domingo, marzo 28, 2010
Tide with a Touch of Downy
Pocas actividades tan agradables como ir a lavar al Laundry, bueno, tal vez majarse un dedo hasta perder la uña, o enterrarse un clavo oxidado en la planta del pie izquierdo. Despierto y mi primer pensamiento es para marcas de detergentes. Parodiando a Pound puedo decir, Nor has life in it aught better than this hour of clear coolness, the hour of thinking of Tide with a Touch of Downy.
Experience outstanding clean plus a touch of softness when you try Tide with a Touch of Downy. So clothes feel just as good as they look.
He notado que la gente que le gusta perder el tiempo en vainas sin importancia separa la ropa antes de meterla en una lavadora. Es decir, los colores, las blancas, delicadas, ropa de cama. No sé el protocolo para esto, tal vez es recomendado en la Ética de Aristóteles, tal vez es inmoral juntar una funda de almohada con unos jeans, ropa blanca con tshirts negros y rojos, una toalla verde con una camisa de vestir. Pensaba que en el Laundry había una especie de bouncer o inspector que multaba a uno si encontraba dando vueltas en una misma lavadora a ropas de diferentes colores o uso. Porque la verdad es que zambullo la ropa sin discriminar, y he tenido excelentes resultados, logrando que mi ropa exhiba colores vírgenes que ni siquiera Dios en su gran sabiduría ha podido crear, moradomamey, grisazul, rojonegro. Así son los grandes descubrimientos, por accidente. La Penicilina.
It's easy. Add Tide with a Touch of Downy in place of your regular detergent. It doesn't need to be added in the rinse cycle, like regular fabric softeners. Tide with a Touch of Downy is your all-in-one-solution!
Hola vecina, ¿puede prestarme su carrito para ir al Laundry? Es que hoy tengo que lavar, ya no me queda ropa limpia y hasta me he visto en la necesidad de ponerme ropa que nunca me pongo. Exacto, la camisa roja y el pantalón pachuco. Es que ya no soy un jovencito y he empezado a sufrir de la espalda, usted sabe, el Latissimus dorsi, no puedo tirarme al hombro esas dos fundas gigantes que deberían ser utilizadas para la competencia en ESPN4 del World's Dumbest Man, digo, World's Strongest Man, pesan una tonelada. Gracias, es usted un ángel. ¿Cómo? Claro que me gustaría comer de su moro de habichuelas negras con pollo guisado, cuando termine le toco. Sí, para luchar contra el aburrimiento me voy a llevar mi iPod y el libro de Onetti que me trajo de España mi pana Pablo, usted sabe, artículos y críticas. Onetti veneraba a Roberto Arlt.
Most definitely! You can use Tide with a Touch of Downy as a pre-treater. Tide with a Touch of Downy will pre-treat your clothes just as well as regular Tide.
El miércoles a la una de la tarde, bajo un hermoso cielo sin nubes de un hermoso día de primavera que le recuerda que la vida es bella a pesar de que el mundo alberga a una especie tan repugnante como el político dominicano, un hombre chiquito, gambao y con gafas que ocultan sus ojos de macotoro, empuja un carrito con dos fundas gigantes. Ay, por estar soñando despierto una rueda cae en una grieta en la acera y se cae una de las fundas. El hombre mira a todos lados buscando a un muerto de hambre al que se le pueda dar dos dólares para recogerla y subirla arriba de la otra, no lo encuentra, nada más aparecen cuando uno enciende un cigarrillo, Hey man, could you spare one and a dollar? I'm very hungry. Maldice un poquito a sotto voce mientras usa la fuerza reservada para el amor o para un cataclismo.
Yes, there is a version of Tide with a Touch of Downy that's compatible with your HE washer. Just be sure to check the label before purchase.
Entro al Laundry y no me gusta lo que veo. Creí que por ser miércoles iba a estar vacío, pero no, muchísimas mujeres feas con sus vástagos, feos también. Por suerte mis oraciones fueron escuchadas, la lavadora jumbo de la esquina está disponible. En dos minutos está full de mi ropa sucia. Algunas quedan afuera, escojo otra lavadora chiquita. Voy a la maquinita cambia billetes por monedas, de 5 dólares y uno. Escojo Heavy Soiled y miles de rueditas empiezan a moverse. Agrego detergente, espuma repentina.
Yes, you can add bleach with Tide with a Touch of Downy. It will not affect the cleaning or softening performance.
