lunes, octubre 07, 2013
Racism from Belle Isle
Ayer en la tarde fui a lamber donde una querida pariente en el Alto Manhattan y tenían puesta una película con Morgan Freeman y Virginia Madsen. En una escena Freeman y Madsen bailan un bolero pegao, y una de las criaturas comensales exclamó:
"Oh, ¿y qué hace esa rubia quemando con ese moreno?"
"No e de veidá, e soñando que ta ei moreno," dijo otra criatura de las que allí lambían.
"Yo sabía," dijo la criatura original.
De niño a uno le decían que se lo iba a comer un haitiano si se portaba mal. Crecimos, algunos más que otros, y aunque olvidamos muchas de las cosas buenas y reales que nos enseñaron, no olvidamos la locura bruta y bobería bestial del odio hacia los haitianos.
De hecho, lo cogimos tan a pecho que ahora la cosa cambió, y son las madres haitianas que deben decirle a sus niños nacidos en República Dominicana que si se portan mal va a venir un mamañema cuco dominicano que, aunque no se los va a comer porque les tiene asco, por lo menos los va a mandar hacia un país donde no han nacido ni han ido nunca: Haití.
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