domingo, julio 18, 2010

A Bronx Backyard

Lugar: Patio de una casa en el Bronx, any city USA.
Hora: 6 y pico de la tarde.
Día: Sábado.
Estación: Verano.
Temperatura: 85 F. Humedad 90%.
Personajes: Familia dominicana. Hombres de varias edades; una mujer de edad indefinida; un niño de unos 4 años, bien feo y con la cabeza como muy grande, de cariño le dicen el Caconsito; Princess, una perrita poodle que jura que es gente.
Props: Carpa nueva; iHome con un iPod tocando un playlist de 10 horas de bachata; barbecue asando muslos de pollo y churrascos; una olla de moro de guandules con coco rodeada de aguacates mexicanos sobre una mesa de plástico verde; sillas de plástico varios colores; varias botellas llenas, a medio tomar, vacías, de Corona.

Hombre 1: Pues valió la pena hacer la colecta para la carpa, fíjense qué bien quedó, adiós solazo.
Hombre 2: Mejor será, yo todavía pienso que salió muy cara, con la mata de pera teníamos.
Hombre 3: Ahora vamos a hacer una colecta para echar cemento, que cuando llueve se hace lodo y uno no puede salir.
Hombre 4: No no, no echen cemento en este patio, que es un lujo estar pisando la tierra aquí en Nueva York, de hecho, me voy a quitar los zapatos.
Mujer: Cementen nada más la mitad, y así pueden sembrar flores y tomates en las orillas.
Hombre 9: La verdad es que las cosas no son como uno las imagina. Yo recuerdo que cuando yo vivía en Bonao creía que aquí en Nueva York no había tierra, por eso de la jungla de cemento, que los zapatos no se ensuciaban. Recuerdo que cuando Joselyn iba allá yo olía los zapatos y olían, y las suelas limpiesitas.
Hombre 8: Es que allá uno no sabe cómo es Nueva York, cuando Fe y yo fuimos la Navidad pasada llevamos a Princess, y estaban unos albañiles terminando el baño y yo escuché que dijeron, "Mira a esa perrita, es mejor que nosotros, nosotros valemos menos que ella, ella vive en Nueva York y se ha montao en avión muchísimas veces."
Hombre 5: Qué fuerte, y cambiando el tema, uno tiene los hijos para nada, desde que se hacen grandes no vuelves a saber de ellos si no es para pedirte dinero, que para pedir dinero nunca son grandes.
Hombre 6: Eso sí es verdad, las dos hijas mías no me llaman ni para mi cumpleaños. Yo les digo que un minuto por más ocupado que uno esté lo tiene para su papá, pero qué va.
Hombre 7: Los míos tampoco me llaman.
Hombre 8: Por eso es que este no quiere tener hijos, por los ejemplos que ve.
Mujer: No no, pero los hijos hay que tenerlos, es algo que uno deja aquí abajo.
Hombre 4: Pero es que yo no quiero dejar ningún rastro de mi limpio paso por este planeta, no quiero hacerle ese daño a la humanidad. Hasta quiero ser cremado cuando me muera, no antes, of course.
Mujer: Es bueno tener sus hijos, es bueno tener quien cuide a uno cuando uno sea una vieja.
Hombre 4: Bueno, de ese susto no muero yo, no creo que me vuelva una vieja con los años.
Hombre 5: Pero es que estos hijos de nosotros no nos van a cuidar, si ni siquiera llaman a uno a menos que no sea para pedirle dinero.
Hombre 4: ¿Cuántos hijos tienen Tone y tú?
Mujer: Deja ver, se me murieron dos... 15, y 17 nietos.
Caconsito: Buela, quiero pesi.
Hombre 4: Yisus Craist. 15 hijos y 17 nietos.
Mujer: Y eso, que hay ocho que todavía no están produciendo.
Hombre 4: Virgen de la Altagracia.
Hombre 3: Eso son dos quintetos de basketball, con umpires y gente arretando.
Hombre 2: Un batallón de cualquier ejército.
Hombre 1: Una ganga de atracadores.
Hombre 7: Un batón ballet.
Hombre 4: Y dime una cosa Carmen, ¿te sabes los nombres de todos tus hijos, y de tus nietos?
Mujer: ¿Eh? Claro que sí... Ramón, Jahaira, Bella, Gerson, Tania... Jahaira, Quique... Bella...
Hombre 4: Jajajajaja, mejor hubiese sido que le hubieras puesto números en lugar de nombres, y con una etiqueta en las orejas con el número correspondiente para más facilidad. Mira 14, más te vale que busques a 9 y saquen la basura, y a mí me gustaría saber si fueron 4, 11 y 3 que hicieron ese reguero en el baño, y dímele a 15 que acabe de llamar a 1 para que la ayude a hacer la tarea...
Hombre 2: Y oigan una cosa, ¿ustedes vieron el video de la policía matando a un ladrón en La Romana?

viernes, julio 16, 2010

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Why Century 21?

martes, julio 13, 2010

October 21, 1942 by Flann O'Brien

Qué vano, qué hablar de loro eso de que el conocimiento no es una carga. Algunas veces, cuando cansado por el intenso estudio, emerjo hacia el mundo de moda por una breve hora y emito palabras todas sin significados con alguna nonentidad, me piden que acepte la más abyecta ordinariez en el nombre de la "conversación". En ese momento uno quiere gritar. La lástima por la raza humana está sofocada, aunque sea por un breve momento. Una rabia estridente se cría con amenaza en el asiento de la razón. Conocimiento no es carga! Y pensar que yo, yo, yo, quien...

