miércoles, octubre 17, 2012

Chesterton about Dickens and Thackeray


Nada es importante excepto el destino del alma; y la literatura solamente es redimida de una trivialidad total, superando esa de nadas y cruces, por el hecho que describe no el mundo a nuestro alrededor o las cosas en la retina del ojo o la enorme irrelevancia de enciclopedias, pero alguna condición a la que el espíritu humano puede llegar. 

Todos los buenos escritores expresan el estado de sus almas, aún (como sucede en algunos casos de muy buenos escritores) si es un estado de maldición. La primera cosa que tiene que ser entendida sobre Dickens es esta última condición espiritual del hombre, que yace más allá de sus creaciones. Este estado mental Dickens es difícil de discernir en palabras como son todos los estados mentales; no pueden ser descritos, no porque son demasiado simples para las palabras. Quizás la aproximación más cercana a una enunciación del mismo sería esto: que Dickens expresa una ansiosa anticipación de todo lo que pasará en los moteados asuntos de los hombres; él mira a la tranquila multitud esperando que eso sea pintoresco y para jugar al tonto; él espera todo; él es desgarrado con una feliz hambre. Thackeray está siempre mirando atrás al ayer; Dickens está siempre mirando adelante al mañana. Ambos son profundamente humorísticos, porque hay un humor de la mañana y un humor de la noche; pero el primero adivina lo que conseguirá, todo lo grotesco y variado que un día puede traer; el segundo mira atrás sobre lo que el día ha sido y ve aún sus solemnidades como ligeramente irónicas. Nada puede ser demasiado extravagante para la risa que mira adelante; y nada puede ser demasiado digno para la risa que mira atrás. 

Es una cosa ociosa pero obvia, la cual muchos deben haber notado, que a menudo encontramos el título de uno de los libros de un autor que podría muy bien representar una descripción de todos ellos. Así el de todas las obras de Spenser podría ser llamado "Un Himno a la Belleza Celestial; o el de todos los libros ligados a Bernard Shaw podría ser llamado Nunca Puedes Decir. En la misma forma la sustancia completa y el espíritu de Thackeray podrían ser reunidos bajo el título general Feria Vanidad. En la misma forma también la sustancia completa y el espíritu de Dickens podrían ser reunidos bajo el título general Grandes Esperanzas.





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