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Nuestro bienamado presidente Dr. Leonel Fernández Reyna, perdón, nuestro bienamado Faraonel salió en una gira de 13 días por Estados Unidos y Asia.

Primero irá a California porque siente deseos inmensos de conocer a Paris Hilton y a Mr. T y a Frank Stallone y a David Hasselhoff. En Hollywood el cineasta Bred Ratner (Rush Hour II y X-Men III, entre otras) le ofrecerá una cena con invitados tan ilustres como el Gobernator Schwarzenneger, Chris Tucker y el productor del Código de Da Vinci, el señor Who Cares, a quien sentarán al lado de Monseñor Agripino Núñez Collado para que discutan qué tan verdadera es la teoría de que Da Vinci creó una máquina del tiempo y pintó el cuadro de La Ultima Cena in situ. Durante la cena se estrecharán los vínculos de Faraonel y su séquito de ibis con la chusma de Hollywood. También, y esto lo supe por Geraldo Hush Hush Rivera en una colaboración con el tabloide "Presidents Who Wants To Be Movie Stars", el Sr. Ratner le hará una audición para sustituir a Tucker en Rush Hour III con Jackie Chang, y otra para un mutante con el poder de dormir la gente hablando bonito sin decir nada llamado Spitting Leo en X-Men IV; algunos chismosos de Hollywood hablan de la posibilidad de que nuestro presidente, perdón, de que nuestro Faraonel haga el papel de un latino gracioso amigo de Terminator en la nueva película Terminator Vs. Rambo, aunque realmente no hay nada seguro sobre esto.

Después de visitar los monumentos hollywoodenses, la comitiva hará un tour comprándole en la Bluffside Drive un Star Map a un homeless que les señalará la casa de Cher y la de Rosie O'Donnell, pero de lejos porque estas mujeres tienen muy mal temperamento; la gira continuará tirándose una foto comiéndose un hot dog frente a la casa de Tom Arnold en la 14046 Aubrey Road en Beverly Hills. Al atardecer, bajo el influjo de los hermosos colores de un cielo de smog, el séquito de ibis hará un minuto de silencio dejando a nuestro Faraonel meditar frente a la tumba del nunca bien llorado Bill Bixby, Hulk antes de los rayos gamma, en el cementerio Westwood Memorial Park.

El próximo día nuestro Faraonel se reunirá con la gente de Google para, entre otras cosas, solicitar de rodillas el ingreso del país en el mapa digital de Google Earth, y así, alguien desde París, por el misterio del satélite, podrá ver a 24 niños sentados debajo de un framboyán durante la clase de gramática en una escuela improvisada en Duvergé; y así, alguien desde Praga, podrá ver a un hombre en El Ejido comiéndose las uñas sentado en el techo, con los pies en el agua, de su casita tragada por el río; y así, alguien desde Ginebra, podrá ver a una mujer que llora con un niño en los brazos en un pequeño infierno infinito llamado Jimaní.



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