sábado, octubre 08, 2011

En Rosario no se encuentra droga, pero en Buenos Aires sí (Part V)


En el lobby del Hotel República me topé con el poeta español Carlos Pardo, con el que había comido pizza la noche anterior en el Cuartico en Buenos Aires, pero todavía ignorando que había encontrado a un hermano separado antes de nacer por un ser poderoso y terrible llamado Cónsul. El amor fue instantáneo.

-Vamos a comer.
-Vamo.

Y entramos al tiempo de provincia. Sin bultos, pasaportes, caminamos por la Sarmiento hacia el Paraná. Después de haber estado en Nueva York, en Madrid, en Buenos Aires, Rosario era una sopa de patas de tortugas, con su sabor a lentitud, como diría Brodsky. Llegamos al Parque de España, floreciendo de juventud. Nos mezclamos con la risa teenager y vimos el río.

El Paraná es la aorta de Rosario. Según leí en Cardon.com, en estas mismas aguas, en la localidad del Tigre, fueron esparcidas las cenizas de Arlt, tan grande que no cabía en un ataúd. I do not know about that, sospecho muchísimo de todas las historias ocurridas antes de la era de Youtube, lo que sí sé es que el Paraná, como la mayoría de los ríos del planeta, es una fea y turbia masa de agua que cambia de cauce donde nadan peces feos que se alimentan de porquería donde a veces pasan barcos feos que se llaman Atahualpa y al atardecer, en sus orillas, alegres rosarinos y rosarinas tratan de pescar una vieja del agua de largos bigotes.

-Entonce, poeta Pardo, conocite a Walcott.
-Sí, lo invitamos a Cosmopoética en Madrid. Le pregunté por Williams; dijo que William Carlos Williams había terminado con la música, que era una poesía de blanquitos, sin ritmo, que odiaba el blues y el calipso, que había terminado con la música en poesía, que era el típico intelectual blanco. Yo le dije que quizá Williams había inventado un nuevo tipo de música, que espaciaba los puntos de apoyo, que "diluía el tiempo", como Mahler o Feldman, y él me contestó que esa era la típica pregunta de alguien joven. Yo le dije: nosotros no somos jóvenes, somos posmodernos. A nosotros nos gusta usted.
-Qué cojone lo de Walcott. Un típico inteletual blanco, virgen de la altagracia. Hablá mal de William Carlo William, un señor que ademá era dotor, e decí, que en la mañana curaba a una muchachita de meningiti, en la tarde sanaba con placebo a una vieja judía, y llegaba a su casa y ecribía Spring and all, y seguro que ademá besaba a su mujer de buena noche, y ademá defendió a Pound en el fucking juicio ese. Qué cojone Derek Walcott, le dije sintiendo un verdadero dolor. Me encanta la poesía de Walcott, traduje The Star-Apple Kingdom después de leer en la traducción de un poeta español la palabra escualo por shark. Recordé algo que me pasó en Nueva York.

WCW's Power

Spring and all
es un libro muy bueno
bien chiquito también
cabe en el bolsillo de atrás
por eso olvidé la cartera
descubriéndolo en el Subway
cuando iba a comprar una metrocard.

Pero, en lugar de regresar a casa
tomé el libro
y le leí un poema a la operadora
"GIVE HIM A 7 DAYS UNLIMITED"
le ordenó el supervisor
un hombre como de sesenta
que trataba de esconder su ternura
bajo unas cejas muy tupidas
y una voz muy desagradable.





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