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Mi nombre es Stephen Hawking

físico, cosmólogo

y algo de soñador.

Aunque no me puedo mover

y tengo que hablar a través de una computadora,

en mi mente, soy libre.

Libre para recorrer el universo

y contar la historia final.

La historia de todo lo que alguna vez fue.

Thus Spake Hawking. Y después de estudiar minuciosamente sus teorías (vi un especial en Netflix), y brechar un chin chin el Universo de este caballero regalo de los dioses a los humanos, creo que no es tan descabellado el rumor entre muchos escritores de ciencia ficción de que Hawking ya ha creado una máquina del tiempo y ha sostenido entrevistas y cenas con muchas figuras pasadas. 

Entre estos, Ray Bradbury juraba, hasta el mismo momento que fue requerido por Venus, de que un ejemplo de su encuentro con Shakespeare es esta línea específica en Hamlet:

"Yo podría estar encerrado en una cáscara de nuez y considerarme un rey del espacio infinito."

Además de que el enigmático 'SH' que se puede leer en el folio original escrito por Shakespeare (en la página donde aparece la línea citada), no significa, como muchos creen, Stupid Hamlet (o Same Hamlet, o Shitty Hamlet), si no, obviamente, Stephen Hawking.