí. Era mi reina maga, otro ejemplo de la mujer haciendo un mejor trabajo que el hombre. Ella abrió sus brazos, regalos, of course; pero no mirra, aceite y oro, ella me trajo el amor infinito, más onzas y gramos. Caminamos hacia el cementerio. En la Plaza Francia me enseñó un árbol o yuyo gigante que ella escalaba cuando era una gatica amarilla y ágil.

-Cuéntame la vaina de la enterrá viva.
-Esperate, sapo, ya llegamos a su bóveda… Rufina Cambaceres. Su historia nos aterrorizaba en la época del colegio: Rufina, la hija del escritor Eugenio Cambaceres y de la bailarina Luisa Bacichi, murió súbitamente el día que cumplió diecinueve años. La leyenda dice que la noche de su entierro despertó (porque no estaba muerta sino que andaba de parranda, tenía catalepsia). Y que al verse dentro de la bóveda volvió a morir, esta vez de verdad, de un síncope. Y mientras escuchábamos "Y rasguña las piedras", de Sui Generis, decíamos que por las noches Rufina deambula por el cementerio y juega con los gatos.
-E verdá que hay muchos gatos aquí.
-Dejame que te tome una foto.

The irish woman's mail

Do you remember laying on the pull out sofa bed,
watching the rain pour outside the window,
the perfect excuse to not have to go out
nothing compares to that.
Ordering take out - chinese, pizza, indian perhaps?
Watching Mary and Max and You, the living,
and not falling asleep, maybe you were making me laugh
(don't be impressed,
i don't have a good memory,
i just write everything in my agenda).
Not a worry in the world except the fact that at some point i'd have to leave.
Not feeling guilty about not making it home.
Not feeling guilty about cheating on anyone.
Not feeling guilty... period.
Wasn't life fucking grand?

domingo, octubre 02, 2011

En Rosario no se encuentra droga, pero en Buenos Aires sí (Part II)


Después de gastar bajo protesta muda casi cien dólares en Tabuchi, Pavese, Vila-Matas, y otros que me han hecho recuperar el placer del español, entramos a un café para yo comerme un omelet.

-Los argentinos podemos ser buenos escritores, buenos futbolistas, buenos doctores, buenos cantantes, pero de mozo, de mozo no tenemos vocación. Míralo al bizco este che, clientes esperando, y él muy burro hipnotizado con la caja esta con la novela del meteorito que se transforma en tanque de gas en Monte Grande, y, naturalmente, mata aunque sea una peruana llevándose de carambola dos casas, un almacén, un comedor infantil y un centro de asistencia social, seguido por un atorrante que construyó una pista de aterrizaje para ovnis en Salta, y cae preso por robarles a una pareja. Posiblemente se queja en la noche con su damnificada sobre la tacañería de los turistas. Un caso digno de observación frenopática. Atenti, boludo, que el tiempo pasa!, soltá esa fiaca, dijo Arlt.
-Buenas, ¿qué e una suprema de pollo?, pregunto al mozo.
-Pollllo, contesta el mozo.
-No es más que una pechuga deshuesada, me dice Arlt.
-Ajá, pero, ¿cómo viene prepará?, pregunto al mozo.
-Pollllo, con papas, contesta el mozo.
-Las pechugas se rebanan finamente para convertirlas en milanesas, se pasan por huevo, me dice Arlt.
-¿No tienen menú con foto de la comida?, pregunto al mozo.
-No tenemos no, contesta el mozo.
-Qué ganas de macanear, me dice Arlt.
-Bueno, traela, debe se buena esa vaina, le digo al mozo.

Después de Burger King y McDonald's en Corrientes, pasamos el piquete de la hora en el obelisco, gente con pancartas en blanco para completarlas in situ; en la calle Florida el río de humanos con cara de Yo-Tengo-Un-Trabajo-Muy-Importante abrumó un chin chin a Arlt, y desapareció en un suspiro sin adiós, sin haberle preguntado sobre Onetti. En una esquina, detrás de una mesita repleta de anillos de algún mineral que produce hongos al contacto con el agua, veo rasgos familiares.

-Hey, ¿tú ere dominicano?
-¿Y tú?
-Claro, yo soy de Bonao.
-Mi hermano qué alegría, claro que soy dominicano, soy de Loma de Cabrera, pero vivía en La Caoba.
-¿Y cuánto tiempo tú tiene aquí?
-Van pa tre año.
-¿Y tú ta ilegal?
-Sí, ta como difícil eso de casase con una argentina.
-Por ti me pararon en Migración mamañema.


Fito's disgust, waiting for my pretty lovely cricket

Mi lindo y entrañable grillo me dijo a las 3
A las 2 y media ya estaba sentando en un banco
frente a su edificio por la Recoleta.

Sabés, en la Argentina tenemos cuatro generaciones perdidas
Los Mitre
Los Alzaga
Los Anchorena
Los Martínez de Hoz
dijo un señor a un niño con uniforme militar y sable.

