lunes, octubre 29, 2007
Drinking in the rainfall
Le he dicho a mi Tío que no ponga los canales dominicanos cuando estoy comiendo. Las noticias de mi país le quitan el hambre a cualquiera. Pero hoy era diferente, el desastre de la tormenta Noel era más fuerte que las ganas de comerme el locrio de costillitas.
"La situación ta calamitosa, el gobierno tiene que meté la mano", dice una valiente mujer sobre el puente sobre el río que amenaza con arrastrar la estructura de cemento y metal.
"Tienen que vení con una brigada del ejercito que la gente va a perdé su vida por no perdé una etufa o una nevera, que ahora lo ladrone se aprovechan", dice una mujer mirando el barrio de La Barquita, tragado casi en su totalidad por las aguas de lodo.
"Primera ve que en ete lugar se ha metío el río así, el presidente Leonel Fernande tiene que vení a ve eto, a mí me se llevó la casa y la caja e diente el río Jaina", exclama una mujer con una funda plástica en la cabeza.
"¿Y poi qué Meteorología no avisó con tiempo pa uno podei bucai refugio? Y que no sean mentiroso, que en Bonao son mucho má de 15 mueito coñaso", dice otra mujer con otra funda plástica en la cabeza.
"No tenemo comida, ni casa, ni na, que vengan a ayudano, yo comí calne hoy polque mi hijo encontró do pollo ahogao y me lo trajo", dice otra mujer con otra funda plástica en la cabeza.
Y uno mira las noticias, la tragedia colectiva de un pueblo, asombrándose con el contraste de las imágenes. Y uno se maravilla con la calidad de la morfina, o éxtasis, o heroína, o todas juntas, que los adeptos al Status Quo le están echando al agua potable/ron de los dominicanos. En primer plano, la desolación en el paisaje y en los rostros de las mujeres de un país que ha retrocedido una década en su sub-desarrollo; un poco más allá, hombres bebiendo y sonriendo y bailando y cantando en el aguacero como si en lugar de estar viviendo una realidad atroz estuvieran trabajando de extras en la filmación hollywoodense de una versión musical de "La Peste" de Camus. "Al mal tiempo buena cara", dice un refrán, pero una cosa es ser optimista y luchar contra la adversidad sin darse por vencido y otra cosa es ser un imbécil sin sentido común que no entiende que su vida, de por sí terrible, ahora será mucho más terrible; que los problemas eternos de la República Dominicana (apagones, no agua corriente, altos precios de los alimentos y de las medicinas, enfermedades antiguas y nuevas), ahora tendrán una excusa en los comunicados de un gobierno corrupto e inepto: Noel.
Algunos zombies, sentados en una cama mojada, sobre un techo, destapan otra botella; algunos hijos de zombies, desnudos, nadan comiendo galletas de soda al lado de un perro ahogado.
Picture by Napoleón Marte
"La situación ta calamitosa, el gobierno tiene que meté la mano", dice una valiente mujer sobre el puente sobre el río que amenaza con arrastrar la estructura de cemento y metal.
"Tienen que vení con una brigada del ejercito que la gente va a perdé su vida por no perdé una etufa o una nevera, que ahora lo ladrone se aprovechan", dice una mujer mirando el barrio de La Barquita, tragado casi en su totalidad por las aguas de lodo.
"Primera ve que en ete lugar se ha metío el río así, el presidente Leonel Fernande tiene que vení a ve eto, a mí me se llevó la casa y la caja e diente el río Jaina", exclama una mujer con una funda plástica en la cabeza.
"¿Y poi qué Meteorología no avisó con tiempo pa uno podei bucai refugio? Y que no sean mentiroso, que en Bonao son mucho má de 15 mueito coñaso", dice otra mujer con otra funda plástica en la cabeza.
"No tenemo comida, ni casa, ni na, que vengan a ayudano, yo comí calne hoy polque mi hijo encontró do pollo ahogao y me lo trajo", dice otra mujer con otra funda plástica en la cabeza.
Y uno mira las noticias, la tragedia colectiva de un pueblo, asombrándose con el contraste de las imágenes. Y uno se maravilla con la calidad de la morfina, o éxtasis, o heroína, o todas juntas, que los adeptos al Status Quo le están echando al agua potable/ron de los dominicanos. En primer plano, la desolación en el paisaje y en los rostros de las mujeres de un país que ha retrocedido una década en su sub-desarrollo; un poco más allá, hombres bebiendo y sonriendo y bailando y cantando en el aguacero como si en lugar de estar viviendo una realidad atroz estuvieran trabajando de extras en la filmación hollywoodense de una versión musical de "La Peste" de Camus. "Al mal tiempo buena cara", dice un refrán, pero una cosa es ser optimista y luchar contra la adversidad sin darse por vencido y otra cosa es ser un imbécil sin sentido común que no entiende que su vida, de por sí terrible, ahora será mucho más terrible; que los problemas eternos de la República Dominicana (apagones, no agua corriente, altos precios de los alimentos y de las medicinas, enfermedades antiguas y nuevas), ahora tendrán una excusa en los comunicados de un gobierno corrupto e inepto: Noel.
Algunos zombies, sentados en una cama mojada, sobre un techo, destapan otra botella; algunos hijos de zombies, desnudos, nadan comiendo galletas de soda al lado de un perro ahogado.
Picture by Napoleón Marte
sábado, octubre 27, 2007
NYC laundry
Mi ropa siempre hiede
no como una mofeta
espero
pero un ratón se enamoró
de una de mis medias
la singa todos los días.
