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Así las cosas, nuestro querido presidente Dr. Faraonel Fernández está de viaje por Europa. Muchos critican esto, no entiendo por qué. Es justo que nuestro querido Faraonel viaje con su séquito, entiéndase muchísima gente, de funcionarios y notables y obispos que se merecen unas vacaciones en Francia e Inglaterra pagadas por ti y por mí, que se merecen ser retratados con la reina Elizabeth II para colocar las fotos en sus oficinas al lado de las de sus nietos, de las de sus yates, de las de sus esposas y esposos, de las de sus perros Rottweiler, de las del Sagrado Corazón de Jesús.

A los criticones es bueno recordarles uno de esos viajes de Faraonel a Madrid, donde aprovechó para traer al país a Unión Fenosa que resolvió el problema energético al nivel de que aquí sólo hay apagones todos los días. Precisamente hoy acaban de pagarle a Unión Fenosa US$296,088,033 a través de una transferencia desde JP Morgan al Banco Santander Internacional, una cantidad de dinero que si uno trata de cambiarlo a pesos la calculadora de la computadora explota. Los criticones hablan de que hay un porciento en comisiones para Faraonel y séquito.

Es que los dominicanos criticamos todo lo que hace nuestro querido Faraonel, sin motivos. Criticamos que ahora que fue a Francia aprovechó para reunirse con empresarios hoteleros interesados en el bienestar del pueblo dominicano, ansiosos por invertir en una zona ecológica protegida como Bahía de las Águilas. El proyecto consiste en cuatro hoteles de entre 60 y 70 habitaciones. En Francia invitó a los empresarios al país para que conozcan a sus esclavos y vayan familiarizándose con sus hatos y sus lagartos azules. Lo que no dicen los criticones de siempre es que esta pedagógica inversión francesa, que se apropiará de una zona ecológica protegida por nadie cuando hay tantos lugares por ahí para construir hoteles y organizar tours hacia la Bahía, generará unos mil empleos directos para que los lugareños aprendan a servir mesas en lugar de pescar, para que los lugareños aprendan a comer pollo en lugar de pescado y cangrejo, para que los lugareños, y el resto del país que disfrutaba de la Bahía sin tener que pagar un insípido all inclusive, acostumbrados a bañarse en uno de los mares más lindos del mundo aprendan a respetar las playas privadas aprendiendo inglés al mismo tiempo con los letreros "Private Property" "No Trespassing" "Keep Out" "Fuck You" "Drop Dead".

Otra cosa es los beneficios para el desolado Sur de que aparezca un francés o una francesa y se encariñe con un negro o una negra y se los lleven para Toulouse o por lo menos le paguen todo lo que coman y beban durante una semana a cambio sólo de sexo. En fin, dejémonos de criticar y pongámonos a trabajar de sol a sol para echar este hermoso país palante y así unos pocos puedan venderlo más caro con más ganacias sólo para ellos, como lo están haciendo nuestro querido Faraonel y séquito disfrutando de los mejores restaurantes de Europa: hombres y cerdos con bufandas armanis engullendo manjares en una puesta en escena del final de Animal Farm donde por más que uno mire y mire y mire no puede distinguir a los hombres de los cerdos. Ojalá alguno se tire un peo sonoro y hediondo que retumbe en todo el Palacio de Buckingham en el preciso momento de tirarse la foto con la reina.