jueves, abril 27, 2006
"Jorge Luis Borges, his memory" by María Kodama
Ayer fui a la Feria del Libro. La Feria está organizada, atrás quedaron los años blancos donde usted podía disfrutar de una cativía grasosa hojeando, con prólogo de Menem, el tomo gigante de las obras inmortales de Sócrates. Ahora el área de la comida está definida, y los libros no son ignorados por la competencia desleal del aroma de una fritura.
Como estamos lejos y cerca del día de pago no tengo un centavo, no fui a comprar libros, fui a la conferencia que dictó la Sra. María Kodama: "Jorge Luis Borges, su memoria." En la entrada al Teatro Nacional las carnes del Asadero Los Argentinos ponen a prueba la voluntad de los adoradores de Borges. Un dato, no vayan a una conferencia sobre Borges, o sobre cualquier cosa, con hambre. Especialmente si usted ve que hay varios hombres sentados al lado de la conferencista estrella de la noche. Todos van a querer hablar, y si el tema es Borges, bueno, su estómago conocerá el Aleph de la inanición.
8:00 El Presentador del Presentador agradece a Dios, a Faraonel, a Borges, a María Kodama, al brujo del Maizal, a los asistentes, por la conferencia.8:15 El Presentador presenta al Coordinador argentino de las actividades de la Feria.
8:16 El Coordinador Argentino habla por 13 minutos sobre la construcción de la Avenida 9 de julio, después justifica el segundo lugar obtenido en las guerras de Las Malvinas, por último explica con gráficos la mejor forma de tomar mate.
8:29 El Presentador presenta la contraparte dominicana. Es bueno recordar que la Ley de Espectáculos Públicos sometida por AMUCABA exige que a cada artista extranjero le pongan uno dominicano. Cuando Los Enanitos son Verdes, también toca Toque Profundo, cuando Pecos Kanvas asesina la armonía en El Gato Tuerto, también se emborracha Anthony Ríos.
8:30 CONTRAPARTE DOM.: Yo era un jovencito viviendo en San Miguel en una calle que sí quiero recordar, tuve en mis manos un libro de Borges, era negro y lo encontré complicado, inextricable, una prosa difícil de entender si uno está borracho, todavía a mis amigos les declamo el poema 1964, más tarde lo declamaré para ustedes, en 1999 tuve la dicha de ser edecán de María Kodama cuando vino al país para el centenario de Borges, hoy tengo esa dicha otra vez, recuerdo que en el único viaje que hice a Madrid casi tengo la suerte de conocer a Borges, él estaba en Santander recibiendo un premio con el nombre de un rey de manos de otro rey y unas lluvias torrenciales en el país vasco lo hizo salir de Europa... (15 minutos después)... la vida es corta y aunque las horas son tan largas una oscura maravilla nos acecha, la muerte, ese otro mar, esa otra flecha que nos libra del sol y de la luna y del amor (pausa para efecto). Borges, la muerte no te librará de nuestro amor, ni del de María Kodama.
En el público la gente habla, hay risas ahogadas, una profesora asistente se molesta con dos hombres que no se han callado, salen varias personas, suena un celular con la melodía de "La Cucaracha", una pareja de ancianos nos da el secreto de la felicidad en un matrimonio de 50 años: Dormirse en una conferencia apoyando la cabeza en el otro.
8:49 MARÍA KODAMA: La memoria de Jorge Luis Borges era prodigiosa, tal vez por la ceguera, era un ferviente admirador de Homero, quien también era ciego, y desde niño su padre lo introdujo al ejercicio de la memoria, le enseñaba una manzana y después lo hacía cerrar los ojos preguntándole la forma, el aroma, el sabor de la fruta, hacía el mismo ejercicio con monedas, pero las monedas no sabían muy bien y olían a cobre. Mi primer recuerdo de Borges es muy perspicuo, yo tenía 6 años y el azar de los astros me deparó los versos de uno de sus poemas escritos en inglés a otra mujer: Puedo ofrecerte mi oscuridad, mi soledad, el hambre de mi corazón, porque estoy tratando de sobornarte con la incertidumbre, con el peligro, con la derrota... (Después de 20 minutos de citas de los textos de Borges)... en el Louvre lloramos juntos ante la belleza pura de la escultura La Victoria de Samotracia, gracias.
Aplausos. El Presentador empieza la sesión de preguntas y respuestas.
PREGUNTADOR: Yo no soy borgeano, soy uruguayo, ¿por qué Borges no está enterrado en América?
UNA VOZ: Sí, por Baldor...
MARÍA KODAMA: No, aunque había una mesita de noche en la que a él le gustaba escribir a la que le faltaba una pata y le colocamos un libro inmenso de cálculo diferencial e integral, tal vez eso le transmitió ese conocimiento.
La gente sale casi corriendo. Vamos directo al área de las comidas, ¡qué tomatazo, llegó el sabor a la Feria!, allí pedimos las obras completas de Pizzarelli: una pizza de queso recién hecha, que no olía ni sabía a cobre.
Picture M. Kodama by Frank Báez
martes, abril 25, 2006
A Ferret in a Hen House
Así las cosas, en la iglesia Nuestra Señora de Fátima hay un rebú: un cacareo intenso parecido al de un gallinero bajo la amenaza de un hurón. Las devotas que cooperan con dinero, ropa, medicina, comida y demás, para los feligreses más muertos de hambre, no están contentas.
—Yo le dije a utede que una de nosotra era la que debía se la tesorera, que mi hijo dijo que debíamo habé regitrao do firma pa podé retirá dinero de la cuenta de ahorro...