Es tan difícil
encontrar tiempo para ir al laundry
es tan agotador
esperar al lado de una lavadora
escuchando los detalles aburridos
de la vida doméstica de unos extraños
es tan falso
ser parte de una conversación
sobre suavizantes, cloros y Tide
es tan deprimente
mirar los movimientos lentos
de una mujer abandonadamente gorda
que dobla con ternura conmovedora
las sábanas blancas de una cama
que anhela el amarillo de una mancha.
Si tan sólo encontrara a Lorca allá
comiéndose una sandía.
lunes, octubre 22, 2007
Home Owners
El hombre tiene más de 20 años en Nueva York. Es el ejemplo de un ser humano honrado, trabajador, buen padre de familia, loco con la velocidad, bebedor. Entra todos los días al Long Island College Hospital a las 6 de la mañana donde trabaja recogiendo inmundicias de otros seres humanos.
La mujer fue pedida por el hombre; nunca ha trabajado para otros. Católica empedernida, buena obtusa madre de familia, loca con la ropa, abstemia. Sale tempranito con una comadre a buscar ropas baratas para suplir su hoyo. Su apartamento en Queens, en la tarde, es visitado por todos los latinos de los alrededores donde aprovechan las oportunidades de jeans, coats, blusas, carteras y demás. Gracias a su hoyo ha pagado las vacaciones de la familia todos los años a Bonao. Gracias a su hoyo ayudó a los hermanos a comprarle una casa a su mamá. Gracias a su hoyo pudieron dar el down payment en el Chase para una hipoteca a 143 años para una casa en el Bronx.
El hombre y la mujer son felices, más o menos, esa envidiable felicidad que pueden alcanzar algunos de no cansarse de lo mismo. El hombre llega del trabajo se va a la esquina a jugar billar y a beber cerveza mientras la mujer habla por teléfono con todos sus familiares una y otra vez, después reza el rosario. Los sábados van a su casa en el Bronx a arreglar una cerradura, a pintar una pared, a ponerle timbre al basement, a bregar con los inquilinos. Con esta casa han descubierto que es mejor ser domador de panteras esquizofrénicas que bregar con gente. Que la boricua del segundo piso, además de los shows con el marido que se ha quedado a vivir sin estar en el contrato, ha dado dos cheques sin fondo y van a tener que llevarla a la corte, aunque le tengan pena porque tiene un hijito medio loco. Que los morenos del primer piso le dieron 500 dólares porque no tenían más y nunca han pagado los 900 uno arriba de otro. Que el hermano de la mujer alquiló el basement para él solo y, abracabra, apareció la otra hermana desde Lawrence con una niña de 3 años y un teenager que se la pasa escuchado reggaetón y bachata a todo lo que da haciendo que los otros inquilinos morosos los despierten en la madrugada para dar complains pero cuando se habla con el maldito muchacho del diablo es como hablar con un manatí en ácido. Que ninguno recicla causando par de tickets. Que la francesita-colombiana, no, de esa no se puede decir nada, es la mejor inquilina que se puede desear, hasta les manda una tarjeta para navidad.
Pero bueno, es sábado, la tarea es un toilet, digo, un inodoro tapado. Después de dale que dale, meter varillas, desbaratar tres perchas, mucho sudor, varias cervezas, nada; por fin el hombre se decide a desmontar el inodoro: una tusa de maíz.
La mujer fue pedida por el hombre; nunca ha trabajado para otros. Católica empedernida, buena obtusa madre de familia, loca con la ropa, abstemia. Sale tempranito con una comadre a buscar ropas baratas para suplir su hoyo. Su apartamento en Queens, en la tarde, es visitado por todos los latinos de los alrededores donde aprovechan las oportunidades de jeans, coats, blusas, carteras y demás. Gracias a su hoyo ha pagado las vacaciones de la familia todos los años a Bonao. Gracias a su hoyo ayudó a los hermanos a comprarle una casa a su mamá. Gracias a su hoyo pudieron dar el down payment en el Chase para una hipoteca a 143 años para una casa en el Bronx.
El hombre y la mujer son felices, más o menos, esa envidiable felicidad que pueden alcanzar algunos de no cansarse de lo mismo. El hombre llega del trabajo se va a la esquina a jugar billar y a beber cerveza mientras la mujer habla por teléfono con todos sus familiares una y otra vez, después reza el rosario. Los sábados van a su casa en el Bronx a arreglar una cerradura, a pintar una pared, a ponerle timbre al basement, a bregar con los inquilinos. Con esta casa han descubierto que es mejor ser domador de panteras esquizofrénicas que bregar con gente. Que la boricua del segundo piso, además de los shows con el marido que se ha quedado a vivir sin estar en el contrato, ha dado dos cheques sin fondo y van a tener que llevarla a la corte, aunque le tengan pena porque tiene un hijito medio loco. Que los morenos del primer piso le dieron 500 dólares porque no tenían más y nunca han pagado los 900 uno arriba de otro. Que el hermano de la mujer alquiló el basement para él solo y, abracabra, apareció la otra hermana desde Lawrence con una niña de 3 años y un teenager que se la pasa escuchado reggaetón y bachata a todo lo que da haciendo que los otros inquilinos morosos los despierten en la madrugada para dar complains pero cuando se habla con el maldito muchacho del diablo es como hablar con un manatí en ácido. Que ninguno recicla causando par de tickets. Que la francesita-colombiana, no, de esa no se puede decir nada, es la mejor inquilina que se puede desear, hasta les manda una tarjeta para navidad.
