miércoles, junio 28, 2006
Daniel and his moving restaurant
En la calle 18, o Bohechío, casi con 27, donde empieza el Ensanche Quisqueya, uno ve desde lejos mensajeros con camisas azules y motoconchistas con gorras, empleados bancarios con traje y corbata en este calorazo y algunos anónimos perros khaki, rodeando una camionetica con un toldo mamey. El vagabundo con experiencia adivina, antes de ser golpeado por el intenso aroma, que en esa camionetica se vende comida con mucha grasa, y acierta.
Un hombre con un delantal de rayas es el dueño de este restaurant ambulante. Su nombre es Daniel, antes de ser un entrepreneur de éxito tenía un empleo odioso y sin futuro. Ahora, aunque el trabajo es duro y el caliente que soporta día a día al lado de un anafe con gas es parecido a la eterna temperatura en el infierno para los que pronuncian mal la palabra sinopsis y además agregan una H muda a su nombre (como Fher), se siente feliz de ser su propio jefe.
—Yo ante tenía un jefe jodonísimo tú ve y un día pasaba y vi que por aquí siempre habían mucho motoconchita y otra gente que trabajan en banco y en el Cerito de Oro y ademá mucho obrero porque tan contruyendo mucho edificio por aquí, así que me metí en un lío y compré eta camionetica tú ve y le hice un diseño de tubo atrá pa ponele una lona y fui a un taller y le dije que me hagan un anafe pero con ga y me lo hicieron y el reto e hitoria ya tú ve.
El menú es variado y dominicano: salami frito, tostones que siempre están blanditos por su técnica de dejar los plátanos en una cubeta con agua, spaguettis rojos y gordos, empanadas de queso y pollo y vegetales. Todo esto bajado con jugos de chinola con avena y limón.
—Yo me levanto a la 4 y media tú ve, levanto a mi sijo, Jorgito y Danielito, que van a la ecuela en la tarde y empezamo a cociná lo epagueti, ya en la noche habíamo pelao lo plátano y picao lo vegetale tú ve, tú sabe que lo totone se fríen en el momento, así como el salami, también en la madrugá e que meclo la chinola con la avena y eprimimo lo limone pa que no le quede rechín al jugo tú ve, mi mujer no me ayuda porque ella tiene su propio negocio, pero lo de ella son lo patelito tú ve.
En un caldero moteado hierven, cogiendo gusto en aceite rojo, los tostones abrazados a las ruedas de salamis; una olla con tapa contiene a los spaguettis que parece que van a salir arrastrándose, como víboras fofas, al menor descuido. Galones con jugo y una neverita para el hielo en una esquina. Sobre una meseta de madera, donde se corta el salami y se majan los tostones y se amasan las empanadas, envases plásticos con pollo y queso y vegetales picados y una vitrina para las empanadas, debajo, el dinero.
—Eto no e fácil tú ve, de aquí yo salgo como a la sonce, de una ve arranco pal mercado a comprá lo produto frequesito, llego a mi casa y como y me acueto un rato, ya en la tardecita empieza el trajín tú ve, ante yo vendía como cien plátano diario, ahora no, ahora son como 60 na má, e que tenía mucho etré, taba como nervioso, por eso le bajé algo a la produción tú ve, por eso e que yo no brego con la yuca, que la yuca me daba mucho etré, porque la yuca te daña una cena tú ve, alguna vece sale vagabunda y se abre enterita, pero mucha vece sale dura y amarga, el plátano no, el plátano e confiable tú ve, yo tengo cliente de toda la clase, vienen obrero de contrución, vienen la cajera de lo banco que tan por aquí y siempre se paran yipeta y mercede con gente millonaria, porque si algo tenemo lo dominicano e que nos guta desayuná pesao y con cosa bien frita tú ve...
—A mí dame un servicio de 20, con epagueti.
—A mí dame otro de 20, pero con salami.
—A mí dame uno de 40, con salami y epagueti, y échamele mucho totone que me toy muriendo del hambre.