¿Es ir a lavar al Laundy una actividad social para las mujeres del Bronx? A pesar de haber terminado el suplicio, muchas se quedan a conversar con otra damnificada que está doblando ropa de hombre y niños sobre una de las mesas para estos fines. By the way, soy el único hombre aquí. Parece que lavar la ropa de la familia es tarea exclusiva de las mujeres, como llorar, como la menstruación. Una demonia, una madre que acaba de pasar, tal vez bruscamente, de muchacha adorable a doña infeliz, vestida con un pantalón diseñado originalmente para hacer ejercicios, pero que por su figura amorfa puedo inferir que ella lo usa por la facilidad de bajárselo para cagar, le grita a una criatura que no puede tener más de dos años, que llora:
"What is your fucking problem? What is your fucking problem? Stop crying. Stop crying right now."
Yo puedo imaginar cuál es el problema de la niña, o al menos el inmediato; como yo, está cansada, jarta, desesperada de estar encerrada en el Laundry mientras afuera los pajaritos cantan y la Virgen se levanta. Tal vez su puro cerebro infantil predice que la vida futura será esto, un espacio rectangular con máquinas zumbadoras a la izquierda donde la ropa da vueltas entre agua y espuma y máquinas zumbadoras a la derecha donde la ropa vuelve a dar vueltas, pero sin agua ni espuma. Miro a la niña deseando ser Angelina Jolie, y ofrecerle un dinero violento a la madremonia para yo criarla, y evitarle a esa niña la obesidad infantil del junk food diario, las violaciones, los abortos, los ataques de pánico, el suicidio.
One small cap of Tide with a Touch of Downy helps remove virtually every type of stain.
Ochenta y tres minutos, eso duró mi Saison en Enfer. Me alejo del Laundry con la felicidad efímera del hombre que se ha quitado un inmenso peso cotidiano de encima, ya podré usar mis jeans favoritos y mi camisa amarilla favorita, ahora con una manga marrón, la próxima vez que me inviten a salir, o que simplemente salga a palomear por las estrechas calles rojas de Manhattan.
Picture by Daniel Krieger.
martes, marzo 23, 2010
Monterrosito
Cuando despertó,
la esposa doña,
el niño autista,
la suegra de cabellos rojos,
y el cuñado que siempre le pide dinero prestado,
todavía estaban allí.
sábado, marzo 20, 2010
Everyday 7AM
We rode brown horses
endlessly following Li Po
through the ugliness of the Bronx.
Around Castle Hill
a morbidly obese kid
showed us the feathers
of a dead peacock.
Winter under the sheets
we were two small people
tickling each other
playing Mom and Dad.
Your name is written
in all possible fonts
on the naked walls
of our yellow room.
You told me
I was your darkness
I told you
You were my joy.
Now, I fear the Sun
Ay mi amor
I miss you so much.
martes, marzo 09, 2010
A thing that is worth trying by Flann O'Brien (translation)
Una cosa que vale la pena tratar es la siguiente. Consigue una fotografía más bien romántica de ti mismo, con bastante cabello a la vista, y la fotografía completa ligeramente fuera de foco. Mánchala de amarillo con té aguado, y ponla en un austero y estrecho marco. Entonces ve al Teatro Abbey, con la cosa debajo de tu abrigo. Alterna en el foyer con la plebe que encontrarás en noche de estreno, por mucho que te disguste el bochinche del sobrepagado hablando de drama con el subpagado. Ignora la buena masa de mujeres, y mantén tu mente en la tarea. Alaba todo y a todos, pero sé prudente si te encuentras a un antiguo autor del Abbey, porque él está ahí para poner la burla de la noche en la obra que se presenta. Hazte popular. Compra café para los extraños, y salva a las mujeres de ser asesinadas en el éxodo salvaje para bebidas del medio tiempo. Si ves al autor de la obra buscando 'tu verdadera opinión', dale mentira tras mentira hasta que sus agallas florezcan como el 'Stop' de los semáforos.
Entonces -
Después de la última cortina, busca el camino a los camerinos, berreando fuera de ti como una oveja perdida. Cuando veas la oportunidad, métete en el Cuarto Verde y coloca tu fotografía en la pared en el medio de todas las otras. Entonces vete para tu casa y descansa contento.
Algún buen día habrá una pequeña fiesta en el Cuarto Verde.
'¿Y quién es este?', dirá un visitante. Nadie admitirá que no sabe. 'Willie Fay a la vida', alguien dirá. 'Seguramente tú recuerdas a Seumas O'Kelly.' 'Ese es James Stephens cuando joven.' 'Ese es Martyn.' Posiblemente algún asno observador murmurará algo como 'ese es el arreavacas que siempre está palomeando allá abajo'; pero será ignorado por los sabelotodos y se le negará una segunda tasa de té.
El punto es que nadie tendrá el valor de quitar la fotografía. La inmortalidad es más fácil de encontrar en Dublín que una habitación de precio razonable que sea clara, limpia y libre de escarabajos.
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