domingo, agosto 12, 2012
The Writer's Life by David Rakoff
UN TITÁN DE LAS LETRAS AMERICANAS REFLEXIONA SOBRE SU IMPERECEDERO ARTE Y LOS SACRIFICIOS QUE EXIGE.
Consideren al Escritor sobre Escribir. Oh, cómo la misma pregunta―¿Cómo escribe el escritor?―timbra en mis orejas, no preguntada pero claramente grabada en las caras ansiosas del arroyo fijo de jóvenes y esperanzados acólitos quienes hacen el largo viaje aquí arriba a mi pequeña avanzada en el campo. "Por favor," ellos parecen implorar, "¿qué alquimia, qué fuego etéreo transforma nuestra palabrosa sopa de glotales y fricativos en lenguaje y ese lenguaje en escritura... su escritura Sr. Rakoff?" ¿Por qué atentar un respuesta cuando tan pocos verdaderamente están de acuerdo en lo que constituye escribir? Seguramente, el acto no está meramente confinado a esos momentos, todos demasiados raros tristemente, cuando el lapicero es tomado en mano, digito golpea contra la máquina de escribir o, en mi caso, cuando yo hablo en esta astuta pequeña grabadora o dicto en voz alta a Caitlin, amanuense en excelsis extraordinaria, a quien yo arranqué hace estos muchos años de ese coloquio de ficción en la Nueva Escuela. [CAITLIN: RECUERDA RECUERDA RECUÉRDAME SOBRE LA RESEÑA PARA TOBY WOLFF. ¡NO DEJES LA CASA ESTA NOCHE SIN HACERME INVENTAR ALGO!]
Todo es Escribir, les digo. Y, claro, Escribir es Todo, también. Para mí la "escritura" de mi día empieza el mismo instante que abro mis ojos, aún antes quizás, cuando soñolientamente oigo a mi esposa Jane, patológicamente madrugadora que es, levantarse a vestirse y empezar el desayuno. La corteza del escritor entra en marcha aún entonces. En mañanas frías, ese calmante intervalo de quedarme tibio entre los pliegues labiales de mi edredón, hipnotizado por los verticilos de escarcha sobre los cristales de la ventana junto a la cama―los únicos sonidos siendo el silbido de la estufa de leña en la cocina y el regular ¡whack! ¡whack! de Jane mientras corta más leña afuera―eso, también, es escribir. No dejen que nadie le diga lo contrario.
Yo tiendo a escribir mejor con una pequeña privación, una ausencia numinosa, una falta para empujar mis pensamientos adelante: esa hora de creciente hambre antes de que Jane arregle el almuerzo; un breve período, el verano último cuando Celia, nuestra más joven, cerro la tapa del piano sobre los dedos de Caitlin y yo fui forzado a golpear un capítulo entero yo mismo en la vieja Royal; durante el silencio de tierra congelada de invierno. especialmente durante el invierno.
Afortunadamente para mí, el invierno viene temprano a estas partes. El final del otoño es señalado por los mirlos, esas extrañas y cacofónicas hermanas, bandidos lúdicos, sus plumas de patillas negras grasientas brillantinadas en la luz del sol como el plumaje espumoso multi-matiz sobre un charco aceitoso, echando residuos al ciruelo damasquino en el patio. (Una vez, en mi silla Nakashima en mi estudio, miré por horas como Jane trataba de envolver el a-menudo despojado árbol de fruta en metro sobre metro de protectoras láminas de plástico. ¿Cuántas veces se cayó ella de la escalera en sus esfuerzos ese día? Extraños los detalles que la memoria evade. Y todo en vano. Los pájaros todavía, como novios ladrones, se fugaban felizmente con los pequeños, duros como piedra corazones púrpuras.) No seis semanas cortas después, vienen las nubes deslizandose a través de montañas bajas hacia el Norte llevando con ellas los vientos fríos y la inmensa quietud hibernativa. Un pequeño sufrimiento: tan bueno para el escritor.
