jueves, mayo 24, 2012
Crazy F Train To Coney Island
El tren F hacia Coney Island va full de mujeres con vestidos manchados de pintura, con manos sucias de yeso, con el cuerpo un solo tatuaje. Y siempre en cada parada de Brooklyn entra un loco.
El loco de York Street es un hombre joven de rasgos latinos. Según los estereotipos puede entrar en la categoría de Locoviejo o Galloloco. Una de dos, o la novia lo botó como el perro que es, o su psiquiatra olvidó darle la receta y ahora no le coge el teléfono. Golpea la pared, golpea el zafacón, y decide destruir el teléfono público de la manera más indiscreta posible antes de entrar al vagón. Todos sus violentos movimientos son coordinados con la incestuosa palabra MOTHERFUCKER. Los pasajeros respiran con normalidad cuando se queda en 4 avenue.
El loco de Church Avenue no es un loco. Según los estereotipos puede ser un homeless. ¿Gangrena en una pierna? La peste ocupa todo el vagón. Aquel que entra, o aquel que no puede salir antes de que la puerta se cierre, y no puede cruzar a otro vagón porque la puerta esta trancada, se va a una esquina con la nariz metida en el cuello de una mujer que huele a óleo hasta que llegue la próxima parada y salir corriendo. Este mal olor puede ser patentado como un arma química más poderosa que el Ántrax y el gas mostaza. Quema la nariz. Araña el esófago con uñas coreanas. Cae en el estómago como veinte libras de carroña. Provoca las arcadas más tristes y vergonzosas.
En la parada de Bay Parkway hay un dos por uno. Según los estereotipos esta pareja cabe en la categoría de White Trash. "You never gonna use my food stamps again, give my medicine, give me my medicine you diry pig you", le grita, desde que se para en una esquina del vagón, la mujer gorda con mullet al hombre gordo con pantalones de camuflaje y mullet que se para en otra esquina del vagón. "I idn fuck your sis, she a liar, she a fuckin liar she ais." Por suerte para los nervios de los espectadores secuestrados, en Avenue N entra un policía y trata de calmar la pasión subterránea haciéndolos bajar en Avenue P.
La locura de King's Highway pertenece al género femenino. Una mujer negra con muchas vejigas de colores y una falda dorada metida entre los panties en la parte trasera. Según los estereotipos esta señora puede ser considerada como una loca mansa. Aparte de esta peculiaridad en la forma de usar una falda dorada, nada en ella anuncia que es loca hasta que cada cierto tiempo decide explotar una vejiga. El primer bang hace saltar a todo el que no tiene un iPod. El segundo bang empieza a poner a todomundo nervioso al comprobarse que el primero no ha sido fortuito, que hay un propósito, un plan misterioso. A pesar de la cercanía a Coney Island, el tercer bang llegando a Neptune Avenue, acompañado de risa histérica e hipo sonoro, provoca el traslado masivo hacia otro vagón, tomando el riesgo de que en otro vagón el loco sea un hombre, tal vez peligroso de verdad.
Picture by Jo Ann Santangelo.
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