jueves, septiembre 13, 2012
tercermundo / Zoofilia
En la primera imagen podemos ver a un señor, tal vez dominicano, seguro aguilucho, que la necesidad lo hace transportar una chiva tiguerona hacia quién sabe dónde.
En la segunda imagen podemos ver a un doctor en cuyos ojos de borrego a medio morir adivinamos sus lujuriosas intenciones hacia esa linda ovejita que berrea al nombre de Daisy.
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