Pero bueno, es sábado, la tarea es un toilet, digo, un inodoro tapado. Después de dale que dale, meter varillas, desbaratar tres perchas, mucho sudor, varias cervezas, nada; por fin el hombre se decide a desmontar el inodoro: una tusa de maíz.
sábado, octubre 13, 2007
Fool's Gold
... The gold road's sure a long road, winds on through the sea for fifteen days...
"No tengo un chele", es la frase preferida de Víctor cuando hace creer que limpia el mostrador mientras yo leo el periódico. Hay algo melancólico, íntimo en la atmósfera de un bar antes de abrir. Especialmente si uno está cansado de ver las mismas caras, los mismos borrachos; de escuchar la misma música requerida una y otra vez y aprovecha la tranquilidad para poner, a un volumen más adecuado para un tímpano de mediana edad, sus canciones preferidas. Es un momento prepucio, digo, propicio para las confidencias, para pedir avances a sueldo.
... The gold road's sure a long road, winds on through the sea for fifteen days...
"Mira esa vaina, naufragó otra yola", me indigno leyendo la tragedia de 56 dominicanos, un Happy Hour para 23 tiburones. No es la primera página, no, la primera página del Diario Libre siempre está reservada para la campaña personal del presidente, para los ridículos sombreros de la primera dama imitando a una inglesa vieja rancia.
... I'm no clown I won't back down, I dont need you to tell me what's going down...
"Eso por poco me pasa a mí", dice Víctor dejando de ensuciar el mostrador con el trapo hediondo, mirando la foto de los escombros en el mar. "¿Uté sabe que yo me fui en yola una ve?"
"No joda, ¿de verdá?"
... You're weighing the gold, I'm watching you sinking...
"No quiera uté sabe, eso e el diablo, uno le reza hata a Buda cuando se ve en esa inmensidá, con ese mar cubriendo la yola llena de infelice que ta como aentro de un poso con la parede de agua donde allá arriba se ve el cielo que uno cree que se va a cerrá ese hoyo y al segundo ta en la punta de una loma de agua y otra ve pa aentro el poso y otra ve en el pico de la loma y vómito salpicando y uno ve a la gente gritando al lao de uno que ta gritando también pero no se oye na del sumbío y se jode el motor y se muere un viejo del corasón que lo sijo le mandaron lo cuarto pal viaje y se cae el viejo o lo tiran pa que lo tiburone vayan picando y uno siente que el mundo ta paralizao o que uno llegó al infierno y to en cámara lenta pero muy rápido, Dio mío, hata me cagué en lo pantalone, y no sólo yo no."
"Santísimo Víctor, qué fuerte."
... These boots were made for walking, the Marquis de Sade don't wear no boots like these...
"Pue sí Juan, cogí la yola en Miche, econdío en matorrale con moquito por cuatro día con su noche, creyendo, y mucha vece deseando, que le hayan tumbao a uno el dinero, eperando a que el jabao venga a avisá que eta noche e."
"¿Y cuánta gente eran?"
"Oiga eso, éramo 46, sin contá al capitán, hata una mujer prená que taba sangrando, y cuatro chino, que si a uno lo agarran en Puerto Rico uno dice "Puñeta vente nene" y pue pasá por boricua, pero el chino e chino ondequiera."
... Down down down down da down down down...
Se abre la puerta, la última luz de la tarde trae al grupo de empleados del BHD que siempre llega los viernes a las 6 para el dos por uno; recordé que era viernes. Me paro, con el mismo entusiasmo con el que enciendo una vela cuando se va la luz, a ponerle el CD de Totally 80's empezando por Erasure hasta Information Society; sólo Rush and a Push de The Smiths, por nada del mundo Stone Roses.
... I try to discover, a little something to make me sweeter, oh baby refrain, from breaking my heart...
Después de las cervezas de rigor, Víctor se acerca. Lo conozco bien, sé que quiere continuar con el relato de su aventura marítima, hasta este momento desconocida por mí. Tiene la mirada de un buen cuentista editando en el cerebro la historia; una historia que sería mejor contada con una botella de whisky entre dos, sin obligaciones, sólo pausando para buscar hielo. Lo mortifico un poco, me hago el desentendido. No aguanta más.
... that you give me no that you give me no that you give me no that you give me no...
"Pue sí Juan, y en esa yola uno se come to la galleta de soda con salami y pesi el primer día y a pasá hambre y se se ha dicho, con la boca seca, como si uno hubiera comío aserrín, y con miedo eso sí, ese miedo acompaña a uno hata el final, miedo de lo tiburone, miedo de la solas que parecen una paré gigante, miedo de lo aguacero con viento y trueno y rayo, miedo de lo guardacota gringo que queman la yola y devuelven a uno patrá, miedo de la noche que dura muchísimo, miedo del solaso que le quema la cara y lo sombro y le rompe lo labio a uno."
... soul, I hear you calling, oh baby please give a little respect to me...
"¿Podrías ponerme a Jessie's Girl, la de Rick Springfield?", me dice un BHD; asiento sin abrir la boca, odiándolo.
... but lately something's changed that ain't hard to define Jessie's got himself a girl and I want to make her mine...
"Pue sí Juan, y déjeme decile una cosa, uno tiene que tirase al mar como a un kilómetro de la cota de Puerto Rico, por eso hay que llevá una muda de ropa en una funda plática, pa salí seco y que no cojan a uno, aunque la verdá no e la ropa que van a mirá, e que uno llega como Peña Gome de prieto, como una goma y to decacarao. Yo duré arriba de una mata de mango tre día en lo que se calmaba la vaina, que agarraron a to el mundo porque parece que chivatiaron, hata diarrea me dio de tanto mango acogelao."