Ayer, cuando trataron de retirar dinero de la cuenta de ahorros con el nombre de Fondo de Devotas Nuestra Señora de Fátima, FoDeNuSeFá, se encontraron con un desagradable y blasfemo cero. La cosa fue así, se murió el viejo de los panes y, claro, como vender panes de puerta en puerta en una bicicleta de canastos y filosofar con los gallos de pueblo sobre la transformación de los caballos en motocicletas en las calles de Bonao no deja dinero, murió sin un centavo. Esto movilizó a FoDeNuSeFá y de inmediato se habló con Vencido, el dueño de la funeraria Reposo Absoluto, para apartar un ataúd que no fuera tan barato. Pero, oh, sorpresa, aun con un margen de error aceptable en los cálculos de Doña Morena, debido al convenientemente esporádico endurecimiento de sus arterias, debería haber en la cuenta, por lo menos, un balance de varios sagrados miles de pesos.
—Oh Dio mío, enséñano el camino...
Una de las hipótesis, cantada por Doña Pura, a la que algunas consideran francamente demente, habla con su difunto esposo y tiene 37 gatos, es que el mismo Lucifer falsificó la firma del Padre Manolo y retiró el dinero haciendo la fila convertido en un chivo prieto; la otra hipótesis, expuesta por Doña Llillín, a la que algunas consideran francamente cuerda, no le habla a su esposo vivo y tiene una cotorra que dice "Cuca cuero coño", es que el mismísimo Padre Manolo firmó el retiro de la cuenta de ahorros y se dirigió muy campante a la sucursal del Banco de Reservas retirando los 42,727 pesos, algo más, algo menos, del fondo de FoDeNuSeFá.
—Oh Dio mío, mándano una lu...
Y la luz fue enviada por Dios en el cuerpo todavía creciendo del nieto de Doña Petra, cajero del Banco de Reservas, quien no sólo confirmó que fue el mismísimo Padre Manolo el responsable del retiro, si no que consiguió una fotocopia del mismo con el detalle detrás del desglose del efectivo entregado en las manos del párroco:
12 x 2000
16 x 1000
5 x 500
2 x 100
1 x 20
Muchas devotas no creían en las pruebas que aportaba este muchacho tartamudo con corbata azul y una nariz llena de espinillas; algunas esperaban al Padre Manolo con una explicación divina como el milagro de los panes y los peces en Cafarnaún, anhelaban ver los miles de pesos convertidos en cientos de miles, en millones; otras rezaban hincadas ante el Cristo crucificado, de tamaño real, según los datos de las autoridades católicas, y financiado por FoDeNuSeFá. El Padre Manolo no aparecía por parte.
A las cuatro llegó el diácono Agustín, celoso en secreto de la adoración que le profesaban al Padre Manolo en la parroquia, y decidió que era tiempo de llamar al obispo de La Vega para instrucciones. El obispo estaba en la capital y en el celular siempre salía el mensaje:
"Este es el celular del obispo Piñango, después de las campanas deje su mensaje, y rece un Padre Nuestro y diez Ave Marías..."
El diácono dejó varios mensajes, todos esperaban por la llamada del obispo cuando apareció Amarilis, una muchachita de 14 años de Juma Arriba que venía a la iglesia a lavar y a planchar las sotanas del Padre Manolo. Amarilis, acompañada por una tía conocida como La Tambora, lloraba con jipíos. La Tambora tomó la palabra en medio del silencio del diácono y las devotas que veían sus sospechas confirmadas:
—El mimito Padre Manolo preñó a mi sobrina carajo, perdón Jesú que toy en tu casa, el mimito Padre Manolo abusó de mi sobrina coñazo, perdón Virgen María que toy en tu casa, el mimito Padre Manolo le robó la inocencia a eta virgencita me cago en el diablo recontracoñazo, perdón Jehová que toy en tu casa...
En Bonao nadie volvió a saber del Padre Manolo, muchos dicen que se fue para Brasil, otros que para Roma, otros que la iglesia sabe donde está y lo esconde por ser el ahijado de un político poderoso. El dinero nunca fue repuesto, y ahora las devotas de FoDeNuSeFá registraron tres firmas para poder retirar dinero de la cuenta de ahorros, firmas que deben ser cambiadas a cada rato, por la alta tasa de mortandad entre las doñas con cofias.
Image by Omar Carrera Knebel
viernes, abril 21, 2006
Entrevista con el Taxista
jueves, abril 20, 2006
The Mother
Ayer miércoles salió en los periódicos un espacio pagado por el PLD con una foto única: en algún mitin de la Alianza Rosada se ven las figuras de Hipólito Mejía, Ángel Miolán, Asela Mera de Jorge Blanco, saludados por Amable Aristy. Atrás vemos a Johnny Jones y otros reformistas.
Es una foto que no tiene desperdicios. El Sr. Amable Aristy saluda a la Sra. Asela Mera que se ríe mientras el Sr. Hipólito Mejía hace una mueca de burro. Uno no se imagina el por qué de la risa, con un partido hecho añicos, con la popularidad en la cuneta. Es posible, me dice un amigo vegetariano al que todo le parece mierda, que estuvieran divirtiéndose con los transplantes de pelo que se hizo el Sr. Amable Aristy a la edad de 98 años, una coquetería que no habla muy bien del carácter de un anciano, y que la Sra. Asela Mera le dijo al Sr. Hipólito Mejía que se ponga cabellos también, causando la mueca del burro. La verdad, conociendo los personajes, puede ser cualquier cosa, desde "Me compré un helicótero que sólo cotó 80 millone" hasta "Me gutaría que un chivo que yo tengo en Higüey lo pongan de diputado en la boleta rosada."
Hoy jueves sale un espacio pagado del Sr. Orlando Jorge Mera, Secretario General del PRD, una carta al Sr. Reinaldo Pared Pérez, Secretario General del PLD:
"Le escribo estas líneas para expresarle mi preocupación por el curso que está tomando la campaña negativa que está haciendo el Partido de la Liberación Dominicana en contra de la Gran Alianza Nacional, que en el día de hoy ha llegado al extremo de hacer una publicación en la que utiliza una foto de una actividad en la que mi madre, Asela Mera de Jorge Blanco, figura en primer plano."
