viernes, noviembre 02, 2007
Anonymously
La mujer vive sola, su madre regresó a Toulouse buscando un atardecer digno de una pensión de profesora.
La mujer trabaja en catering, vestida de negro. Regresa al Bronx de madrugada, los recién casados de estos tiempos casi siempre eligen vivir en New Jersey. Si la novia era de la India, la propina es buena; si el novio era judío, no tan buena. Después de sacar a cagar a Snowball en una solitaria calle fría, se acuesta con la angustia del invierno en el estómago, duermevela con la sensación de estar cayendo en un hoyo. A veces sueña con un hombre sin rostro vestido de smoking flotando sobre una puerta en el Sena, con su madre sonriéndole, con la cabeza de un cocodrilo saliendo del inodoro, con una flor amarilla en una pecera de agua congelada.
La mujer despierta después del mediodía, como una pálida autómata mira las cuentas recibidas por correo eligiendo en su mente un veneno. Esta vez hay un sobre diferente: sin sellos, sin remitente, su nombre en letras verdes. Lo abre con el miedo de encontrar una cobra y el entusiasmo de descubrir un mapa; sintiendo una dulce incertidumbre que mata su apatía:
"Last night I dreamt
that I was on a sun-stoned beach
a very pretty girl was with me
but I could not see her face.
She was laughing and her laughter
was much more soothing
was much more beautiful
than the breeze
than a waterfall
than the waves
than any birdsong.
Last night I dreamt
I dreamt about you Genevieve
that you were my wife
that I was your husband.
When I woke up
I felt very sad
because I called you
but you did not answer back."
Y desde ese día, todos los días, la mujer busca, aguantando la respiración, entre cuentas de Con Edison y Sprint y catálogos de seguros para carros y propaganda evangélica.
Y desde esa noche, todas las noches, la mujer vuelve a leer el anónimo, la consuela.
Y esta mañana su amiga Shalleqwa le dijo que está más bonita, you eye glow bitch, que su risa es muy contagiosa, go girl.
Picture by Alexey Tikhonov
La mujer trabaja en catering, vestida de negro. Regresa al Bronx de madrugada, los recién casados de estos tiempos casi siempre eligen vivir en New Jersey. Si la novia era de la India, la propina es buena; si el novio era judío, no tan buena. Después de sacar a cagar a Snowball en una solitaria calle fría, se acuesta con la angustia del invierno en el estómago, duermevela con la sensación de estar cayendo en un hoyo. A veces sueña con un hombre sin rostro vestido de smoking flotando sobre una puerta en el Sena, con su madre sonriéndole, con la cabeza de un cocodrilo saliendo del inodoro, con una flor amarilla en una pecera de agua congelada.
La mujer despierta después del mediodía, como una pálida autómata mira las cuentas recibidas por correo eligiendo en su mente un veneno. Esta vez hay un sobre diferente: sin sellos, sin remitente, su nombre en letras verdes. Lo abre con el miedo de encontrar una cobra y el entusiasmo de descubrir un mapa; sintiendo una dulce incertidumbre que mata su apatía:
"Last night I dreamt
that I was on a sun-stoned beach
a very pretty girl was with me
but I could not see her face.
She was laughing and her laughter
was much more soothing
was much more beautiful
than the breeze
than a waterfall
than the waves
than any birdsong.
Last night I dreamt
I dreamt about you Genevieve
that you were my wife
that I was your husband.
When I woke up
I felt very sad
because I called you
but you did not answer back."
Y desde ese día, todos los días, la mujer busca, aguantando la respiración, entre cuentas de Con Edison y Sprint y catálogos de seguros para carros y propaganda evangélica.
Y desde esa noche, todas las noches, la mujer vuelve a leer el anónimo, la consuela.
Y esta mañana su amiga Shalleqwa le dijo que está más bonita, you eye glow bitch, que su risa es muy contagiosa, go girl.
Picture by Alexey Tikhonov
Suscribirse a Entradas [Atom]