... 'cos she's watching him with those eyes and she's lovin' him with that body, I just know it, and he's holding her in his arms late, late at night...
"Parece que quieren otra ronda", le digo mirando hacia la mesa del BHD. Varias mujeres con las copas levantadas.
"Eso e shos de cucaracha que quieren, ahora na má piden eso depué de la cerveza, ya yo la conoco", me dice Víctor entrando al bar. Lo veo mezclando granadina con vodka y un poquito de Bayley's; vertiendo el líquido bermejo en 12 vasitos.
... like Jessie's girl, where can I find a woman like that, like Jessie's girl, I want, I want...
"Hola lindo, ¿podrías ponerme Tainted Love, la de Soft Cell?", me dice una rubita con la piel chocolate y la cara como un palimpsesto de tanto maquillaje. Víctor se acerca con la bandeja, ella escoge un vasito del medio, se lo bebe de un trago y se saborea pasándose la lengua por los labios.
... this tainted love you've given I give you all a boy could give you take my tears and that's not nearly all...
"Pue sí Juan", se acerca Víctor de nuevo, "al tercer día de ta encaramao en esa mata de mango veo a do tipo caminando a lo lejo y decido arriegame, bajo de la mata y lo alcanzo, le doy 30 dólare que llevaba pa que llamaran a un primo mío pa que venga a recogeme, llamaron sí, pero a la policía."
... don't touch me please I can not stand the way you tease, I love you though you hurt me so, now I'm going to pack my things and go...
"Ahora quiero que me pongas The Reflex, pero la versión extendida que ustedes tienen aquí", me dice el mismo carajo devoto de Rick Springfield aumentando mi odio hasta la visión de un vodka tonic con un poquito de cianuro.
...You gone too far this time, but I'm dancing on the valentine, I tell you somebody's fooling around - with my chances on the dangerline...
"Pue sí Juan, que me mandaron en un avión patrá, uté sabe lo que e eso, pagá 15 mil peso pa casi morise del suto, pa pasa hambre y trabajo, pa envejecé 20 año en una semana, pa conocé un pedaso de Puerto Rico igualito que aquí, pa depué de cinco año todavía depertase uno sudando gritando CUIDAO CON LO TIBURONE CIUDAO CON LO TIBURONE. Pero uno no coge cabesa, que e que la vaina aquí ta muy mala, si yo consigo el dinero me voy otra ve, como que do y do son cuatro. Hablando de dinero, ¿uté podría dame un avance a sueldo hoy? E que Vitico no tiene leche mañana."
... the reflex is in charge of finding treasure in the dark...
"No tengo un chele", es la frase preferida de Víctor cuando hace creer que limpia el mostrador mientras yo leo el periódico. Hay algo melancólico, íntimo en la atmósfera de un bar antes de abrir. Especialmente si uno está cansado de ver las mismas caras, los mismos borrachos; de escuchar la misma música requerida una y otra vez y aprovecha la tranquilidad para poner, a un volumen más adecuado para un tímpano de mediana edad, sus canciones preferidas. Es un momento prepucio, digo, propicio para las confidencias, para pedir avances a sueldo.
... The gold road's sure a long road, winds on through the sea for fifteen days...
"Mira esa vaina, naufragó otra yola", me indigno leyendo la tragedia de 56 dominicanos, un Happy Hour para 23 tiburones. No es la primera página, no, la primera página del Diario Libre siempre está reservada para la campaña personal del presidente, para los ridículos sombreros de la primera dama imitando a una inglesa vieja rancia.
... I'm no clown I won't back down, I dont need you to tell me what's going down...
"Eso por poco me pasa a mí", dice Víctor dejando de ensuciar el mostrador con el trapo hediondo, mirando la foto de los escombros en el mar. "¿Uté sabe que yo me fui en yola una ve?"
"No joda, ¿de verdá?"
... You're weighing the gold, I'm watching you sinking...
"No quiera uté sabe, eso e el diablo, uno le reza hata a Buda cuando se ve en esa inmensidá, con ese mar cubriendo la yola llena de infelice que ta como aentro de un poso con la parede de agua donde allá arriba se ve el cielo que uno cree que se va a cerrá ese hoyo y al segundo ta en la punta de una loma de agua y otra ve pa aentro el poso y otra ve en el pico de la loma y vómito salpicando y uno ve a la gente gritando al lao de uno que ta gritando también pero no se oye na del sumbío y se jode el motor y se muere un viejo del corasón que lo sijo le mandaron lo cuarto pal viaje y se cae el viejo o lo tiran pa que lo tiburone vayan picando y uno siente que el mundo ta paralizao o que uno llegó al infierno y to en cámara lenta pero muy rápido, Dio mío, hata me cagué en lo pantalone, y no sólo yo no."
"Santísimo Víctor, qué fuerte."
... These boots were made for walking, the Marquis de Sade don't wear no boots like these...
"Pue sí Juan, cogí la yola en Miche, econdío en matorrale con moquito por cuatro día con su noche, creyendo, y mucha vece deseando, que le hayan tumbao a uno el dinero, eperando a que el jabao venga a avisá que eta noche e."
"¿Y cuánta gente eran?"
"Oiga eso, éramo 46, sin contá al capitán, hata una mujer prená que taba sangrando, y cuatro chino, que si a uno lo agarran en Puerto Rico uno dice "Puñeta vente nene" y pue pasá por boricua, pero el chino e chino ondequiera."
... Down down down down da down down down...