La carta continúa alegando que el PLD no tiene derecho a utilizar la imagen de una madre, que no ejerce funciones públicas o políticas, en su campaña. Roberto Arlt, en sus Aguafuertes Porteñas, escribe:
"Me acuerdo que cuando se estrenó la película La Madre, de Máximo Gorki, fue en un cinematógrafo aristocrático de esta ciudad. Los palcos desbordaban de gente elegante y superflua. La cinta interesaba, sobre todas las cosas, por ser del más grande cuentista ruso, aunque la tesis... la tesis no debía ser vista con agrado por esa gente. Pero cuando en el film se vio, de pronto, un escuadrón de cosacos precipitarse sobre la madre del revolucionario ruso que, en medio de una calle de Moscú, avanza con la bandera roja, súbitamente la gente prorrumpió en un grito:
¡Bárbaros! ¡Es la madre!"
Y así mismo repite el Sr. Orlando Jorge Mera: "¡Peledeístas, es mi madre!" Una madre que él no debió llevar a ningún acto político de este país, donde la clase política le da lecciones al mundo de robo, desfachatez, robo, inconciencia social, robo, indolencia, robo, inmediatez, robo, en fin, son unos ladrones capaces de cualquier cosa, y uno no mezcla a su madre con esta clase de señores, uno no lleva su madre a un aquelarre donde puede aparecer el mismo Satanás en la forma de un senador.
Otra cosa, ¿quién tomó la foto? Muchos dicen que el Sr. Vincho Castillo paga por una foto como ésta con las tarifas de Vanity Fair por una foto de Tom Cruise comiéndose una placenta. Yo creo que es el mismo Sr. Vincho Castillo, vestido de vieja con cofia y bata de flores, el que se introduce en las reuniones de la Alianza rosada como una víbora en una gallera.
miércoles, abril 19, 2006
Please students comeback to UASD
Así las cosas, el Paseo del Estudiante está vacío. La huelga de los profesores y empleados de la UASD ha hecho que los bancos extrañen a los estudiantes. No importa que se pierda el semestre, no importa que esa damnificada con deseos de ser Contadora Pública Autorizada no se tire una fotografía con su toga y su birrete en octubre. Lo que sí importa son los 10 mil pasteles en hojas, los 23 mil pedazos de pizza, las 14 mil libras de arroz que engullían los estudiantes diariamente mientras esperaban sus clases de Filosofía y Estadística II.
—Yo te voá decí la verdá, ya que no den clase, porque eso de uno dejá de i a la universidá por un me y medio y que vengan ahora a hablale a uno de Control de Calidá japoné, dique llos in tain, no hay forma de que uno coja el hilo otra ve, ya que dejen eso...
Parodiando a Nietzsche, que murió loco de remate, puedo decir: "Así habla Yanirilvys", una compañera que trabaja en un Salón Unisex haciendo manipaticuris durante el día y al atardecer coje una guagua para ir a estudiar Mercadeo en la UASD, para en un porvenir azaroso conseguir un trabajo de cajera en el Banco Popular.
Los chinos son los únicos vendiendo, inauguraron un local repleto de chofán y picapollo y los pocos empleados de la zona hacen fila con 70 pesos en la mano, pero las puertas de la cafetería-comedor 100% nos exhiben un gris oxidado que da ganas de llorar; las cunetas lucen desoladas sin los platos foam embarrados de cachú y mayonesa. ¿Por qué? Porque los profesores piden un 30% de aumento salarial ahora y el gobierno quiere darles un 20% el año que viene.
—Yo soy profesor de Metodología Científica I, y es muy fuerte que el gobierno le ofrezca a uno un 30% de aumento y que ahora salga con un 20% para el año que viene, porque para sus yipetas y sus casas de playas sí hay dinero, porque para un Metro que no resolverá le problema de transporte del país sí hay dinero, pero para la educación no hay...
La economía nacional sufre esta huelga. Los choferes de carros públicos bajando sin un pasajero la Tiradentes o Alma Mater o José Dolores Alfonseca, las guaguas azules estacionadas una detrás de otra con hombres sin camisa durmiendo en sus asientos soñando con un mar de arroz con habichuelas, los vendedores de skimice limpiándose las uñas con una tijerita, los anónimos perros kakhis preguntándose dónde se fueron las sobras, todos desean que lleguen a un acuerdo. No podemos dejar a estos padres de familia sin sustento para sus hijos. Debemos pensar en las cosas importantes para el país, debemos pensar en las fotocopiadoras con hot-dogs a 15 pesos llenándose de telarañas, debemos pensar en los negocios de comida que rodean la UASD hoy amenazados por el monstruo de la ruina. Si quieren que no impartan clases, que los profesores no vayan a la universidad, pero los estudiantes deben regresar, aunque sea a enamorarse, a beberse una cerveza bajo los árboles escuchando reggaetón, a esperar el mediodía salivando al lado de una olla humeante de pasteles en hojas.
Picture by Engel Leonardo
martes, abril 18, 2006
Watching a Beehive
Mamatita quería llevarme a la parada de la guagua, no la dejé, ¿por qué prolongar la tristeza de ver sus ojos? Para ella marchaba a la guerra, yo venía para la capital a buscar trabajo, a inscribirme en la universidad.
Desde el mismo momento de entrar en la guagua me sentí otro, más alto, los pulmones más anchos, un joven héroe con un porvenir de hazañas capaz de enfrentar a cualquier tíguere de la capital, pero al bajarme de la guagua en la parada del kilómetro 9 me sentí otro, más niño, más vulnerable, pan caliente para cualquier capitaleño atracador.
Santo Domingo se me hacía grande y fea. Los carros y las guaguas y los camiones no paraban de tocar bocina. Una ambulancia trataba de abrirse paso con su sirena anunciando llevo a un hombre que le dio un infarto, llevo a una mujer pariendo un feto con cabeza de cucaracha que será inmune al invierno nuclear. Abracé la maleta. No podía montarme en un carro público, tenía que coger un taxi directo a la pensión de Doña Niña en la calle El Conde con 19 de marzo. El taxista tenía una gorra azul del Licey, eso me dio confianza. Después de salir del humo denso el viaje fue mirando el mar por todo el malecón.