Los comensales se sientan en un banco largo, algunos prefieren tragar parados. Discuten de todo: política, pelota, fútbol, celos, carros, clima; tiran la basura al suelo. Uno de ellos limpia con un tostón lo que queda de spaguetti en el plato foam; se lo mete a la boca entero, masticando lentamente, saboreando hasta la última migaja; se pasa la lengua por los labios y suspira mirando el cielo. "Parece que va a llové", murmura cuando por fin el éxtasis de sabor libera el cerebro y recupera la facultad de hablar.
Un hombre con un delantal de rayas es el dueño de este restaurant ambulante. Su nombre es Daniel, antes de ser un entrepreneur de éxito tenía un empleo odioso y sin futuro. Ahora, aunque el trabajo es duro y el caliente que soporta día a día al lado de un anafe con gas es parecido a la eterna temperatura en el infierno para los que pronuncian mal la palabra sinopsis y además agregan una H muda a su nombre (como Fher), se siente feliz de ser su propio jefe.
—Yo ante tenía un jefe jodonísimo tú ve y un día pasaba y vi que por aquí siempre habían mucho motoconchita y otra gente que trabajan en banco y en el Cerito de Oro y ademá mucho obrero porque tan contruyendo mucho edificio por aquí, así que me metí en un lío y compré eta camionetica tú ve y le hice un diseño de tubo atrá pa ponele una lona y fui a un taller y le dije que me hagan un anafe pero con ga y me lo hicieron y el reto e hitoria ya tú ve.
El menú es variado y dominicano: salami frito, tostones que siempre están blanditos por su técnica de dejar los plátanos en una cubeta con agua, spaguettis rojos y gordos, empanadas de queso y pollo y vegetales. Todo esto bajado con jugos de chinola con avena y limón.
—Yo me levanto a la 4 y media tú ve, levanto a mi sijo, Jorgito y Danielito, que van a la ecuela en la tarde y empezamo a cociná lo epagueti, ya en la noche habíamo pelao lo plátano y picao lo vegetale tú ve, tú sabe que lo totone se fríen en el momento, así como el salami, también en la madrugá e que meclo la chinola con la avena y eprimimo lo limone pa que no le quede rechín al jugo tú ve, mi mujer no me ayuda porque ella tiene su propio negocio, pero lo de ella son lo patelito tú ve.
En un caldero moteado hierven, cogiendo gusto en aceite rojo, los tostones abrazados a las ruedas de salamis; una olla con tapa contiene a los spaguettis que parece que van a salir arrastrándose, como víboras fofas, al menor descuido. Galones con jugo y una neverita para el hielo en una esquina. Sobre una meseta de madera, donde se corta el salami y se majan los tostones y se amasan las empanadas, envases plásticos con pollo y queso y vegetales picados y una vitrina para las empanadas, debajo, el dinero.
—Eto no e fácil tú ve, de aquí yo salgo como a la sonce, de una ve arranco pal mercado a comprá lo produto frequesito, llego a mi casa y como y me acueto un rato, ya en la tardecita empieza el trajín tú ve, ante yo vendía como cien plátano diario, ahora no, ahora son como 60 na má, e que tenía mucho etré, taba como nervioso, por eso le bajé algo a la produción tú ve, por eso e que yo no brego con la yuca, que la yuca me daba mucho etré, porque la yuca te daña una cena tú ve, alguna vece sale vagabunda y se abre enterita, pero mucha vece sale dura y amarga, el plátano no, el plátano e confiable tú ve, yo tengo cliente de toda la clase, vienen obrero de contrución, vienen la cajera de lo banco que tan por aquí y siempre se paran yipeta y mercede con gente millonaria, porque si algo tenemo lo dominicano e que nos guta desayuná pesao y con cosa bien frita tú ve...
—A mí dame un servicio de 20, con epagueti.
—A mí dame otro de 20, pero con salami.
—A mí dame uno de 40, con salami y epagueti, y échamele mucho totone que me toy muriendo del hambre.
Los comensales se sientan en un banco largo, algunos prefieren tragar parados. Discuten de todo: política, pelota, fútbol, celos, carros, clima; tiran la basura al suelo. Uno de ellos limpia con un tostón lo que queda de spaguetti en el plato foam; se lo mete a la boca entero, masticando lentamente, saboreando hasta la última migaja; se pasa la lengua por los labios y suspira mirando el cielo. "Parece que va a llové", murmura cuando por fin el éxtasis de sabor libera el cerebro y recupera la facultad de hablar.
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