Se abre la puerta, la última luz de la tarde trae al grupo de empleados del BHD que siempre llega los viernes a las 6 para el dos por uno; recordé que era viernes. Me paro, con el mismo entusiasmo con el que enciendo una vela cuando se va la luz, a ponerle el CD de Totally 80's empezando por Erasure hasta Information Society; sólo Rush and a Push de The Smiths, por nada del mundo Stone Roses.
... I try to discover, a little something to make me sweeter, oh baby refrain, from breaking my heart...
Después de las cervezas de rigor, Víctor se acerca. Lo conozco bien, sé que quiere continuar con el relato de su aventura marítima, hasta este momento desconocida por mí. Tiene la mirada de un buen cuentista editando en el cerebro la historia; una historia que sería mejor contada con una botella de whisky entre dos, sin obligaciones, sólo pausando para buscar hielo. Lo mortifico un poco, me hago el desentendido. No aguanta más.
... that you give me no that you give me no that you give me no that you give me no...
"Pue sí Juan, y en esa yola uno se come to la galleta de soda con salami y pesi el primer día y a pasá hambre y se se ha dicho, con la boca seca, como si uno hubiera comío aserrín, y con miedo eso sí, ese miedo acompaña a uno hata el final, miedo de lo tiburone, miedo de la solas que parecen una paré gigante, miedo de lo aguacero con viento y trueno y rayo, miedo de lo guardacota gringo que queman la yola y devuelven a uno patrá, miedo de la noche que dura muchísimo, miedo del solaso que le quema la cara y lo sombro y le rompe lo labio a uno."
... soul, I hear you calling, oh baby please give a little respect to me...
"¿Podrías ponerme a Jessie's Girl, la de Rick Springfield?", me dice un BHD; asiento sin abrir la boca, odiándolo.
... but lately something's changed that ain't hard to define Jessie's got himself a girl and I want to make her mine...
"Pue sí Juan, y déjeme decile una cosa, uno tiene que tirase al mar como a un kilómetro de la cota de Puerto Rico, por eso hay que llevá una muda de ropa en una funda plática, pa salí seco y que no cojan a uno, aunque la verdá no e la ropa que van a mirá, e que uno llega como Peña Gome de prieto, como una goma y to decacarao. Yo duré arriba de una mata de mango tre día en lo que se calmaba la vaina, que agarraron a to el mundo porque parece que chivatiaron, hata diarrea me dio de tanto mango acogelao."
... 'cos she's watching him with those eyes and she's lovin' him with that body, I just know it, and he's holding her in his arms late, late at night...
"Parece que quieren otra ronda", le digo mirando hacia la mesa del BHD. Varias mujeres con las copas levantadas.
"Eso e shos de cucaracha que quieren, ahora na má piden eso depué de la cerveza, ya yo la conoco", me dice Víctor entrando al bar. Lo veo mezclando granadina con vodka y un poquito de Bayley's; vertiendo el líquido bermejo en 12 vasitos.
... like Jessie's girl, where can I find a woman like that, like Jessie's girl, I want, I want...
"Hola lindo, ¿podrías ponerme Tainted Love, la de Soft Cell?", me dice una rubita con la piel chocolate y la cara como un palimpsesto de tanto maquillaje. Víctor se acerca con la bandeja, ella escoge un vasito del medio, se lo bebe de un trago y se saborea pasándose la lengua por los labios.
... this tainted love you've given I give you all a boy could give you take my tears and that's not nearly all...
"Pue sí Juan", se acerca Víctor de nuevo, "al tercer día de ta encaramao en esa mata de mango veo a do tipo caminando a lo lejo y decido arriegame, bajo de la mata y lo alcanzo, le doy 30 dólare que llevaba pa que llamaran a un primo mío pa que venga a recogeme, llamaron sí, pero a la policía."
... don't touch me please I can not stand the way you tease, I love you though you hurt me so, now I'm going to pack my things and go...
"Ahora quiero que me pongas The Reflex, pero la versión extendida que ustedes tienen aquí", me dice el mismo carajo devoto de Rick Springfield aumentando mi odio hasta la visión de un vodka tonic con un poquito de cianuro.
...You gone too far this time, but I'm dancing on the valentine, I tell you somebody's fooling around - with my chances on the dangerline...
"Pue sí Juan, que me mandaron en un avión patrá, uté sabe lo que e eso, pagá 15 mil peso pa casi morise del suto, pa pasa hambre y trabajo, pa envejecé 20 año en una semana, pa conocé un pedaso de Puerto Rico igualito que aquí, pa depué de cinco año todavía depertase uno sudando gritando CUIDAO CON LO TIBURONE CIUDAO CON LO TIBURONE. Pero uno no coge cabesa, que e que la vaina aquí ta muy mala, si yo consigo el dinero me voy otra ve, como que do y do son cuatro. Hablando de dinero, ¿uté podría dame un avance a sueldo hoy? E que Vitico no tiene leche mañana."
... the reflex is in charge of finding treasure in the dark...
viernes, octubre 05, 2007
FAKE plastic FRUITS
Llegué a Bonao de 8 años. Mi Tío tenía como 19 ó 20 y empezó a ensayar la paternidad conmigo. Me recortaba a la moda, me hacía pantalones a la moda; me llevaba al cine y a comer pizzas; ordenaba que me frieran tostones cuando cocinaban asopao y peleaba con Mamatita por levantarme los domingos a la 7 de la mañana para la misa de las 8. Yo odiaba ir a misa, no sólo por la hora, me obligaban a leer el evangelio desde el altar y mi imaginación me llevaba al lado de Job, sufriendo de lepra, muriendo con las muertes de su familia y su ganado, todo por una apuesta entre Dios y el Diablo. Ahí empezó mi ateísmo, la Biblia es para mí un gran libro de aventuras.