Subí los escalones descansando en cada piso, hasta el quinto piso conté 83 escalones. Era un edificio viejo, en buen estado, de techos altos y ventanas de tablas, ventanas de las que se abren para afuera, dejando entrar la brisa marina a cuatro cuadras de distancia. Toqué el timbre, me abrió una muchacha que me recordó a Natalia. En la sala me miraron extraños que pronto serían conocidos, hombres y mujeres derrotados viviendo en una habitación incierta, sin familia, después de los 30 años: un pintor que nunca había expuesto un cuadro; una mujer con la piel de una baraja rechazada por el casino del Hispaniola; un cambia dólares callejero especializado en engañar a los turistas, a veces hacía de guía cuando los extranjeros eran alemanes; una prostituta viviendo una mentira, y la muchacha que me abrió la puerta, estudiante de contabilidad en la UASD, lejos de Barahona y sus plátanos.
La estudiante me llevó hacia Doña Niña en una transición inmediata de la juventud a la decrepitud. Doña Niña es unas piernas en paréntesis y una boca sin dientes con ojos de habichuelas negras. No me gustó ni un chin la mirada que me dio, pero era el prejuicio de la fealdad, la verdad es que debajo de ese caparazón latía la ternura, una abuela sustituta esperando despierta mi regreso de la universidad con un mangú caliente, un ángel desfigurado que en medio de una fiebre me haría té de limón y, pasándome las manos por los cabellos, susurraría duérmete mi niño.
Yo no estaba ahí, yo estaba con Natalia debajo de una mata de mango, mirando un panal de abejas en una tarde de junio.
Desde el mismo momento de entrar en la guagua me sentí otro, más alto, los pulmones más anchos, un joven héroe con un porvenir de hazañas capaz de enfrentar a cualquier tíguere de la capital, pero al bajarme de la guagua en la parada del kilómetro 9 me sentí otro, más niño, más vulnerable, pan caliente para cualquier capitaleño atracador.
Santo Domingo se me hacía grande y fea. Los carros y las guaguas y los camiones no paraban de tocar bocina. Una ambulancia trataba de abrirse paso con su sirena anunciando llevo a un hombre que le dio un infarto, llevo a una mujer pariendo un feto con cabeza de cucaracha que será inmune al invierno nuclear. Abracé la maleta. No podía montarme en un carro público, tenía que coger un taxi directo a la pensión de Doña Niña en la calle El Conde con 19 de marzo. El taxista tenía una gorra azul del Licey, eso me dio confianza. Después de salir del humo denso el viaje fue mirando el mar por todo el malecón.
Subí los escalones descansando en cada piso, hasta el quinto piso conté 83 escalones. Era un edificio viejo, en buen estado, de techos altos y ventanas de tablas, ventanas de las que se abren para afuera, dejando entrar la brisa marina a cuatro cuadras de distancia. Toqué el timbre, me abrió una muchacha que me recordó a Natalia. En la sala me miraron extraños que pronto serían conocidos, hombres y mujeres derrotados viviendo en una habitación incierta, sin familia, después de los 30 años: un pintor que nunca había expuesto un cuadro; una mujer con la piel de una baraja rechazada por el casino del Hispaniola; un cambia dólares callejero especializado en engañar a los turistas, a veces hacía de guía cuando los extranjeros eran alemanes; una prostituta viviendo una mentira, y la muchacha que me abrió la puerta, estudiante de contabilidad en la UASD, lejos de Barahona y sus plátanos.
La estudiante me llevó hacia Doña Niña en una transición inmediata de la juventud a la decrepitud. Doña Niña es unas piernas en paréntesis y una boca sin dientes con ojos de habichuelas negras. No me gustó ni un chin la mirada que me dio, pero era el prejuicio de la fealdad, la verdad es que debajo de ese caparazón latía la ternura, una abuela sustituta esperando despierta mi regreso de la universidad con un mangú caliente, un ángel desfigurado que en medio de una fiebre me haría té de limón y, pasándome las manos por los cabellos, susurraría duérmete mi niño.
Yo no estaba ahí, yo estaba con Natalia debajo de una mata de mango, mirando un panal de abejas en una tarde de junio.
martes, abril 11, 2006
Easter is here
Así las cosas, tanto esperar y ya la Semana Santa está aquí. Las escuelas cerraron, Plaza Lama vendió dos millones de sandalias, en los colmados no aparece una botella de ron, las playas esperan el éxodo del peaje, los hoteles del interior están llenos, la ciudad se va quedando vacía.
Llegó el domingo adornada de ramos, le hicieron una misa de bienvenida en la Catedral y el Excelentísimo Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez aprovechó este tiempo de reflexión y susurros y paz y amor para gritar su odio hacia los homosexuales. En medio de campanas y mierda de palomas, en medio de sotanas agrias y hostias rancias, en el paso número 333 del complicado rito, el Excelentísimo Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez predica un odio que lleva gestándose más de 13 siglos:
"Yo entiendo que hay que crear un clero sano, inteligente, varonil, nada afeminado ni nada adamado. Debemos formar hombres serios con todos los atributos que Dios les ha dado. Es una burla al matrimonio, es una monstruosidad incalificable el aprobar leyes que permitan el casamiento entre homosexuales, no puede ser que la ley positiva esté en contra de la ley natural porque Dios creo al hombre y a la mujer para crear parejas. El gobierno debe sacar a los homosexuales de la Zona Colonial de la capital dominicana y que se queden en Europa o en Estados Unidos porque aquí no necesitamos esas lacras sociales, aquí no tienen nada que buscar. No necesitamos esas lacras sociales; no las ne ce si ta mos; que se los lleven a todos, que los saquen a todos de aquí, degenerados extranjeros y dominicanos."
Los monaguillos abren los ojos, una señora se persigna, el diácono que era luchador profesional aprieta los puños sobre la pelvis tratando de esconder una erección. En el techo, el botafumeiro esparce incienso asfixiando a una niña vestida de blanco mientras la Virgen de yeso llora lágrimas de arcilla. En la primera fila, Faraonel, un banquero y un abogado trujillista se agarran de las manos. En la calle, el chofer de un carro público discute con una devota con cofia que quiere montar 28 libras de pescado, para conmemorar el ayuno de Jesucristo en el desierto, bajo las protestas de las narices de los otros pasajeros.
