viernes, diciembre 18, 2015
Poemas de Amor
Delfina Batista Lapaix (puntito) |
Me he fijado, amable lector, que los escritores maduros que se respetan,
con primos cuerderos y amigos sarcásticos, le tienen mucho miedo a escribir
poemas de amor. El temor, claro está, es a la cursilería. Es cierto eso de que
si verdadera la dulzura no empalaga, es decir, si uno le musita a alguien, Te
necesito como el invierno necesita la primavera, y cuando lo musita (una
madrugada de invierno en un sótano en Nueva York) lo siente de verdad, no
es cursi. Ahora bien, si algún bípedo sin plumas con tendencia al macaneo lo
floja (una canícula de enero al lao del Palo Encebao en unas patronales en
Pedernales) sin sentirlo de verdad, provocará un chuípiti con cortada de ojos
de la damnificada.
También me he fijado, romántico lector, que los
poemas de amor primitivos son los que más me gustan, me emocionan inmensamente.
No sé si será porque mi cerebro toma en cuenta el mérito de haber sido escritos
cuando la vida era aún más dura, sin electricidad, sin trenes, sin Google, se
hablaba de vainas básicas, concretas, sin muchas metáforas no apoyadas por los
sentidos (las cuales, ya aconsejó Borges, es bueno evitarlas por ser usualmente
falsas); además, la vida era más fugaz, la gente se moría jovencita y de
cualquier cosita, y tal vez por eso acepto ipso facto como sinceras las
declaraciones amorosas del poeta, verbigracia:
Poema del
Siglo V de Bhartrhari
En días pasados ambos acordamos
Que yo era tú, y tú eras yo.
¿Qué ahora nos ha pasado a los dos?
Que tú eres tú, y yo soy yo.
Cuando mencioné a Borges recordé que de la
epopeya de Gilgamesh (escrita hace como 3,700 años) dijo: "Tal vez no solo
cronológicamente es la primera de las epopeyas del mundo. Diríase que
todo ya está en este libro babilónico". Precisamente tiene una
historia de amor, que muy bien pudo ser el germen para La Bella y La Bestia,
que termina con un poema recitado por el enamorado Enkidu, "el hijo de la naturaleza, hombre salvaje del corazón de la
estepa", mientras agonizaba, a su enamorada la ramera Shamhat. Me
conmueve el deseo de amor verdadero, que el poeta pone en boca del semidiós
moribundo, de que la amada que queda vivita y coleando sea feliz con otro
que no será él.
Ven, Shamhat, fijaré tu destino.
Que los gobernadores te amen y los nobles
también.
Que obsidiana te den, lapislázuli y oro.
Que Ishtar, la más capaz de los dioses,
Te consiga el acceso al hombre
Cuyo hogar esté establecido
Y las riquezas se amontonen bien alto.
Que por ti su esposa sea repudiada,
Aun siendo madre de siete hijos.
Aquí voy aprovechar y meter de chivo un poema
mío:
A Good
Marriage
Una mujer y un hombre
Cargan un tanque de gas rojo
El hogar está a tres esquinas
El tanque es de los chiquitos
No necesitan motor
No necesitan camioneta
El pie izquierdo deella en compás con el deel
El pie derecho deel en compás con el deella
Ella musita "Papi, el sol me pica en lo
sojo"
Él sonríe, hace una visera con su mano suelta
"Sí mami, hoy vamo a comé sancocho".
Otro poema antiguo que me gusta mucho es del
poeta sirio Mohamel. Habla del placer físico del amor, tan desdeñado por Platón
y por aquel que sufre de impotencia con OCD (todo le da asco). Eruditos
gallegos de la Universidad Alemana de Cuernavaca juran y perjuran data del año
2,763 antes de Chewbacca. Advierto al lector muy decoroso que aparece el verbo
"Singar", conjugado en tiempo presente. Elegí esa palabra, repudiada
en público y venerada en la intimidad, porque en esa era no se decía "Hacer
el amor" (3 palabras), como tampoco se decía "Tener sexo" (2
palabras); Mohamel usó una sola palabra, y aunque los traductores gallegos la
tradujeron como "Coger" (en otra "Follar" y en otra
"Ayuntar"), yo mismo no las prefiero.
Carcajada
Siempre me río cogiendo guto
Siempre me río cuando te singo.
Desde que me vengo me río
JAJAJAJAJAJAJÁ
Y me queda una risita.
Es como una alegría
Como encontrar un tesorito
Y no creerlo.
Para quitar la fuerte impresión de esa, según
algunos alguna vez llamados mojigatos, malapalabrota, y como ya fue mencionado
dos veces, le diré, sensible lector, que Borges tiene un poema de amor que debe
estar en el Top 10 de poemas de amor de todos los Cosmos. Se llama "What
Can I Hold You With?" (¿Con Qué Puedo Retenerte?). Una peculiaridad,
especialmente para los sintonnisones defensores del Español, es que lo escribió
en Inglés. Leamos unos versos.
Te ofrezco la memoria de una rosa
amarilla,
vista al atardecer, años antes de que tú
nacieras.
Te ofrezco explicaciones de ti misma, teorías
sobre ti misma,
auténticas y sorprendentes noticias de ti misma.
Te puedo dar mi soledad, mi oscuridad, el hambre
de mi corazón; porque estoy tratando de
sobornarte con
la incertidumbre, con el peligro, con la
derrota.
Como no quiero dejar la impresión de que el
poeta sirio Mohamel solo escribió poemas medio plebes, entre los traducidos en
Cuernavaca también está este.
Primitivo
poema Sirio
Contigo sí
Con tu color
Con tu esbeltez
Con arpa en voz
Con tus greñas
Con ese noble nombre
con menos de 3 sílabas
Y sin Y.
El lector devoto de los sonidos agradables, y de
la empatía entre letras que van pegadas, se emociona cuando sale
"Esbeltez", es un bizcochito; felicita la elección de
"Noble" en lugar de "Lindo" para anteceder a "Nombre";
también está de acuerdo con Mohamel en su adversión a nombres con Y:
Yajaira
Yakaira
Amandy
Yasiel
Yeral
Isaolym
Yesenia
Yocasta
Mireya
Yokaira
Yolanda
Raysa
Yolanfy
Yordanka
Yorkanda
Wilkyna
Yudelka
Yuleidy
Para terminar, paciente lector, ese poema
primitivo sirio me hace recordar un también primitivo cántico, cantado en las
calles de apagones por niños buenos que ni imaginaban lo entretenido que iban a
ser los videojuegos, donde se anuncia la intención de un caballerete, bautizado
con el curioso nombre de Arroz Conleche, de querer contraer nupcias con una
tejedora viudita bordadora que parece vivía en la capital y estaba de visita en
un pueblo para pasar la Navidad.
Arroz Conleche
Se quiere casar
Con una viudita
De la capital
Que sepa tejer
Que sepa bordar
Que ponga la aguja
En su mismo lugar
Contigo sí
Contigo no
Contigo viudita
Porque tu nombre
Viudita
No tiene i griega
Me casaré yo.
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