Mi Tío vino para Nueva York, sólo volvimos a vernos en algún diciembre, en el funeral de mi abuelo. Cuando llegué a Nueva York nos encontramos otra vez. "Tú tiene una habitación dondequiera que yo viva", me dijo por teléfono. Desde hace más de 6 meses vivimos juntos; pero nuestros horarios no nos dejan tiempo para comentar nuestras victorias, nuestras derrotas cotidianas. Después que yo termino mis 8 horas del monótono may I help the next customer please me quedo palomeando por Brooklyn y Manhattan; cuando llego al Bronx mi Tío duerme: se levanta a las 3 de la mañana para salir en su taxi a recoger borrachos tristes con grandes propinas y sin mujeres esperándolos.
El hombre es un animal de costumbres. Una madrugada desperté, fui al baño a orinar en medio del olor del café. Mi Tío estaba sentado en la mesa del comedor, bebiendo su tasa con mucha cremora, poniéndose su armadura invisible y su bluetooth en la oreja para enfrentar el terrible tedio de recorrer una y otra vez los mismos lugares con las mismas chimeneas con los mismos diálogos.
"Abrígate bien hoy, que hoy va a bajá a 23", me dijo. Desde ese día se estableció la rutina del invierno. Yo despertaba, iba al baño, salía y mi Tio me hablaba del clima saboreando cada sorbo tibio. Después de varios suspiros respiraba hondo antes de decidirse a enfrentar el día mientras yo volvía a la cama hasta la alarma.
Mi Tío fue a Bonao a pasar las navidades, compró una yipeta nuevecita. De allá regresó con botox en el alma, Lucecita se llama la chamaquita, me dijo. Llegó a hacer ejercicios para regresar en Septiembre sin barriga, para no avergonzarse cuando se quitara la wife-beater en el río Yuna, para no avergonzarse cuando se desnudara frente a ella con la luz encendida en el motel Singapur. Llegó a hablar por teléfono una hora girondiana todos los días te quiero mucho mi lubidulia mi golocidalove mi lu tan luz tan tú que me enlucielabisma tú sí me hace falta y descentratelura y venusafrodea y me nirvana el suyo la crucis los desalmes con sus melimeleos sus erpsiquisedas sus decúbitos lianas y dermiferios limbos y gormullos toy loco por vete de nuevo mi lu mi luar mi mito demonoave dea rosa mi pez hada mi luvisita nimia no veo el día que temo junto otra ve mi lubísnea mi lu más lar más lampo mi pulpa lu de vértigo de galaxias de semen de misterio tú ere mi lubella lusola mi total lu plevida mi toda lu lumía mi lu mi lu mi lu Lucecita.
La primavera no merece un comentario. Mi Tío no es hombre de salir con un "Hoy las flores estarán preciosas, aunque mucho polen en el aire"; por suerte comenzaron las Grandes Ligas y las predicciones meteorológicas del tío al sobrino fueron sustituidas por "Ale Rodrigue la sacó otra ve", "Perdieron lo Yankee", "Ganaron lo Yankee", "Ale Rodrigue lleva 24 jonrone."
Pero he aquí que llegó Septiembre, y mi Tío desayuna en el Bronx con la certeza de que a la 1 de la tarde estará en Bonao comiendo sancocho con Lucecita. En el avión se sienta al lado de Lucifer dentro del cuerpo de un azuano que le brinda Chivas Regal. Mi Tío casi no bebe, yo digo que para no perder el glamour, el borracho siempre se despeina. Es un hombre vanidoso: usa un bluetooth desconectado porque eso le da feeling, en Bonao nadie tiene uno, me dijo. Cuando aterriza en Santiago está totalmente borracho llegando a la casa de Mamatita con una bachata a todo lo que da sentándose con varias cervezas besando a Lucecita eta e la mujer que yo amo en frente de amigos y familia saludando voceando a todo el que pasa por la calle montándose manejando la yipeta casi llevándose un motorista en cada esquina hasta Coconut pagándole la cuenta a quien se lo pida bailando reggaetón hasta abajo hasta abajo en Aquarius botando el bluetooth en la pista vomitando en la acera chocando la yipeta contra un paloelú.
Pero he aquí que llega Octubre y el tiempo de regresar a Nueva York. Yo estaba en Brooklyn y cuando vine al Bronx ya mi Tío dormía, o eso creía yo. En la madrugada me despierto, loco por verlo. Salgo del baño en medio del olor del café. Mi Tío está sentado con su tasa en la mano.
"Te traje aguacate y dulce de leche con guayaba", me dice sin levantar la vista.
Según el científico-filósofo-escritor Steinbeck las pulgas saben cuando el perro va a morir y abandonan el cuerpo del anfitrión ante la inminencia del desastre. ¿Podemos nosotros, como las pulgas, oler la desintegración de las células? ¿Podemos nosotros percibir la vejez invadiendo sin piedad el cuerpo de un ser querido?
"Lucecita ta preñá", me dice, no con la euforia de un futuro padre anunciando la llegada de su primogénito, si no con la amargura de un hombre enamorado confirmando la sordidez de un cuerno.
Y yo quiero escribirte un poema muy sencillo querido Tío, que evite que te vuelvas loco, que alivie tu sufrimiento, con metáforas inútiles y hermosas; pero no soy Dylan Thomas, por eso plagio a Bob Dylan. Mudo, me quedo mirando un aguacate dominicano, tan real, tan bueno, que algún curioso colocó en el centro de mesa, rodeado de uvas y peras y manzanas plásticas.
