viernes, mayo 27, 2016
¿Convivencia Interespecie? ¡Ja!
Animales Por La Paz |
De niño, amable
lector, compartí hábitat con un felino, es decir, en la casa había una gata
amarilla que no molestaba para nada y sí comía ratones. Era una buena época
para tener mascotas, no había que gastar dinero en purina ni vacunas ni bregar
con heces ni estaba PETA. Ahora tener una mascota es como tener un hijo bestia
que nunca será doctor, con caras citas veterinarias y limpiadera de regueros.
Por eso me maravillo con el humano moderno quien, en medio de una vida
ajetreadísima con niños, trabajo, familiares enfermos, apartamenticos, sin que
le pongan una pistola en la cabeza, decide introducir en su hábitat, en su
agenda diaria, a un animal algunas veces adorable y casi siempre demandante.
He notado esa peculiaridad humana de
voluntariamente compartir vida con otras especies, forjar una relación fraterna
con un amœsclavo (solo a un amo se le limpian sus inmundicias y solo a un
esclavo se le castra sin su consentimiento). También he notado las molestias
causadas por este amœsclavo a otros humanos que sí pagan impuestos. Un caso
específico es el de un canino llamado Pancho que sufre de los nervios y de
insomnio y se mantiene ladrando 24/7 en un edificio ubicado en la calle Marcy
Place del Bronx, sospechoso también de haber llevado pulgas al edificio de marras.
Otro caso es el de una tortuga nombrada redundantemente Jicotea, domiciliada en
un edificio en Astoria, Queens, la cual llegó chiquitica al 3B hace como 15
años, la cual ha crecido muchísimo y ahora muerde talones humanos, la cual
exuda un poderoso aroma considerado extremadamente ofensivo por todas las
especies que viven en dicho edificio, incluida la cotorra trilingüe del 3C.
Precisamente acabo de recibir el estudio
científico "¿Convivencia Interespecie?
¡Ja!", realizado durante un
período de 15 años por el Dr. Nob Ullshit (aka Dr. Osea), erudito jamaiquino de
la Universidad Alemana de Cuernavaca. En este estudio el Dr. Ullshit es
categórico en inferir que la humana es la única especie que lleva otras
especies a su hábitat, no para comérselas, sino para convivir:
"O
sea, contrario a lo que se cree, no es el animalismo en el humano el que le
induce a buscar el trato con animales, sino su humanidad. Solo el humano
alimentaloja a otra especie que no aporta ni un centavo ni cocina ni hace
oficios. O sea, nunca se ha visto a un oso que se respete llevar un
ornitorrinco vivo a su morada. Los animales deben ser apreciados como una abstracción:
LOS ANIMALES. O sea, a pesar del clamor indignado de muchos humanos,
avergonzados de pertenecer a la humanidad ante las constantes atrocidades
perpetradas por la especie, los únicos casos de convivencia interespecie
pacífica y duradera son aquellos donde una es humana:
Data Tiempo Promedio Convivencia Interespecie, 1289
Casos Observados
(donde la especie humana no participa
convivencia asignada por tómbola):
Hombre/Perro, 13.07 años
Pitón birmana/Paloma sueca, 4.01 minutos
Gorila/Conejo, 6 segundos..."
Sobre la perrita salchicha amiga del león en
video viral, el Dr. Ullshit nos dice que él mismo fue a comprobar dicha
"Amistad", y que "a esa
atronada perrita la meten a la jaula de ese estupefacto león por 1.7 minutos, y
solo después del león haber devorado una vaquilla enterilla de pezuñilla a
cuernillo".
Sobre el performance "Animales por la
Paz", realizado en el parque Union Square en Nueva York, donde aves,
felinos, caninos, y lo que se presume un roedor oriundo de Australia, comparten
pacíficamente por más de 5 minutos en un espacio pequeño, el Dr. Ullshit nos
dice que él mismo fue a comprobar dicho "Comparten", y que el humano
involucrado en esa animalada, un árabe sincero de nombre Ari, le dijo que
cuando el performance comenzó, más o menos a las 5pm, él contó 8 periquitos
amorosos, y que en reconteo sorpresa, exactamente a las 5:23pm, quedaban 2.
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