Sobre todo, el escritor debe escribir para él mismo. Elogios y laureles externos pueden ser encantadores pero prueban defectuosos al final si el anhelo interno para escribir (y escribir y escribir) está faltando. No pronto nos habíamos mudado aquí arriba que, por ejemplo, Jane―se hablaba de su nominación al Premio Libro Nacional para poesía y el pendiente vicioso chisme sobre los celos de la pareja de artistas todavía zumbando en los labios barnizados de carroña de los buitres que llamamos el establecimiento literario―dejó de escribir casi enteramente. Siempre me pregunté sobre sus muy profesados constreñimientos de tiempo. ¿Era un deseo flojo, quizás? Después de todo, a menudo le digo, los escritores escriben.
¡Oh larkspur! ¡Oh hawthorn!
Como Meg Ryan, en "You've Got Mail", encera penegíricos sobre "ramos de lapiceros", [CAITLIN: ¿LE HE AGRADECIDO A NORA POR LAS AMARILIS? HAGAMOS UNA NOTA LO MÁS PRONTO SI NO] así yo, también, a pesar de no haber usado un lapicero en años, pasaré una meditativa hora arreglando mi ramo. Esto, también, es escribir: Rojo azul amarillo amarillo azul verde amarillo azul; amarillo azul amarillo verde azul azul rojo amarillo; amarillo verde azul azul azul rojo amarillo amarillo, sigo y sigo solamente para mirar para arriba horas más tarde y encontrar el cielo esfumándose en índigo, la pálida columna de humo ascendiendo del fuego de leña que Jane ha encendido bajo el lavabo atrás afuera...
[CLAITIN: ELLOS QUIEREN 1,000 PALABRAS. CREO QUE ESTO ES SOBRE ESO. POR LO QUE ME ESTÁN PAGANDO, NO VOY A ROMPERME EL CULO EN ESTO. APUESTO A QUE LE DIERON A JOYCE CAROL OATES AL MENOS $5,000, COMO QUE ELLA NECESITA EL DINERO. UNAS POCAS COSAS FINALES ANTES DE IRTE: LLAMA A GOZZI'S EN GREENWICH Y ORDENA UN PAVO ORGÁNICO PARA THANKSGIVING. NO EL SALVAJE, EL ORGÁNICO. EL SALVAJE ES DEMASIADO DURO. PROBABLEMENTE DEBERÍA SER UNO GRANDE ESTE AÑO. LOS DIDION-DUNNES PODRÍAN ESTAR VINIENDO. TAMBIÉN, AVERIGUA EL NOMBRE DE LA ESPOSA DE REMNICK―ASEGÚRATE SI AÚN TIENE UNA ESPOSA; ÉL PARECÍA UN POCO RARIFICADO Y SOSPECHOSAMENTE PODADO CUANDO ME LO ENCONTRÉ, SI SABES LO QUE QUIERO DECIR―Y ORDENEMOS UNA DE ESAS COSAS PASHMINA PARA ELLA. CHEQUEA QUÉ COLOR ENVIAMOS A TINA LA NAVIDAD ÚLTIMA, NO QUEREMOS NINGÚN DUPLICADO. LAS MUCHACHAS QUERÍAN VER ALGUNOS ANIMALES EN EL MERCADO DEL GRANJERO, HAN PUESTO UN ZOOLÓGICO O ALGO. LES DIJE QUE TÚ LAS LLEVARÍAS, ESPERO ESO ESTÉ OK. SE LO PEDIRÍA A JANE PERO LA "SEÑORA DE LA MANSIÓN" ESTÁ, COMO SIEMPRE, "DEMASIADO OCUPADA". ANTES QUE OLVIDE, TENGO ALGUNAS NOTAS SOBRE TU HISTORIA. ALGUIEN HA ESTADO LEYENDO SU ALICE MUNRO UN POCO DEMASIADO CERCANAMENTE, ¿NO CREES? NO PREOCUPARSE, ESCRIBIR TOMA TIEMPO, CAITLIN. Y TENEMOS MUCHO DE ESO. TE VEO EN LA MAÑANA.]
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