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Tuvimos que dejar el carro en casa de un pana y bajamos toda la Máximo Gómez, guíados por el tótem gigante de Presidente.
Desde los primeros pasos nos dimos cuenta de que esto prometía: Una guagua full de disfrazados con un letrero de "CRISTO VIENE PRONTO" y al lado se le para otra con un letrero de "LLEGO EL PERREO"; una mujer con falda hawaiana y pañuelo, argolla y maquillaje de gitana; un niño de 3 años llorando a todo pulmón disfrazado del zorro con fundas plásticas negras; muchos palomos vestidos de cualquier cosa; muchos hombres vestidos de mujer, pero no de Roba la Gallina; dos millones ciento veinticinco mil Skimice vendidos hasta el momento (por cierto, en la envoltura de este producto dice que el que se lo come debe tirar al piso la misma, ya que el plástico beneficia al asfalto, y por ende a la tierra, además, el suelo es de todos). Inmediatamente vimos que el tema de los disfraces de este año sería la Mojiganga.
El tema musical oficial del carnaval no fue "Baile en la Calle", estuvo a cargo de Daddy Yankee, su famoso "A ella le gusta la gasolina, dale más gasolina". Todos los carros que pasaban lo sonaban.
El primer contacto directo con la alegría apareció en forma de mujer encaramá en un camioncito Daihatsu:
- Mira mijo, saca la cámara esa y tirame una foto.
Un tíguere le voceó:
- Sácate tú una teta.
- A que me la saco...
Todo el ser que escuchó esto detuvo su peregrinaje. Por suerte para la estética del día, la mujer no cumplió su amenaza.
- Te volviste un yumyum- le dijo un taxista de los de Bellas Artes.
Cruzando la Independencia unos haitianos nos regalaron con lo mejor del carnaval. Hicieron un performance de Gagá. Los bailes eran excelentes, la música te hacía bailar, por suerte no apareció Roldán.
Todo el peregrinaje estuvo salpicado de uno que otro bejigazo y uno que otro tu maldita madre mamaguebo. ¿Por qué en los carnavales de otras latitudes no se dan golpes, algo tan chulo y que te deja hematomas para recordar la feliz ocasión? No entiendo. A la altura del malecón nos paramos: Imposible penetrar ese mar de criaturas sin salir lesionado. Subimos la Independencia otra vez y caminamos entre niños de barbas pintadas con lapicero, bocinas, cativías, vikingos, Amets, una lapidación, maiz maimimí, rinocerontes, tres enanos, hombres arañas, cervezas, un hombre en llamas, rosados algodones dulces, cuatro hienas comiéndose a un muchachito, mujeres en rolos, duces de maní y mujeres en tubis. Parece que el tubi está haciendo un comeback, he visto por lo menos 20 tubis en dos días, qué bueno.
Entramos al malecón y nos paramos un momento a pensar en la táctica para llegar a la tarima de Cultura y también para ser parte de un rebú que nos empujó sin pisar tierra hacia La Ceniza: Un hombre con canas y una pistola apuntándole a otro sin pistola y sin canas. Nunca supe el motivo, tal vez un roce, tal vez le ensuciaron su chacabana, pero el juidero fue tal que al minuto se puso una mujer mala y fue llevada por dos palomos hacia la ambulancia que por coincidencia estaba en la esquina.
Continuamos nuestro camino. Agua fría agua fría coca cola marlboro maní maíz yuca cerveza. Unos muchachos con pelucas llevaban un pene mientras voceaban "La cura del estreñimiento..."
Califé es un poeta que está supuesto a criticar la sociedad, un juglar del caribe, ¿han visto a algún Califé hablando? Ay yo no!
Llegamos, subimos a la tarima y empezamos a disfrutar del desfile de carrozas. Todas las carrozas se llamaban Fantasía Tropical de Nagua, de Bonao, de Cotuí, de Azua, de Cabral. Consistían en diablos cojuelos, en papeluses y platanuses, en cachúas, en lechones, en diablos cojuelos.
Varias carrozas eran dos redoblantes, ochocientos palomos voceando y ochocientos banderitas. Una de estas fue la mejor del desfile.
Una carroza muy bien lograda fue Ransés y sus faraones y caballos de Villa Consuelo. La historia completa de Egipto desfilando frente al mar. Increible.
La voz del anunciador era constante y acariciadora: AVANCEN AVANCEN SI NO AVANZAN VAN A SER DESCALIFICADOS AVANCEN AVANCEN, VAMOS POR LA CARROZA 102 SÓLO FALTAN 1,534, A ESE DIABLO COJUELO QUE TIENE PARAO EL CARNAVAL, MIRA DIABLO COJUELO MUEVETE MUEVETE. El diablo cojuelo se quitó la careta y resultó ser Hipólito.
El cielo fue un show de bondad. No sol, sí nubes, sí brisa fuerte y fresca, y una amenaza de lluvia que mantuvo los nervios de las carrozas de punta. No llovió.