Yo he consumido todas las fuentes del conocimiento humano, llegado finalmente al final de toda la ciencia cósmica; soy un maestro del aprendizaje de cada nación, de todas las lenguas muertas o vivas, de cada literatura, Occidental o en el Este. El Arte en todas sus incontables manifestaciones, cada buena externalización de la sensibilidad humana y su arrogancia, cada obra donde el encanto y la nobleza se mezclan, estas cosas son comunes, para mí tienen la cualidad del pan. Yo he vivido en todas las sociedades, he visto cada flujo de la Naturaleza y el artificio humano, he estudiado al hombre bajo cada phasis de civilización. Lo he estudiado en lo salvaje y donde quiera que pueda asemblarse comunalmente. La influencia de credos, leyes, maneras, costumbres, tradiciones, todo, todo ha sido sujeto a mi escrutinio personal, pesado, considerado, a menudo encontrado queriendo...

Para un hombre en mi posición podría parecer que hay una fuente de felicidad y alegría. Uno podría pensar que yo pude haber descubierto la primavera perpetua de la felicidad en la sensibilidad del corazón. Oh, no! Para mí esta es una fuente sellada. El hecho es que soy un hombre sin afectos. Eso no es decir que no tengo corazón, porque soy susceptible de emociones profundas. Pero nunca, ¿tú me oyes?, nunca para los individuos. Soy capaz de reconstruir una ciudad que ha sido arrasada por una guerra cruel; de restaurar una colonia que ha sido reducida por alguna temida visita de la Naturaleza; de llevar trabajos de drenaje a grande escala donde las aguas hinchadas hacen miserables a los campesinos; de admitir en la comunidad humana a razas y gentes no bienvenidas por razones de pigmentación epidérmica; de visitar con grandiosa burla a bribones políticos que impondrían impuestos injustos; de redimir a la libertad a una horda de cautivos verminosos. Estas cosas haría. Pero, oye, en secreto mortal. Porque de verdad, vacío de todo amor por mí mismo, la aprobación pública es... nada para mí. Es hueca, vergonzosa, una falsa. Para mí es... inútil. No la quiero. Ofrecida, la rehuso. El individuo nunca toca mi corazón. Y la mujer! La mujer es para mí... un juguete. ¿Qué son las mujeres? Juguetes para una breve hora. ¿Y el hombre? El hombre es una máquina. A la colonia humana en esta tierra nada puedo darle pero mi lástima. Lástima es todo lo que puede esperar de mí.


viernes, julio 09, 2010

podworkorange.com

Answering my mail

martes, julio 06, 2010

World Cup Primetime on ESPN

Estaba lloviendo, estaba yo viendo, a pesar de conocer el resultado, el resumen del Mundial por ESPN. Por lo menos quería gozar del golazo de Forlán, barbarazo; cuando llegó el Half Time y los cursileros de ESPN pasaron un reportaje con la siguiente amenaza: escrito, filmado, narrado, producido, dirigido, pensado, por 22 brillantes jovencitas prometedoras overachivers, u otro adjetivo igual de ruín, de High School de toda Sudáfrica. Es decir, algo intragable.

Cuando enseñaron al grupo de soñadoras, esperé encontrar negras y blancas, reflejo de la igualdad en ese hermoso país que dio a conocer en el mundo a la vuvuzela. Pero no, todas eran negras, lo que me hizo pensar en segregación voluntaria, si las elegidas ganaron por excelencia académica.

Pero bueno, eludiendo el racismo, atrayente por fácil, diré que de una vez supe que venía alguna historia de Overcoming Obstacles, de Human Triumph, de canción de Whitney Houston, tal vez inspirada en alguna cita de Paolo Coehlo, o del Dalai Lama, o de Yoda. Y así fue, pero contrario al sentido común, la historia era sobre algún activista de los derechos humanos, o civiles, en lugar de ser la increíble historia de Pretorius Blomkamp, prometedor futbolista sudafricano que luchó contra el Apartheid, y al que, compartiendo calabozo con Bono, digo, con Mandela, le fue amputada su pierna derecha por resistirse a revelar si era verdad que Mandela era ventrílocuo; y que, sin embargo, ya libre, sin prótesis, saltando en un solo pie, jugó con el equipo nacional sudafricano por tres años, aunque sólo hizo un autogol, cabezazo, y le cantaron varias manos. Y el que, años más tarde, sufrió un aparatoso accidente mientras manejaba su Ferrari Custom Made, perdiendo la otra pierna, y, sin embargo, jugó dos años más, sin goles, varias manos, con la selección sudafricana. Y el que, tratando de cocinar algún plato típico, se quemó el brazo derecho hasta la amputación hasta el codo. Y el que, sin embargo, jugó un año más con la selección sudafricana, aunque, tengo que decirlo, no anotó ningún gol, pero tampoco se le cantaron manos. Mandela lo nombró asesor de asuntos deportivos. Murió en la navidad del 2003, ahogado en su jacuzzi.

Es decir, si esta no es una historia de triunfo puro del Human Spirit, digna de Ring Lardner y Family Guy, no sé cuál es.

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