A las 2 y 40 una mujer le dijo a un hombre
¿Por qué te enojás? Si los peluches los compro yo
el Barney en la mano de la niña lucía culpable
el Mickey Mouse se reía como lo que es.

A las 2 y 55 un hombre le dijo a otro hombre
¿Y viste lo de Fito che? El 70% de los porteños
le damos asco al boludo.

Me hubiese gustado escuchar el motivo
del asco de Fito
pero a las 2 y 59 la calle quedó muda.

En Rosario no se encuentra droga, pero en Buenos Aires sí (Part I)

Gracias a un error por parte de los organizadores del XIX Festival Internacional de Poesía de Rosario, me encontré un lunes de septiembre, 9 de la mañana, aterrizando en Buenos Aires. El terrible vuelo de 11 horas sentado en una mierda que los abusadores de American Airlines llaman SEAT, donde estaría incómodo un enano de verdad, no fue tan largo. Mi cabeza iba llena de Borges y Arlt, de Goyeneche y Piazzolla, de Asados y Empanadas. No, voy a escribir con la verdad, sin importarme las consecuencias, mi cabeza iba llena de ella; después de dos años de Skype y Facebook y Hotmail, por fin la vida, y los organizadores del festival, me dieron la oportunidad de poder abrazar y oler a mi lindo y entrañable grillo.

En el Ezeiza la fila de los extranjeros se movía rápido. Next, next, next, se escuchaba cada cinco segundos hasta que me tocó a mí y le pasé al hombre de uniforme mi pasaporte dominicano, que dejó caer como si le hubiese dado un corrientazo.

-¿De dónde viene usted?
-De Nueva Yor.
-¿Y por qué no tiene usted pasaporte norteamericano?
-Oh, porque no soy ciudadano gringo, tengo greencard.
-A ver. ¿Y a qué viene usted a Buenos Aires?
-Bueno, fui invitao al fetival de poesía en Rosario.
-¿Es usted poeta?
-(Respiro hondo, recordando el juicio de Brodsky)  Bueno, me guta ecribí.
-¿Y tiene usted alguna invitación certificada?
-No, pero uté tiene una computadora ahí, googleé el fetival...
-¿Y dónde está su pasaje de regreso?
-No, si sólo me enviaron el localizador por mail, en American sólo me dieron el de vení, pero el de ida ya ta comprao...
-(Pensando) ¿Tiene usted tarjetas de crédito?
-Sí, mire...
-Ya, bienvenido a Buenos Aires.
-(Tomando mi pasaporte y mi greencard) Oiga una cosa señor agente, ¿se tan quedando mucho lo dominicano?
-Un poquito.

El taxista de Remise era educado y permitía fumar adentro del carro, un lujo inesperado y, descubriría más tarde, usual. Yo no escuchaba los consejos al turista. Miraba con ojos de niño el paisaje sin montañas de Buenos Aires. La periferia se me antojaba fea como toda periferia de un país subdesarrollado, perdón porteños, en vía de desarrollo, whatever that means. Edificios feos, anacrónicas antenas caseras de televisión y cúpulas de iglesias.

El America Plaza Hotel queda por Mitre y Callao, un chin chin más arriba de La Americana, 24 horas de las mejores pizzas y empanadas del hemisferio. Yo iba en el limbo. Hablé con los amables empleados del hotel sin escuchar lo que me decían. Subí a mi habitación y sorprendí a la felicidad esparciendo semillas de girasol por todos los rincones. Mediodía ya, tan cerca de nuestra primera cita.

Me bané y pasé varios minutos eligiendo la ropa que me iba a poner. Quería disimular un chin mi barriga, mi calvicie, mi enanismo, mi fealdad de sapo, no quería descubrir la decepción en los ojos de mi lindo y entrañable grillo. Yo, un ser vanidoso y superficial, la pensé igual. Como la calle Corrientes quedaba cerca, quería recorrerla entrando a todas sus librerías, pero quería ser acompañado por un guía erudito, quería ir conversando con Arlt. Recordé a Sarmiento y exclamé, con mucha fe: "Sombra terrible de Arlt, yo te invoco". Una humareda verde con olor a yerba mate empezó a salir del inodoro. 

-Por fin regreso a mi Buenos Aires.
-(Abrumado por la admiración) Querido Roberto, qué emoción conocelo.
-¿Y vos quién sos?
-Me llamo Juan Dicent, o Dino Bonao, soy un ecritor dominicano.
-(Obviamente decepcionado) ¿Y vos me invocaste?
-Bueno Arlt, bájele algo, que e cierto que yo no soy Dante, pero uté no e Virgilio tampoco.
-¿Qué querés boludo?
-Bueno, quiero que caminemo por la calle Corriente, pa ve si su epíritu ha cambiao con el ensanche.

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