Llegó la Semana Santa, para algunos tiempo de playa, de ron, de baile, de gozadera; para otros tiempo de tranquilidad, de susurros, de misas, de reflexión; para todos tiempo de habichuelas con dulce. ¿Se habrá enterado el Excelentísimo Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez?
Llegó el domingo adornada de ramos, le hicieron una misa de bienvenida en la Catedral y el Excelentísimo Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez aprovechó este tiempo de reflexión y susurros y paz y amor para gritar su odio hacia los homosexuales. En medio de campanas y mierda de palomas, en medio de sotanas agrias y hostias rancias, en el paso número 333 del complicado rito, el Excelentísimo Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez predica un odio que lleva gestándose más de 13 siglos:
"Yo entiendo que hay que crear un clero sano, inteligente, varonil, nada afeminado ni nada adamado. Debemos formar hombres serios con todos los atributos que Dios les ha dado. Es una burla al matrimonio, es una monstruosidad incalificable el aprobar leyes que permitan el casamiento entre homosexuales, no puede ser que la ley positiva esté en contra de la ley natural porque Dios creo al hombre y a la mujer para crear parejas. El gobierno debe sacar a los homosexuales de la Zona Colonial de la capital dominicana y que se queden en Europa o en Estados Unidos porque aquí no necesitamos esas lacras sociales, aquí no tienen nada que buscar. No necesitamos esas lacras sociales; no las ne ce si ta mos; que se los lleven a todos, que los saquen a todos de aquí, degenerados extranjeros y dominicanos."
Los monaguillos abren los ojos, una señora se persigna, el diácono que era luchador profesional aprieta los puños sobre la pelvis tratando de esconder una erección. En el techo, el botafumeiro esparce incienso asfixiando a una niña vestida de blanco mientras la Virgen de yeso llora lágrimas de arcilla. En la primera fila, Faraonel, un banquero y un abogado trujillista se agarran de las manos. En la calle, el chofer de un carro público discute con una devota con cofia que quiere montar 28 libras de pescado, para conmemorar el ayuno de Jesucristo en el desierto, bajo las protestas de las narices de los otros pasajeros.
Llegó la Semana Santa, para algunos tiempo de playa, de ron, de baile, de gozadera; para otros tiempo de tranquilidad, de susurros, de misas, de reflexión; para todos tiempo de habichuelas con dulce. ¿Se habrá enterado el Excelentísimo Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez?
viernes, abril 07, 2006
Dropping Tunes
Será por pobre, enano y feo que las mujeres me esconden. Una prima de ella se casa en Santiago, no quiero ir sola mi amor, quiero que vayas conmigo mi cielo, tengo que ir desde el viernes hasta el domingo y no quiero separarme de ti precioso, ven conmigo y nos quedamos en el Hotel Mercedes mi chichí, será muy romántico mi amor, ese hotel parece sacado de un cuento árabe mi vida; los días puedes pasarlos escribiendo y yo vengo en la noche y nos bañamos juntos y nos quedamos despiertos hasta que salga el sol y nos besamos mucho y nos amamos mucho y comemos cheesecake a las 3 de la madrugada y nos amamos mucho y tú te fumas un tabaco y yo te hablo y yo te beso y tú me lees un poema y nos amamos mucho y yo te digo que eres el hombre de mi vida y tú me chupas enterita mientras me llamas linda perra sucia mi amor.
Nos vamos en Caribe Tours. Llegamos en un dos por tres. En el hotel nos registramos como los esposos Vallejo. Entramos a la habitación y hacemos el amor. Ella se baña y se marcha a un ensayo de la boda, es dama de honor. Yo salgo a ver el hotel, con sus mosaicos de medio siglo; con vestigios de esperma de ballena en las lámparas; con voces de debutantes, hoy abuelas, en los hermosos escalones; con la sobriedad y el buen gusto de una era de grandes arquitectos.
Ella regresa y cenamos. Nos parece que alquilamos todo el lugar. Muy pocos huéspedes, apenas vemos una pareja de recién casados, lo adivinamos por los mimos con las bocas full de chuletas y puré de papas.
En la habitación, después de desnudarnos, yo soy yo y ella es ella. En el reloj son las 10 de la noche, en el reloj son las 6 de la mañana.
Otra vez me deja, tengo que ir a un almuerzo de la familia mi amor, todos los que vinimos a la boda estaremos ahí mi vida, todas mis primas llevarán sus parejas y yo no puedo llevarte mi chichí, mi mamá no te soporta precioso, dice que eres un tíguere mi cielo, que a ella le contaron cosas de ti que si ella quisiera estuvieras preso bebé, a mí no me importa mingui, yo te amo y quiero estar contigo mi chulo, escríbeme un poema mi lindo.
There she was
dropping tunes like a Steinway
her last words still in my head
round and round and round
like a song by Talking Heads
"I'll be back tonite, dressed by the book, in yellow"
Suddenly, the sun rose up
and she left me silent
like a grave
La situación no es del todo mala. La verdad es que no me gusta ni un chin chin estar rodeado de señoras preguntando hasta el número de mi cédula. Pero no puedo evitar sentirme apartado de esa parte de su vida que es tan importante. Me gustaría acompañarla y escuchar a otros hablando de ella, de la vez que se tomó la mitad de una pastilla para dormir evitando el mareo de un avión a Nueva York y durmió tres días, de cómo pronunciaba leche cuando era una niña, de la varicela que le dejó esa manchita en la sien izquierda.