Mi Tío vino para Nueva York, sólo volvimos a vernos en algún diciembre, en el funeral de mi abuelo. Cuando llegué a Nueva York nos encontramos otra vez. "Tú tiene una habitación dondequiera que yo viva", me dijo por teléfono. Desde hace más de 6 meses vivimos juntos; pero nuestros horarios no nos dejan tiempo para comentar nuestras victorias, nuestras derrotas cotidianas. Después que yo termino mis 8 horas del monótono may I help the next customer please me quedo palomeando por Brooklyn y Manhattan; cuando llego al Bronx mi Tío duerme: se levanta a las 3 de la mañana para salir en su taxi a recoger borrachos tristes con grandes propinas y sin mujeres esperándolos.
El hombre es un animal de costumbres. Una madrugada desperté, fui al baño a orinar en medio del olor del café. Mi Tío estaba sentado en la mesa del comedor, bebiendo su tasa con mucha cremora, poniéndose su armadura invisible y su bluetooth en la oreja para enfrentar el terrible tedio de recorrer una y otra vez los mismos lugares con las mismas chimeneas con los mismos diálogos.
"Abrígate bien hoy, que hoy va a bajá a 23", me dijo. Desde ese día se estableció la rutina del invierno. Yo despertaba, iba al baño, salía y mi Tio me hablaba del clima saboreando cada sorbo tibio. Después de varios suspiros respiraba hondo antes de decidirse a enfrentar el día mientras yo volvía a la cama hasta la alarma.
Mi Tío fue a Bonao a pasar las navidades, compró una yipeta nuevecita. De allá regresó con botox en el alma, Lucecita se llama la chamaquita, me dijo. Llegó a hacer ejercicios para regresar en Septiembre sin barriga, para no avergonzarse cuando se quitara la wife-beater en el río Yuna, para no avergonzarse cuando se desnudara frente a ella con la luz encendida en el motel Singapur. Llegó a hablar por teléfono una hora girondiana todos los días te quiero mucho mi lubidulia mi golocidalove mi lu tan luz tan tú que me enlucielabisma tú sí me hace falta y descentratelura y venusafrodea y me nirvana el suyo la crucis los desalmes con sus melimeleos sus erpsiquisedas sus decúbitos lianas y dermiferios limbos y gormullos toy loco por vete de nuevo mi lu mi luar mi mito demonoave dea rosa mi pez hada mi luvisita nimia no veo el día que temo junto otra ve mi lubísnea mi lu más lar más lampo mi pulpa lu de vértigo de galaxias de semen de misterio tú ere mi lubella lusola mi total lu plevida mi toda lu lumía mi lu mi lu mi lu Lucecita.
La primavera no merece un comentario. Mi Tío no es hombre de salir con un "Hoy las flores estarán preciosas, aunque mucho polen en el aire"; por suerte comenzaron las Grandes Ligas y las predicciones meteorológicas del tío al sobrino fueron sustituidas por "Ale Rodrigue la sacó otra ve", "Perdieron lo Yankee", "Ganaron lo Yankee", "Ale Rodrigue lleva 24 jonrone."
Pero he aquí que llegó Septiembre, y mi Tío desayuna en el Bronx con la certeza de que a la 1 de la tarde estará en Bonao comiendo sancocho con Lucecita. En el avión se sienta al lado de Lucifer dentro del cuerpo de un azuano que le brinda Chivas Regal. Mi Tío casi no bebe, yo digo que para no perder el glamour, el borracho siempre se despeina. Es un hombre vanidoso: usa un bluetooth desconectado porque eso le da feeling, en Bonao nadie tiene uno, me dijo. Cuando aterriza en Santiago está totalmente borracho llegando a la casa de Mamatita con una bachata a todo lo que da sentándose con varias cervezas besando a Lucecita eta e la mujer que yo amo en frente de amigos y familia saludando voceando a todo el que pasa por la calle montándose manejando la yipeta casi llevándose un motorista en cada esquina hasta Coconut pagándole la cuenta a quien se lo pida bailando reggaetón hasta abajo hasta abajo en Aquarius botando el bluetooth en la pista vomitando en la acera chocando la yipeta contra un paloelú.
Pero he aquí que llega Octubre y el tiempo de regresar a Nueva York. Yo estaba en Brooklyn y cuando vine al Bronx ya mi Tío dormía, o eso creía yo. En la madrugada me despierto, loco por verlo. Salgo del baño en medio del olor del café. Mi Tío está sentado con su tasa en la mano.
"Te traje aguacate y dulce de leche con guayaba", me dice sin levantar la vista.
Según el científico-filósofo-escritor Steinbeck las pulgas saben cuando el perro va a morir y abandonan el cuerpo del anfitrión ante la inminencia del desastre. ¿Podemos nosotros, como las pulgas, oler la desintegración de las células? ¿Podemos nosotros percibir la vejez invadiendo sin piedad el cuerpo de un ser querido?
"Lucecita ta preñá", me dice, no con la euforia de un futuro padre anunciando la llegada de su primogénito, si no con la amargura de un hombre enamorado confirmando la sordidez de un cuerno.
