jueves, febrero 26, 2009
Mama's Boy's Back
En la West 4 con 6ta avenida hay unos hombres trabajando en un hoyo en la calle, con este maldito frío y este maldito viento. Imagino que alguna tubería se rompió, o algo por el estilo. Por cierto, en esa misma esquina parece que robaron un Banco, demasiados policías con cintas amarillas. En este lado del West Village hay muchos locos pidiendo; una amiga australiana me contó que en los escalones de su edificio apuñalaron a un homeless, otro homeless. Esta parte de Manhattan es preciosa, con sus rojos edificios en forma de triángulo, con sus encrucijadas de cinco calles. En el IFC están dando el Che, la función dura cuatro días; en la otra sala Gomorra, la mejor película sobre la mafia, y presentada por Scorsese. Pero no me importa nada de eso, no vine al cine, bajé porque aquí es donde me hacen mis tatuajes, Fantasy Tattoo. Hoy vamos a empezar la cara de Jesús.
Yo no tengo esposa, vivo con mamá, que no acaba de morirse. Ella me critica todos mis tatuajes, incluso el de la cabeza de Medusa que cubre mi barriga, y cuya boca es mi ombligo, y que tanto divierte a los extraños cuando voy a Coney Island en verano; me tiran fotos. Es muy triste llegar a los 40 años con tu madre de compañera, hay una sensación de fracaso. No, no es triste, es aburrido, eso es. Todo los días lo mismo. Si por lo menos hubiera la posibilidad de un cuerno. Además, no puedo llevar mujeres al apartamento, que es de renta controlada y está a nombre de ella; y ella nunca sale de él. El otro día se casó Yajaira en Providence y la familia hizo una gira y ella no quiso ir. Tampoco va a los velorios; en estos últimos años siempre se muere un viejo para diciembre, pero a mamá no le da ni gripe.
¿Por qué la cara de Jesús? Bueno, un sobrino mío, que dizque es escritor aunque trabaja en un Banco, me leyó un cuento escrito por una mujer que se murió de una enfermedad muy rara donde el protagonista se hace un tatuaje de Jesús en la espalda, y causa el efecto contrario al esperado por él en su piadosa esposa. Además, mi mamá me dijo que en la Biblia dice que el cuerpo del hombre es un templo, y qué mejor que la cara de Jesús adornándolo.
Si no te has hecho un tatuaje, no te lo hagas; eso envicia más que el crack. Primero un ancla pequeñita, verde, después llega un caballito de mar, el gusto por la nada, un alicate, la luna y el sol y las estrellas, un lagarto, una tortuga, los antebrazos son dragones, en los bíceps alambres de púas, varios ideogramas chinos que vaya usted a saber qué coño quieren decir, Papá Pitufo y Pitufina, león, leopardo, pantera, Darth Vader, rosas rojas con espinas, Guns and Roses, culebras gemelas saliendo de los hombros hasta las caderas...
Por suerte no me gustan los piercings.
Anoche una ambulancia detuvo el tránsito de mi calle. A la vieja de enfrente le dio una vaina, la flu, me dijeron que dijo uno de los paramédicos. Hay que vacunarse, dijo otro. Yo fumo y huelo de vez en cuando y no me da gripe. A mamá le encanta pararse frente a mi habitación a esperar que yo salga con los ojos rojos de marihuana. Una vez me preguntó (yo acabando de fumarme un joint de Kriptonita del largo de un lápiz, pero más gordo que una salchicha alemana) mirándome a los ojos:
¿Y qué tú taba haciendo que tienes lo sojos tan rojos?
Pero uté lo tiene rojo también, le contesté.
Sí, y me pican, parece que hay un polvillo en el aire, me dijo.
Sí, hay un polvillo en el aire, le dije, y me fui a beber un galón de agua bien fría a la cocina.
Mi mamá, como todas las madres, es hipocondríaca. Ahora bien, yo no vivo de ella. No pago renta, es verdad, pero pago el cable y la luz y el teléfono y el internet. La comida ella la compra con los cupones, y yo voy al supermercado en Queens a hacer la compra. Trabajo en el Bronx Psychiatric Center, cuidando locos, y los locos son locos comingo. Ahí soy un hermano, un esposo, un hijo, un sobrino, y nunca me he propasado con nadie. No como Jerome, que se aprovechó de una loca bien bonita y la preñó. En su defensa diré que lo botaron y él sigue visitándola y que la familia lo quiere y él quiere casarse con ella cuando ella se mejore y le den de alta. Ojalá que el niño no salga loco también.
Stevie estaba esperando por mí, ese carajo sí es serio, además es un artista. Me enseñó varios Jesuses y me decidí por uno con la corona de espinas y la cara en sufrimiento perpetuo. La espalda completa. Tomará varios días y varios cientos de dólares. Me prometió que estará terminado para el 6 de abril, el cumpleaños 79 de mamá. Voy a esperar que toda la familia esté reunida en la sala cantando Happy Birthday para salir sin camisa; me colocaré de espalda frente a mamá, y le diré, Feliz Cumpleaños mi vieja, moviendo los omóplatos que crearán la ilusión de que Jesús está llorando.
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