El día de la boda su lengua me abre los ojos. Desde la cama la veo vestirse de amarillo. El último botón se cae, nadie pensó en hilos y agujas. Llama a la recepción, no hay forma de que aparezca una iniciativa. Los minutos pasan, ella se preocupa. Me visto y salgo a caminar por los alrededores del hotel. Toco el timbre de una puerta blanca, un hombre caco pelao con un huevo sancochao en la mano me confunde con un Testigo de Jehová, con un atracador, y me cierra la puerta sin escuchar. Toco una puerta de caoba centenaria, perdone señora, pero mi novia tiene que ir a la boda de una prima y necesita hilo y aguja para pegarle un botón a ese vestido que le queda tan lindo, que me hace desear que sea nuestra boda, sí, somos de la capital, en el hotel no aparece nadie que nos ayude, gracias, muchas gracias, usted es una santa, los santiagueros sí son buena gente, Santiago sí es la ciudad corazón.
Corro al hotel, subo los escalones de dos en dos. Ella está sentada en la cama, le muestro el hilo y la aguja y se la aguan los ojos besos y besos, yo sabía que tú lo ibas a conseguir mi amor, no me preocupé ni un chin chin mi chichí, a pesar de ser domingo yo sabía que encontrarías algo abierto mi cielo, yo sabía que tú lo puedes todo mi vida...
De regreso a la capital, en la guagua, ella recuesta su cabeza en mi hombro y se duerme. Yo la miro, tiene las pestañas más largas del mundo.
Picture "Hotel Mercedes" by Jaime Guerra
jueves, abril 06, 2006
A humble proposal to our Motherland
Desde niños los dominicanos nos familiarizamos con el término de Madre Patria, España. En mi imaginación era una nación poderosa que parió a nuestra débil isla. Allá todo es mejor; allá los hombres son más inteligentes y buenmozos y las mujeres son más inteligentes y bonitas; allá todos son blancos y su superioridad caucásica justifica el desdén hacia sus hijos taínos y africanos.
España es nuestra Madre Patria, una madre que crió a sus hijos robándoles todo el oro que pudo y la dignidad de la libertad; una madre que guió a sus hijos por una pubertad de grilletes y látigos; una madre que nos cambió la comodidad de una hamaca por un catre putrefacto; una madre que nos contó que Jesús murió en la cruz por los españoles y que la Virgen María apareció en medio de la batalla del Santo Cerro cegando a los taínos para que sean masacrados haciendo de los descubridores unos semi dioses con gusanos en las áxilas; una madre que nos enseñó que mestizaje se deletrea E S T U P R O.
Pero bien, no podemos quedarnos en el pasado, los ciudadanos españoles de ahora tienen menos parentesco con Bobadilla y Ovando que nosotros mismos. Si en nuestras arterias hay un mejunje de sangres, es indudable que una de ellas tiene tendencias al asesinato y al robo, es la que nos hace querer ser políticos y banqueros, y si Walcott no era un loco viejo, ese mejunje de sangres nos convierte en nadie o nos convierte en una nación
Así que olvidemos todo el oro robado hace siglos; olvidemos los 500 mil indios y los 500 mil africanos muertos de cansancio y hambre mientras cargaban una piedra bajo el sol de las 12 para construir una Catedral Primada de América; olvidemos los gérmenes desconocidos que trajeron los descubridores en sus glandes, estamos en una nueva era de apertura internacional, donde el Infernet ha develado el misterio de muchos mitos, donde la afluencia de turistas nos ha puesto en contacto con seres de carne y hueso muchas veces más brutos que un buey, y muchas veces más honrados que Gandhi, en fin, nos ha hecho ver que somos iguales.
Así como Inglaterra es Madre Patria y permite libre tránsito por sus fronteras a sus antigüos hijos de Santa Lucía y de Trinidad y Tobago, ¿por qué diablos para los dominicanos es tan dificil conseguir una visa para España? A los mexicanos, a los argentinos, a los chilenos, no se les hace tan dificil viajar a su Madre Patria, pero a los dominicanos nos tienen a menos, somos los hijos delincuentes y feos de una madre que secretamente se amonesta por no haber abortado.
Ahora bien, los españoles sí pueden venir y salir de esta isla cada vez que les da la gana; los españoles sí pueden venir y atracar a los dominicanos con Unión Fenosa, robándose en un año el triple de lo que se robó Colón en 20, desvíando recursos hacia una cuenta fantasma para engañar al fisco, prometiendo el fin de los apagones con más apagones.
Creo, y es mi humilde propuesta, que España debería ser una madre responsable y aceptar a sus hijos cada vez que ellos sientan deseos de verla; dejarlos disfrutar del bienestar de su regazo, pasando una primavera en Madrid y un otoño en Barcelona, sin necesidad de hacer una fila desde las 2 de la mañana hasta las 3 de la tarde para que con un acento divino nos digan: "Joder, no zea gilipollaz, no podemoz darle viza a un muerto de hambre como uztez."
Estamos seguros de que eso no pasará, de que España no será una Madre Patria cariñosa, de que los dominicanos seremos el único pueblo al que le requerirán visa para entrar al cielo o al infierno cuando llegue el fin del mundo, por eso mi otra humilde propuesta es enviar a dos niñitos, hembra y varón, vestidos de escolares, ojos llorosos, con una solicitud de adopción de la isla entera a Alemania, o a Suecia, o a Holanda, o a Francia; a Inglaterra no, por lo menos hasta que se vaya Blair.
España es nuestra Madre Patria, una madre que crió a sus hijos robándoles todo el oro que pudo y la dignidad de la libertad; una madre que guió a sus hijos por una pubertad de grilletes y látigos; una madre que nos cambió la comodidad de una hamaca por un catre putrefacto; una madre que nos contó que Jesús murió en la cruz por los españoles y que la Virgen María apareció en medio de la batalla del Santo Cerro cegando a los taínos para que sean masacrados haciendo de los descubridores unos semi dioses con gusanos en las áxilas; una madre que nos enseñó que mestizaje se deletrea E S T U P R O.
