domingo, abril 07, 2013
A post of two zoos
"Water one dola, inside tree dola", pregona la indígena en la entrada al zoológico. Ya adentro, hombres, mujeres y niños esperan turno para montarse en los camellos, adornados con collares y mantas de arabescos para dar una sensación todavía más oriental a la experiencia, sólo faltará el desierto en las fotografías.
"What's his name?"
"Her name is Nicky, she's a girl", responde la mujer en bermudas agarrando las riendas. "She's 12, middle-aged, camels only live 20 years."
Un teleférico cruza el cielo.
Un tren pasa lleno de haraganes.
Un oso polar juega en una piscina de agua helada.
Patos de cabezas verdes nadan en el Bronx River.
Los flamencos toman sol conversando sobre cigüeñas.
La primavera es una mujer con un vestido amarillo y unos Converse.
El tigre es grande como un sofá, sólo un vidrio lo separa de la multitud que se aleja con un "Oohh" de miedo y admiración cada vez que pasa pegado enseñando los colmillos. Otro tigre se baña en un pozo aclimatado para hacerle creer que se encuentra en el valle Amur en la frontera de Rusia y China.
En un pedazo de selva, temperatura y niebla del lugar de origen de los animales, se desarrolla un drama entretenido como un musical: Monos pelirrojos y grises se unen para defenderse del ataque chismoso y sin sentido de las nutrias, unos pájaros igualitos a los cactores. "In el rito de apareamiento del otter, ¿nutia?, el macho hunde la cabeza de la hembra in la agua, clava sus garas in la espalda y cuando terminan se agaran de manos", explica una canadiense que hizo una pasantía en biología en Costa Rica y quiere practicar su español. "How sweet", contesta un dominicano que quiere practicar su inglés y de paso entrar en Canadá hasta donde le dicen Ottawa.
En The Dancing Crane Cafe hay un concurso infantil de poesía, el tema es The Planet Earth. Después de varios poemas muy malos de una cursilería atenuada por la inocencia de los participantes, y por la repetición de la palabra "Porcupine", se para una niña con una piña de sombrero y el alma de Flannery O'Connor:
"The eagle
curved beak
curved claws
eyes closed
dead."
Los animales, si ignoramos la triste mirada del cautiverio, lucen saludables. Qué diferente al zoológico dominicano donde los cocodrilos tratan de masticar una botella plástica de Coca Cola; un tigre se escapa, destroza un caballo y recibe 25 tiros porque los dardos somníferos fueron usados para hacer té contra la gripe; los osos engullen tomates podridos en el calor de un verano eterno; dos iguanas son asadas con yuca; los monos aprendieron a decir "AUXILIO"; y los leones perdieron la dignidad gracias a una dieta exclusiva de bizcochos rancios de Nitín, y se acercan a uno con suspiro en las fauces, y meneando el rabo como un perro viralata.
"What's his name?"
"Her name is Nicky, she's a girl", responde la mujer en bermudas agarrando las riendas. "She's 12, middle-aged, camels only live 20 years."
Un teleférico cruza el cielo.
Un tren pasa lleno de haraganes.
Un oso polar juega en una piscina de agua helada.
Patos de cabezas verdes nadan en el Bronx River.
Los flamencos toman sol conversando sobre cigüeñas.
La primavera es una mujer con un vestido amarillo y unos Converse.
El tigre es grande como un sofá, sólo un vidrio lo separa de la multitud que se aleja con un "Oohh" de miedo y admiración cada vez que pasa pegado enseñando los colmillos. Otro tigre se baña en un pozo aclimatado para hacerle creer que se encuentra en el valle Amur en la frontera de Rusia y China.
En un pedazo de selva, temperatura y niebla del lugar de origen de los animales, se desarrolla un drama entretenido como un musical: Monos pelirrojos y grises se unen para defenderse del ataque chismoso y sin sentido de las nutrias, unos pájaros igualitos a los cactores. "In el rito de apareamiento del otter, ¿nutia?, el macho hunde la cabeza de la hembra in la agua, clava sus garas in la espalda y cuando terminan se agaran de manos", explica una canadiense que hizo una pasantía en biología en Costa Rica y quiere practicar su español. "How sweet", contesta un dominicano que quiere practicar su inglés y de paso entrar en Canadá hasta donde le dicen Ottawa.
En The Dancing Crane Cafe hay un concurso infantil de poesía, el tema es The Planet Earth. Después de varios poemas muy malos de una cursilería atenuada por la inocencia de los participantes, y por la repetición de la palabra "Porcupine", se para una niña con una piña de sombrero y el alma de Flannery O'Connor:
"The eagle
curved beak
curved claws
eyes closed
dead."
Los animales, si ignoramos la triste mirada del cautiverio, lucen saludables. Qué diferente al zoológico dominicano donde los cocodrilos tratan de masticar una botella plástica de Coca Cola; un tigre se escapa, destroza un caballo y recibe 25 tiros porque los dardos somníferos fueron usados para hacer té contra la gripe; los osos engullen tomates podridos en el calor de un verano eterno; dos iguanas son asadas con yuca; los monos aprendieron a decir "AUXILIO"; y los leones perdieron la dignidad gracias a una dieta exclusiva de bizcochos rancios de Nitín, y se acercan a uno con suspiro en las fauces, y meneando el rabo como un perro viralata.
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