Y yo quiero escribirte un poema muy sencillo querido Tío, que evite que te vuelvas loco, que alivie tu sufrimiento, con metáforas inútiles y hermosas; pero no soy Dylan Thomas, por eso plagio a Bob Dylan. Mudo, me quedo mirando un aguacate dominicano, tan real, tan bueno, que algún curioso colocó en el centro de mesa, rodeado de uvas y peras y manzanas plásticas.
miércoles, octubre 03, 2007
love my FLAG
Desde que llegué a Nueva York he sentido nostalgia dos veces. Una fue el Jueves Santo pasado, recordando el mar tibio de Las Terrenas mirando a través de un vidrio de 6 pulgadas el Bruckner Boulevard cubierto de neblina y la otra la semana pasada: siete días sin comer arroz con habichuela haciéndome añorar la bandera en las manos milagrosas de Rosy, la cocinera de mi hermana en Santo Domingo. Y es que si no como arroz con habichuela o moro o locrio con tostones y aguacate me vuelvo loco.
Mi Tía se fue para Providence, dejándome con los periquitos: uno se murió de frío y hambre, el otro se murió de frío, hambre y tristeza. Nada vivo puede depender de mí, se los dije. Los olvidé en el patio y arranqué para Brooklyn cansado de pan con queso y puré de papas con huevos quemados o duros. "Ven pacá que yo toy cocinando un cocido de patica", me dijo mi Tío, pero no me gusta ir por el bloque, ese retazo bronxiano de la Marcy Place entre Walton y la Grand Concourse donde la policía hace redadas a diario por la música a todo volumen que tienen hasta los pushers sin importales caer presos con toda la droga del mundo en los bolsillos por no bajarle algo a Zacarías Ferreiras. "COÑAZO MAMAÑEMA" "PUÑETA CANTO E CABRÓN" "QUE BAJE MAMAGUEVAZO" son algunas de las eufónicas perlas que acarician tus oídos mientras caminas con tu resident card en la mano para cuando te pare una patrulla.
Desperté el domingo con una resaca digna de haberme dormido en el tren 4 abriendo los ojos por Burnside. Mi sistema no aguantaba más, necesitaba una loma de arroz. Entonces recordé que vivía en el Bronx, ese barrio dominicano en Nueva York, algún restaurant con comida criolla y pica pollo debe haber. Me levanté y salí hacia Morris Park. Muchos mexicanos, muchos dominicanos, muchos boricuas, uno que otro mullet. Todos los negocios comida china y pizzas, pero después de caminar mareado varias cuadras, como escondido, el restaurant "Mabí" con sus anuncios en la vitrina de 12 cervezas por $5, Comida Familiar $12.99, Arroz con Habichuela y 1/2 Pollo Horneado $4.99; creo que hasta tiré un grito antes de entrar.
Cascada en una de las paredes, palmeras en la otra; vellonera digital, televisión. La mesera mexicana, el cocinero mexicano. En la mesa de al lado dos hombres miraban la carrera de caballos rodeados por botellas de cervezas.
"El five chingó al seven", dijo el azteca.
"Qué mistake casame con esa nigga, ahora tengo que pagai chai supoi", dijo el taíno.
"Mande", me dijo con toda la cortesía de su raza, cuando no está borracha, la mesera.
"Arrozhabichuelatostonesaguacatecocacola", dije a la velocidad del perico.
Cinco minutos después, cada cucharada de arroz con habichuela atenuaba poco a poco mi nostalgia reciente por una hermosa tierra de apagones secuestrada por políticos.
Mi Tía se fue para Providence, dejándome con los periquitos: uno se murió de frío y hambre, el otro se murió de frío, hambre y tristeza. Nada vivo puede depender de mí, se los dije. Los olvidé en el patio y arranqué para Brooklyn cansado de pan con queso y puré de papas con huevos quemados o duros. "Ven pacá que yo toy cocinando un cocido de patica", me dijo mi Tío, pero no me gusta ir por el bloque, ese retazo bronxiano de la Marcy Place entre Walton y la Grand Concourse donde la policía hace redadas a diario por la música a todo volumen que tienen hasta los pushers sin importales caer presos con toda la droga del mundo en los bolsillos por no bajarle algo a Zacarías Ferreiras. "COÑAZO MAMAÑEMA" "PUÑETA CANTO E CABRÓN" "QUE BAJE MAMAGUEVAZO" son algunas de las eufónicas perlas que acarician tus oídos mientras caminas con tu resident card en la mano para cuando te pare una patrulla.
Desperté el domingo con una resaca digna de haberme dormido en el tren 4 abriendo los ojos por Burnside. Mi sistema no aguantaba más, necesitaba una loma de arroz. Entonces recordé que vivía en el Bronx, ese barrio dominicano en Nueva York, algún restaurant con comida criolla y pica pollo debe haber. Me levanté y salí hacia Morris Park. Muchos mexicanos, muchos dominicanos, muchos boricuas, uno que otro mullet. Todos los negocios comida china y pizzas, pero después de caminar mareado varias cuadras, como escondido, el restaurant "Mabí" con sus anuncios en la vitrina de 12 cervezas por $5, Comida Familiar $12.99, Arroz con Habichuela y 1/2 Pollo Horneado $4.99; creo que hasta tiré un grito antes de entrar.
Cascada en una de las paredes, palmeras en la otra; vellonera digital, televisión. La mesera mexicana, el cocinero mexicano. En la mesa de al lado dos hombres miraban la carrera de caballos rodeados por botellas de cervezas.
"El five chingó al seven", dijo el azteca.
"Qué mistake casame con esa nigga, ahora tengo que pagai chai supoi", dijo el taíno.
"Mande", me dijo con toda la cortesía de su raza, cuando no está borracha, la mesera.
"Arrozhabichuelatostonesaguacatecocacola", dije a la velocidad del perico.
Cinco minutos después, cada cucharada de arroz con habichuela atenuaba poco a poco mi nostalgia reciente por una hermosa tierra de apagones secuestrada por políticos.
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