Pero bien, no podemos quedarnos en el pasado, los ciudadanos españoles de ahora tienen menos parentesco con Bobadilla y Ovando que nosotros mismos. Si en nuestras arterias hay un mejunje de sangres, es indudable que una de ellas tiene tendencias al asesinato y al robo, es la que nos hace querer ser políticos y banqueros, y si Walcott no era un loco viejo, ese mejunje de sangres nos convierte en nadie o nos convierte en una nación
Así que olvidemos todo el oro robado hace siglos; olvidemos los 500 mil indios y los 500 mil africanos muertos de cansancio y hambre mientras cargaban una piedra bajo el sol de las 12 para construir una Catedral Primada de América; olvidemos los gérmenes desconocidos que trajeron los descubridores en sus glandes, estamos en una nueva era de apertura internacional, donde el Infernet ha develado el misterio de muchos mitos, donde la afluencia de turistas nos ha puesto en contacto con seres de carne y hueso muchas veces más brutos que un buey, y muchas veces más honrados que Gandhi, en fin, nos ha hecho ver que somos iguales.
Así como Inglaterra es Madre Patria y permite libre tránsito por sus fronteras a sus antigüos hijos de Santa Lucía y de Trinidad y Tobago, ¿por qué diablos para los dominicanos es tan dificil conseguir una visa para España? A los mexicanos, a los argentinos, a los chilenos, no se les hace tan dificil viajar a su Madre Patria, pero a los dominicanos nos tienen a menos, somos los hijos delincuentes y feos de una madre que secretamente se amonesta por no haber abortado.
Ahora bien, los españoles sí pueden venir y salir de esta isla cada vez que les da la gana; los españoles sí pueden venir y atracar a los dominicanos con Unión Fenosa, robándose en un año el triple de lo que se robó Colón en 20, desvíando recursos hacia una cuenta fantasma para engañar al fisco, prometiendo el fin de los apagones con más apagones.
Creo, y es mi humilde propuesta, que España debería ser una madre responsable y aceptar a sus hijos cada vez que ellos sientan deseos de verla; dejarlos disfrutar del bienestar de su regazo, pasando una primavera en Madrid y un otoño en Barcelona, sin necesidad de hacer una fila desde las 2 de la mañana hasta las 3 de la tarde para que con un acento divino nos digan: "Joder, no zea gilipollaz, no podemoz darle viza a un muerto de hambre como uztez."
Estamos seguros de que eso no pasará, de que España no será una Madre Patria cariñosa, de que los dominicanos seremos el único pueblo al que le requerirán visa para entrar al cielo o al infierno cuando llegue el fin del mundo, por eso mi otra humilde propuesta es enviar a dos niñitos, hembra y varón, vestidos de escolares, ojos llorosos, con una solicitud de adopción de la isla entera a Alemania, o a Suecia, o a Holanda, o a Francia; a Inglaterra no, por lo menos hasta que se vaya Blair.
miércoles, abril 05, 2006
Second Post to Telemachus
Hijo bienamado,
Mucho tiempo hace desde que te escribí, no sé si recibiste mis palabras envueltas en nostalgia. Continúo en la isla llamada Quisqueya.
He aprendido a bailar bachata y merengue y aunque le pido a Penélope fidelidad, mi soledad te ha dado un hermanito. Es una cosita color barro al que nombré Aquiles en honor a mi compañero muerto en las puertas de Ilión.
Atrás quedaron mis días de rey, donde mi caminar, mi voz y mi mirada revelaban a un hombre seguro de sí mismo. Aquí he tenido que trabajar en diferentes oficios: he sido ebanista; he vendido pasteles en hojas calle arriba y calle abajo; he tocado El Cóndor Pasa con una flauta dulce en la calle El Conde; he vendido Skimice y rogado que no tiren la envoltura al suelo, en vano; he cuidado un loco que se creía Zeus, que tal vez era Zeus; he bañado perros con criolina para una veterinaria especializada en castrar gatos, y gracias a mi tan ponderada astucia hoy soy supervisor de una Zona Franca en las afueras de la ciudad. Una Zona Franca es un grupo de fábricas con ventajas de impuestos, con operarios ganando sueldo mínimo. Aunque los gobiernos la anuncian como el fin de la miseria, la verdad es que son inversiones baratas generando grandes beneficios para grandes multinacionales. Es posible que alguna de tus bellas ropas de seda hayan sido tejidas por unas manitas tercermundistas de 8 años que olvidaron cómo lanzar una pelota.
Los titulares sólo hablan de la compra de una telefónica por el tercer hombre más rico del mundo; imagino que la Primera Dama del país le hará un recital con el cuarto tenor del mundo y el primer banquero más ladrón del mundo, y el segundo, y el tercero. Sí, en esta isla están todos.
Te diré una cosa increíble, extraño a los monstruos como Polifemo, como Caribdis, los prefiero a los monstruos cotidianos que habitan la isla con el terrible nombre de políticos. La mejor forma de describirlos es con unos versos de Girondo:
Son blandos
Son de sebo
de corrompido sebo triturado
por engranajes sádicos
por ruidos asesinos.
Sólo piensan en cifras
en fórmulas
en pesos
en sacarle provecho hasta a sus excrementos.
Los empuja la inercia
el terror
el engaño
las plumas sobornadas
los consorcios sin sexo que ha parido la usura
y que nunca se sacian de fabricar cadáveres.
Se niegan al coloquio del agua con las piedras
Ignoran el misterio del gusano
del aire
ven las nubes
la arena
y no caen de rodillas.
Si se acercan a un árbol no es más que para mearlo.
El Presidente del país, Faraonel, uno de estos monstruos, ha regresado de viaje con la alegría de haber vendido una parte de la isla llamada Bahía de las Águilas. Sí, allí construirán hoteles para unos hombres que cuando miran el mar lo único que se les ocurre es escupirlo y arrojarle las cenizas de sus cigarros hediondos a ratón podrido. Deberías ver el paisaje del que te hablo, es un ecosistema único de Coccoloba uvifera y Catalpa longissima, de Strombus gigas y Phoenicopterus ruber; con praderas de hierbas marinas donde han vivido en paz, desde antes de la traición de Helena, las tortugas y los lagartos azules. La mitología cristiana del Sur asegura que es el verdadero primer jardín al que llaman Edén: en las paredes de una cueva de coral rojo están incrustadas las manos de Eva, nuestra Pandora.
No olvides vivir tu vida de acuerdo a tus deseos, tratando de no hacerle daño a nadie, y dile a Penélope que la amo más que nunca, que por favor me espere. Estoy lejos de ti, pero tal vez Brodsky tenía razón, away from me you are quite safe from all Oedipal passions, and your dreams, my Telemachus, are blameless.
Odiseo
lunes, abril 03, 2006
A miracle inside a tunnel
El hombre compró un carro usado. Lo primero que hizo fue pasar a buscar a su novia para una vuelta por la ciudad. Se bajó del carro y le dijo las bondades de un Chevy a una mujer que esperaba un Toyota, ella siempre había escuchado en el trabajo y a sus hermanos que las piezas de los Toyota se consiguen hasta en los colmados.
—Ay mi amor ya vamo podé i pa la playa tú y yo solito de madrugá
La mujer se montó, no se pudo poner el cinturón porque no funcionaba. El Chevy tenía ciertos detallitos que había que arreglar, pero eso es el futuro de una pareja de clase media baja dominicana, comprar cosas que necesitan arreglos, nunca se tiene el dinero completo para lo nuevo. En la casa todo será usado, todo tendrá el olor de las vainas manoseadas.
La mujer cerró los ojos. Ya su mente volaba sobre los fines de semanas por venir, con su hombre manejando, con una cerveza en la mano, con la música levantando una pared entre ellos y la rutina. El hombre arrancó y se metió en el túnel de la 27 ojeando el smog con faroles ciegos. No bien el Chevy entró en el eclipse empezó a toser, a toser, a toser, hasta que se paró por completo. Todomundo sabe que quedarse en el túnel de la 27 representa dos peligros: Te pueden chocar o te puedes desmayar y morir por el smog concentrado. El hombre puso las luces intermitentes, había sido engañado por un atracador en saco y por un mecánico que tal vez estaba borracho, que tal vez cobró una comisión para hablar maravillas de un carburador chino, para señalar que los Chevy son mejores que los Toyota por mucho, además más cómodos porque todo lo gringo es grande. El hombre se desmontó y echó una mirada al motor, este es el protocolo a seguir por cualquiera al que se le quede un carro. No importa que uno no sepa ni pío de mecánica, hay que abrir el bonete y mirar la batería y abrir el radiador y rezar para que aparezca un genio dentro del líquido azul que te diga qué hacer o que produzca una chispa mágica en las bujías. La mujer tosía, no podía respirar. El hombre le dijo que salga caminando del túnel en lo que él esperaba un milagro.
A medida que el carro negro se acercaba el hombre comprendía que el chofer no estaba viendo al Chevy parado con las luces prendiendo y apagando. A medida que el carro negro se acercaba el hombre comprendía que era un Toyota como el que él debía haber comprado. El milagro concedido fue que el aparatoso choque no tocó al hombre sembrado en el mismo lugar, mirando el desastre tragando smog con la boca abierta.
El Chevy no tiene solución. El diagnóstico del mecánico es definitivo: chasis torcido. Los pulmones del hombre le darán una sorpresita antes de un año, intimarán con una muchachona llamada Enfisema y su hijo Esputo. El smog continúa acumulándose en el túnel de la 27, matando más gente que el cigarrillo. A nadie le importa que los carros públicos pasen por ahí full de pasajeros escuchando bachata con los vidrios abajo.
—Ay mi amor ya vamo podé i pa la playa tú y yo solito de madrugá
La mujer se montó, no se pudo poner el cinturón porque no funcionaba. El Chevy tenía ciertos detallitos que había que arreglar, pero eso es el futuro de una pareja de clase media baja dominicana, comprar cosas que necesitan arreglos, nunca se tiene el dinero completo para lo nuevo. En la casa todo será usado, todo tendrá el olor de las vainas manoseadas.
La mujer cerró los ojos. Ya su mente volaba sobre los fines de semanas por venir, con su hombre manejando, con una cerveza en la mano, con la música levantando una pared entre ellos y la rutina. El hombre arrancó y se metió en el túnel de la 27 ojeando el smog con faroles ciegos. No bien el Chevy entró en el eclipse empezó a toser, a toser, a toser, hasta que se paró por completo. Todomundo sabe que quedarse en el túnel de la 27 representa dos peligros: Te pueden chocar o te puedes desmayar y morir por el smog concentrado. El hombre puso las luces intermitentes, había sido engañado por un atracador en saco y por un mecánico que tal vez estaba borracho, que tal vez cobró una comisión para hablar maravillas de un carburador chino, para señalar que los Chevy son mejores que los Toyota por mucho, además más cómodos porque todo lo gringo es grande. El hombre se desmontó y echó una mirada al motor, este es el protocolo a seguir por cualquiera al que se le quede un carro. No importa que uno no sepa ni pío de mecánica, hay que abrir el bonete y mirar la batería y abrir el radiador y rezar para que aparezca un genio dentro del líquido azul que te diga qué hacer o que produzca una chispa mágica en las bujías. La mujer tosía, no podía respirar. El hombre le dijo que salga caminando del túnel en lo que él esperaba un milagro.
A medida que el carro negro se acercaba el hombre comprendía que el chofer no estaba viendo al Chevy parado con las luces prendiendo y apagando. A medida que el carro negro se acercaba el hombre comprendía que era un Toyota como el que él debía haber comprado. El milagro concedido fue que el aparatoso choque no tocó al hombre sembrado en el mismo lugar, mirando el desastre tragando smog con la boca abierta.
El Chevy no tiene solución. El diagnóstico del mecánico es definitivo: chasis torcido. Los pulmones del hombre le darán una sorpresita antes de un año, intimarán con una muchachona llamada Enfisema y su hijo Esputo. El smog continúa acumulándose en el túnel de la 27, matando más gente que el cigarrillo. A nadie le importa que los carros públicos pasen por ahí full de pasajeros escuchando bachata con los vidrios abajo.
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